Según el primer informe de la OMS que ha analizado las necesidades sanitarias de los inmigrantes y refugiados en Europa hace hincapié en la necesidad de que los sistemas sanitarios se fortalezcan para poder hacer frente a las patologías que el desplazamiento o el país de acogida pueden favorecer.
Europa.- Se calcula que los inmigrantes y refugiados tienen un buen estado de salud pero el desplazamiento desde sus países de origen o la estancia en los países que los reciben eleva el riesgo de enfermedad, debido a las condiciones de vida a las que se enfrentan y a los ajustes en su estilo de vida. Esta es la principal conclusión del primer Informe sobre la salud de refugiados e inmigrantes en la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud, presentado este lunes.
Según ha explicado Zsuzsanna Jakab, directora regional para Europa de la OMS, el informe sintetiza la evidencia disponible sobre la salud de los refugiados y de los inmigrantes en Europa a partir de más de 13.000 documentos y analiza el progreso realizado por los países para promover la salud de este grupo de población. El documento se ha realizado con el apoyo del Instituto Nacional de Italia para la Salud, la Migración y la Pobreza (INMP, en sus siglas en inglés).
El propósito del informe es obtener información para saber cómo protegerles de la enfermedad, cómo enfrentarse a las consecuencias que surgen del desplazamiento y cómo deben recibir asistencia sanitaria que les permita tener una vida saludable en los países de acogida. “Los inmigrantes internacionales suponen un 10 por ciento de la población europea –que asciende a los 90,7 millones-, de los cuáles menos del 7,4 por ciento son refugiados”, ha explicado Jakab, una cifra mucho menor a la estimada por los ciudadanos europeos, que creen que hay 3 ó 4 veces más inmigrantes.
Prevalencia de patologías en inmigrantes y refugiados
El informe muestra que la proporción de tuberculosis en la población inmigrante y refugiada varía entre un 90 y un 20 por ciento, en función de la prevalencia de la población del país de acogida. En el caso del VIH, el documento muestra que la población inmigrante adquiere la infección en el país de acogida “pese a la asunción de que los inmigrantes ya están infectados a su llegada, lo cierto es que el riesgo de transmisión de enfermedades a la población de acogida es muy baja. Este es otro de los mitos existentes respecto a la población inmigrante”, ha añadido Jakob.
La estancia en el país de acogida puede elevar el riesgo de cáncer, enfermedad cardiovascular e ictus
En el informe también se expone el riesgo a infecciones de inmigrantes y refugiados, no sólo por las condiciones en que se desarrolla el desplazamiento, sino también por la falta de acceso a la asistencia sanitaria y las condiciones de vida. Por tanto, es necesario su detección y la formación de los sanitarios que están en primera línea de la asistencia de este grupo.
En el caso de los niños, se eleva el riesgo de sufrir patologías prevenibles, por lo que es necesario incluirles de manera inmediata en el calendario vacunal del país, puesto que el desplazamiento interrumpen los programas de inmunización en los que estuvieran incluidos.
Jakab ha añadido que este grupo de población tiene menor riesgo de cáncer, excepto en cuanto a la incidencia de cáncer de cérvix, pero también son diagnosticados en estadios más avanzados, lo que implica un peor pronóstico que el de la población el país de acogida.
Los niños que viajan solos son más vulnerables a la explotación sexual y tienen mayor prevalencia de depresión o estrés postraumático
Asimismo, inmigrantes y refugiados tienen mayor riesgo de presentar síntomas de estrés postraumático, ansiedad y depresión. Sin embargo, según el informe, las variaciones en los grupos de inmigrantes y los métodos utilizados para evaluar la prevalencia dificultan la realización de conclusiones claras. Asimismo, los niños que viajan sin familiares son un grupo vulnerable ante la explotación sexual y experimentan mayores tasas de depresión o síntomas de estrés postraumático.
Programas para cubrir las necesidades de inmigrantes y refugiados
Según Jakab, es crítico que en los 53 países que forman parte de la región europea de la OMS se establezca un acceso sanitario a inmigrantes y refugiados, tanto para la detección y tratamiento temprano, como la prevención de patologías o situaciones de riesgo. “Este informe arroja luz sobre las necesidades sanitarias tanto de los inmigrantes y de los refugiados como de la población europea. Puesto que los inmigrantes y los refugiados tienen mayor riesgo de desarrollar patologías no transmisibles y transmisibles, es necesario que pueda acceder a tiempo a servicios sanitarios de calidad, como el resto de la población. Esta es la mejor manera de salvar vidas, reducir los costes de tratamiento y proteger a los residentes de los países de acogida”, ha concluido Jakab.
“La mejor forma de proteger a los residentes es proveer de acceso sanitario a los inmigrantes”
El informe deja claro que los sistemas de salud deben prepararse para atender no sólo a los inmigrantes legales, sino tener también en cuenta las necesidades de los irregulares: “la mejor forma de proteger a los residentes y a los inmigrantes es proveerles a estos últimos de acceso sanitario”.
Jakab ha añadido que las rutas de migración están cambiando –Rumanía o Bulgaria son ahora dos de los países de paso- y por eso es necesario convencer a los gobiernos de los distintos países de las necesidades de esta población en desplazamiento, incluyendo no sólo la asistencia sanitaria sino también la alimentación, los centros de acogida y aspectos culturales.
Estrategia para garantizar la salud de inmigrantes y refugiados
Los 53 países que forman parte de la región europea de la OMS adoptaron en 2016 la Estrategia y Plan de Acción para la salud de los refugiados y los inmigrantes para guiar a los países en el abordaje de la salud de la población desplazada. No obstante, según la OMS aún es necesario progresar en los siguientes pasos:
- Proveer cobertura de salud de calidad y sostenible así como protección social a los inmigrantes y refugiados sin importar su estatus legal.
- Convertir a los sistemas de salud en sistemas que superen las barreras culturales y lingüísticas.
- Asegurar que los profesionales sanitarios tengan la formación para diagnosticar patologías comunes y no infecciosas.
- Realizar un abordaje multidisciplinar de la salud de inmigrantes y refugiados.
- Mejorar y sistematizar la recogida de datos sobre la salud de inmigrantes y refugiados
Fuente: Diario Medico