De forma contraria, el VIH se asociaría a una mayor prevalencia de infertilidad, trastorno bipolar y diversas infecciones.
Internacionales.- un estudio transversal realizado en el Reino Unido ha comparado la prevalencia de un amplio número de comorbilidades en personas con el VIH con la observada en la población general. Los principales hallazgos evidencian una mayor prevalencia en personas con el VIH de determinadas condiciones tales como infertilidad, trastorno bipolar y diversas infecciones. De forma contraria, diversas patologías de tipo cardiovascular y la artritis reumatoide fueron menos frecuentes en personas con el VIH que en la población general.
El estudio analizó datos anonimizados de una amplia base de datos clínica británica conocida bajo el nombre GOLD. Los investigadores incluyeron datos hasta finales de 2015 con el objetivo de evitar problemas de datos incompletos por retraso de notificación.
Un total de 942.077 registros médicos fueron incluidos, que representarían el 1,8% de la población mayor de 18 años del Reino Unido. Un total de 964 de dichos registros eran de personas con el VIH, una proporción muy inferior a la existente en el Reino Unido, probablemente por seguir las personas con el VIH circuitos médicos diferentes a la población general que podrían haberlas infrarrepresentado en la base de datos utilizada.
Mientras que la población VIH negativa estaba distribuida a partes iguales entre hombres y mujeres, el 61% de las personas con el VIH eran hombres. Las personas con el VIH eran sensiblemente más jóvenes que las personas sin el VIH.
Entre las condiciones más prevalentes, solo dos grupos de ellas fueron más prevalentes en personas con el VIH que en la población general: resultados anómalos en analíticas sanguíneas e infecciones distintas al VIH. En cambio, tres condiciones frecuentes tales como la hipertensión arterial, el asma y los problemas óseos o articulares fueron significativamente menos frecuentes en personas con el VIH.
En cuanto a patologías menos frecuentes, cabe destacar que las infecciones fúngicas fueron mucho más frecuentes en personas con el VIH (prevalencia del 4,9%) que en la población general (prevalencia del 0,05%). Lo mismo sucedió con la tuberculosis –una infección potenciada por estados de inmunosupresión–, con una prevalencia del 0,6% en la población general y del 7% entre las personas con el VIH. Las infecciones virales fueron 8 veces más prevalentes entre personas con el VIH, principalmente por causa de las hepatitis virales (que comparten vías de transmisión con el VIH).
Varias patologías de tipo cardiovascular, como arritmias (con una prevalencia inferior en un 63% entre personas con el VIH) o enfermedad arterial coronaria (con una prevalencia inferior en un 48% entre personas con el VIH) fueron menos frecuentes entre personas con el VIH. En cambio, los casos de embolia pulmonar presentaron una prevalencia en personas con el VIH que duplicaba la observada entre los VIH negativos.
Dentro de las patologías osteoarticulares, la artritis reumatoide (con una prevalencia inferior en un 75% entre personas con el VIH) y la osteoartritis (con una prevalencia inferior en un 66% entre personas con el VIH) fueron sensiblemente menos prevalentes en personas con el VIH.
Las personas con el VIH presentaron una mayor prevalencia de patologías influidas por bajos niveles hormonales tales como infertilidad o disfunción eréctil (ambas dos veces más prevalentes en personas con el VIH que en aquellas no infectadas).
Como era de esperar, aquellos cánceres definitorios de sida fueron mucho más prevalentes entre personas con el VIH que en la población general.
Por último, un hallazgo destacable fue la mayor prevalencia de patologías psiquiátricas entre personas con el VIH, algo esperable dada la alta carga psicológica que comporta la infección. Así, el trastorno bipolar fue 3 veces más prevalente entre personas con el VIH; los trastornos por consumo de drogas fueron 2,45 veces más prevalentes; el consumo problemático de alcohol fue un 64% más prevalente y la depresión un 45% más prevalente.
Los resultados del presente estudio aportan hallazgos esperables y otros –como determinadas menores prevalencias de algunas patologías entre personas con el VIH– inesperados. En todo caso, las diferencias de edad observadas entre las poblaciones comparadas podrían explicar algunas de estas diferencias, por lo que deberán ser verificadas en futuros estudios que hayan tenido en cuenta estos posibles sesgos en su diseño.
Fuente: Aidsmap