Una coordinación efectiva entre los servicios de PrEP y PEP permitiría a los usuarios transitar entre las dos opciones de prevención biomédica de una forma más flexible y adaptada a sus necesidades.

De acuerdo con los resultados de un estudio presentado en la última edición de la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2024), celebrada en Denver (EE UU), para lograr invertir la curva de nuevas infecciones por el VIH siguiendo una estrategia basada en la prevención combinada sería prioritario optimizar las herramientas biomédicas de prevención del VIH actualmente disponibles. Mejorar la coordinación entre los servicios que ofrecen profilaxis post-exposición (PEP) y profilaxis pre-exposición (PrEP) frente al VIH permitiría a los usuarios transitar entre las dos opciones de prevención biomédica de una forma más flexible y adaptada a sus necesidades

Aunque el número total de personas que solicitan PEP sigue siendo limitado, en los últimos años se ha observado que muchas personas que solicitan PEP se les había prescrito previamente en alguna ocasión PrEP. Sin embargo, por diversas razones, estas personas no continuaron tomándola y abandonaron el seguimiento clínico por lo que ahora perciben la necesidad de disponer de una medida preventiva de emergencia ante una potencial exposición frente al VIH. Por otro lado, muchas personas que actualmente han accedido a la PEP es muy probable que necesiten de nuevo protección en las próximas semanas o meses.

Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), los investigadores destacaron en CROI la discrepancia existente entre la PEP y la PrEP en EE UU. Mientras que, durante la primera década de acceso a la PrEP, su uso experimentó un crecimiento constante con un aumento anual del 33%, pasando de cero en 2013 a alrededor de 450.000 usuarios en 2022, el uso de PEP apenas mostró cambios significativos. Siendo una estrategia preventiva disponible con anterioridad a la aprobación de la PrEP, se prescribieron entre 14.000 y 18.000 pautas de PEP cada año, con un aumento promedio anual de solo un 1.3%.

Aparte de su baja tasa de uso, los investigadores afirman que la PEP no siempre llega a las personas que más la requieren. A pesar de que aproximadamente el 80% de los nuevos diagnósticos de VIH se registran en hombres en EE UU, solo la mitad de las prescripciones de PEP son para este grupo. Además, aunque más del 50% de los nuevos casos de VIH se registran en el sur del país, solo alrededor de un tercio de las prescripciones de PEP se emiten en esa región.

Los investigadores de los CDC consideran que la PEP y la PrEP comparte el mismo ámbito –la prevención– en la cascada de servicios del VIH y las personas que utilizan uno de estos servicios es necesario que conozcan el otra. Pero, se publican guías clínicas por separado para cada método de prevención y no enfatizan los vínculos que existen entre ellos.

Durante la conferencia, la clínica especializada en salud sexual 56 Dean Street de Londres presentó su estrategia para garantizar un tránsito fluido y bidireccional entre PEP y PrEP, en línea con las pautas del Reino Unido. Desde enero de 2021, a todas las personas que reciben PEP se les ofrece un suministro adicional de un mes de PrEP para que lo inicien cuando acaben el tratamiento de la PEP de 28 días. El mes de PrEP se proporciona siguiendo el enfoque de rechazo voluntario (‘opt-out’). Esta modalidad consiste en proporcionar sistemáticamente a todos los usuarios que reciben la PEP un mes de PrEP como parte del paquete de medidas preventivas frente al VIH, a menos que la persona decida explícitamente rechazarlo.

En la actualidad, esta clínica es responsable de proporcionar aproximadamente una cuarta parte de todas las recetas de PEP y aproximadamente un tercio de todas las recetas de PrEP en Inglaterra. Durante el período de marzo a abril de 2022, atendieron a 282 hombres homosexuales o bisexuales y a 6 mujeres transgénero a quienes se les proporcionó PrEP. Más del 50% de estas personas tenían entre 25 y 37 años, eran de origen extranjero y de etnia blanca.

De este grupo, el 58% había acudido previamente a la clínica y el 44% había sido usuario/a de PrEP anteriormente. La razón más frecuente por la cual sus prácticas sexuales no habían estado cubiertas por PrEP fue la falta de acceso al suministro en ese momento, posiblemente debido a dificultades para acudir a la clínica u otras barreras (30%); haber optado por tomar un descanso de PrEP (25%); encuentros sexuales ocasionales (15%); y haber tomado la dosis incorrecta (13%).

De las personas a las que se les recetó PEP (212 en total), tres de cada cuatro (aproximadamente 159) aceptaron la oferta de continuar con PrEP. De esos, más de la mitad (alrededor de 114) regresaron posteriormente a la clínica para una cita relacionada con PrEP. Aquellos que inicialmente utilizaron PEP y luego comenzaron con PrEP tenían más probabilidades de haber usado PrEP en el pasado y de haber visitado anteriormente 56 Dean Street. Además, tenían una mayor probabilidad de haber tenido múltiples parejas sexuales en el momento en que buscaron PEP.

Algunos investigadores expresaron su preocupación sobre la transición inmediata de PEP a PrEP durante la presentación de los resultados. Señalaron que las pruebas de diagnóstico del VIH podrían no detectar un resultado positivo debido a que la PEP retrasa el período ventana, es decir, la aparición de los anticuerpos frente al VIH lo que supondría que estaría tomando solo dos fármacos antirretrovirales incapaces de controlar la infección lo que podría aumentar el riesgo de que el VIH desarrolle mutaciones de resistencia a los fármacos incluidos en la PrEP. Propusieron la idea de un intervalo entre ambas estrategias de prevención para reducir este riesgo, pero reconocieron que esto significaría perder la oportunidad de proporcionar protección continua a personas con una necesidad comprobada de prevención del VIH.

En sus conclusiones, los investigadores de la clínica 56 Dean Street hacen hincapié que ofrecer PrEP abre la puerta a una discusión más amplia sobre las opciones de prevención del VIH, lo que incluye asegurarse de que los usuarios actuales o anteriores de PrEP comprendan cómo utilizarla de la mejor manera posible.

Fuente: gTt-VIH.

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