Felipe Degregori realizó spots para organizaciones como Mhol, Prosa, Via Libre, Conamusa. Además, realizó el documental translatina mostrando la cruda realidad de las mujeres trans y sus derechos sobre temas de identidad, salud y oportunidades sociales.
Escribe: Marlon Castillo Castro / Conexion Vida
Lima, Perú.- El reconocido cineasta peruano, Luis Felipe Degregori, creador de las famosas películas nacionales «Todos Somos Estrellas» y «Ciudad de M», fue hallado muerto en una habitación que alquilaba en el distrito de Villa María del Triunfo. Su deceso aún se encuentra en investigación.
Lo que muchos desconocen del director, fue que también escribió guiones y dirigió documentales y spots para la promoción de derechos de las personas vulnerables al VIH.
En el 2007 grabó un spot de una campaña para el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) con el lema “Somos peruanos, somos diversos, seámoslo siempre” tiene como argumento central la idea de que todas las personas, incluyendo la población de lesbianas, transexuales, gays y a las trabajadoras sexuales (LTG y TS) en la que se muestran historias de vidas y se apela a la constitución y el Himno Nacional del Perú, lo que trajo durante ese año una serie de críticas y la censura de algunos espacios religiosos y políticos conservadores.
Un par de años después, la Coordinador Multisectorial de Salud (Conamusa) por intermedio de la organización Prosa y el financiamiento del Fondo Mundial realizaron junto a Degregori una campaña similar denominada: «Perú, país diverso» cuyos spots fueron transmitidos en salas de cine y las piezas gráficas exhibidas en buses que recorrían Lima.
Durante la campaña hubo voces disconformes. Los integrantes del Opus Dei cuestionaron al Ministerio de Salud por aceptar la campaña a favor de los derechos TLGBI y la prevención del VIH. Lo que los escandalizó fue ver a una trabajadora sexual como madre de un menor, diciendo que tenía los derechos como culquier otra persona. Así como ver a una mujer trans exigiendo el derecho a un nombre femenino.
La estrategia visual fue lanzada en el 2009 por el ministro de Salud de aquel entonces Óscar Ugarte Ubillus. Con tres spots de video, cuñas radiales y folletos, se sensibilizó a miles de personas a nivel nacional en relación a los derechos de las poblaciones vulnerables frente al VIH y su importancia para prevenir y controlar la epidemia del VIH, reduciendo los niveles de estigma y discriminación en esta población.
Más adelante el famoso cineasta grabó en varios países de Latinoamérica la realidad de las mujeres trans, realizando un memorable documental de 93 minutos de duración titulado «Translatina»
Para hacer realidad el documental Degregori demoró más de tres años de producción y más cien horas de rodaje en el Perú, Argentina, México, Chile, Bolivia, colombia e Italia, entre otros.
En la obra visual, recopila testimonios de representantes de la sociedad civil, autoridades de salud y justicia. El documental fue auspiciado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y contó con el apoyo de la Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans (REDLACTRANS) y de la Regional Latinoamericana y Caribeña de la International Lesbian & Gay Association (ILGA-LAC).
Además, produjo cortometrajes para la organización Via Libre, en el que narra historias de personas que contrajeron el VIH y que el tratamiento antirretroviral mejoró su salud.
Premios y vida
Con premios internacionales como la Mejor película en el Festival de Cine de Bogotá, así como obtuvo mención especial del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana por la película «Todos Somos Estrellas», Felipe ha relatado la sociedad peruana en su integralidad.
Tras la muerte de su hermano, el emblemático antropólogo Carlos Iván Degrégori, Felipe entró en una profunda depresión, que luego ha sido retratado en un documental denominado «Todos Somos Estrellas», dirigida por Patricia Wiesse Risso, donde acude a su pueblo de origen para destapar su íntima relación con su hermano, recuerdos y culpas.
Por primera vez Felipe se muestra como el ser humano tras la dirección de la cámara y visibiliza su situación de soledad y pobreza con que vivió hasta sus últimos días.
A sus 68 años de vida, la contribución de Degregori en la prevención del VIH y la no discriminación, ha sido transcendente para dar a conocer sobre una realidad, que hasta ahora estigmatiza a las personas TLGB y no contribuye a eliminar el sida.