Marsha fue una de las principales impulsoras de la primera marcha del orgullo LGBTQ+ en toda la historia.

Hoy, que se conmemora el Día del Orgullo LGBTIQ+ recordamos a la activista afrodescendiente Marsha, una de las personas que además fue VIH positiva.

Internacionales.- No se puede hablar de la resistencia LGBT+ sin mencionar a la pionera y madre de los derechos de la comunidad, Marsha P. Johnson, una mujer transgénero y afroamericana que marcó un antes y un después en la historia e inspiró a miles de personas a luchar por sus ideales dentro de una sociedad que los rechazaba por sus preferencias sexuales e identidad de género.

Su historia como madre de los derechos LGBT+ comienza la noche del 28 de junio de 1969, cuando elementos de la Policía irrumpieron en el bar Stonewall Inn de Nueva York para realizar destrozos y desalojar a personas travestis y drag queen que frecuentan o incluso vivían en el recinto.

A pesar de no ser la primera vez que esto sucedía, ya que las redadas de policías en lugares de ambiente era algo rutinario, sí supuso un punto de inflexión en la sociedad de Nueva York, pues hubo una persona en particular que se mostró cansada del abuso de poder de las autoridades y de no tener un lugar seguro en la ciudad.

Fue así que al día siguiente, Marsha P. Johnson y sus amigas regresaron al Stonewall Inn para realizar una protesta en contra de la discriminación, la violencia y la falta de oportunidades laborales para las personas LGBT+, lo que se convirtió en un antecedente de la resistencia y liberación de la comunidad en Estados Unidos.

 

En 1970, Marsha fue una de las principales impulsoras de la primera marcha del orgullo en toda la historia y ese mismo año fundó la organización STAR junto con su amiga y activista Silvia Rivera para ayudar a mujeres trans, drags y niñxs en situación de pobreza extrema.

Del mismo modo, más adelante inauguraron la Casa STAR, un refugio que albergaba a las personas de la comunidad LGBTQ+ que por discriminación, violencia o falta de oportunidades tuvieron que abandonar sus hogares.

Activismo y VIH 

Sus últimos trabajos como activista datan en la década de los 80, cuando se unió al movimiento en defensa de la visibilización de la pandemia del Sida y para garantizar derechos para todas las personas  con VIH.

En 1987 surgió la Coalición del sida para desatar el poder (AIDS por sus siglas en ingles), bajo el lema ACT CUP (actúa mal), que buscaba visibilizar las afectaciones del VIH y obtener políticas contra la discriminación. Johnson participó y apoyó investigaciones científicas y asistencias sanitarias públicas. Durante sus últimos dos años de vida ella confirmó que vivía con VIH.

Marsha P. Johnson tenía muchos más planes y sueños para ayudar a la comunidad LGBTQ+ e impulsar discursos de igualdad y tolerancia en la sociedad estadounidense; sin embargo, no pudo hacer realidad la mayoría de ellos debido a su temprana muerte a los 46 años, cuando fue encontrada sin vida en el muelle de West Village, Nueva York, el 6 de junio de 1992.

A pesar de que el reporte oficial de la policía estableció la causa de muerte como un suicidio, pero claramente resultó irracional para sus familiares, amigos y todo aquella persona que la conocía, por lo que realizaron múltiples manifestaciones para esclarecer el verdadero motivo de su muerte.

De este modo, gracias a la campaña realizada por la activista Mariah López, la policía de Nueva York reabrió el caso en 2012 como un posible transfeminicidio, aunque hasta el día de hoy no existen imputados ni posibles culpables del lamentable asesinato.

Fuente: El Imparcial 

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