Desde el pánico generado por el famoso «loco jeringa» hasta las frutas aparentemente contaminadas con el VIH, siguen desinformando sobre la verdadera forma de transmisión del VIH
Escribe: Marlon Castillo Castro / Conexión Vida
Lima, Perú.- Aunque la ciencia ha evolucionado y dado a conocer sobre las vías de transmisión del VIH, los mitos, prejuicios y noticias falsas siguen captando la atención de los lectores, ahora por medio de las redes sociales, generando desinformación y aumentando la discriminación hacia las personas que viven con el VIH.
40 años después del descubrimiento del virus de Inmune- deficiencia Humano -VIH, ya se ha determinado que las únicas formas de adquirir el VIH es por la vía sexual (Tener relaciones sexuales sin protección con una persona que tiene el diagnóstico); transfusiones sanguíneas o uso de jeringas con sangre contaminada y de madre a hijo, cuando la mujer embarazada tiene VIH y durante la gestación, parto o lactancia le puede transmitir el virus a su bebé.
Las leyendas urbanas que se contaban boca a boca, ahora se extienden rápidamente por medio de las redes sociales y luego se convierten en noticias que a veces son una farsa
Sin embargo, pese a este tipo de conocimientos y estar científicamente probado que el VIH no se transmite por besos, usar los mismos cubiertos, la picadura de un zancudo, muchas personas persisten en creer en falsas noticias que circulan por las redes sociales.
¿Piña con sida?
La última noticia en aparecer y hacerse viral, viene desde Ecuador. Un joven se hizo popular con una falsa noticia que involucra a un menor para hacer más dramática la mentira. Según refiere el usuario de facebook, un niño adquirió el VIH por comer piña que contenía aparentemente partículas de sangre con el virus. Luego de comer la fruta horas después fue diagnosticado con el «sida». La publicación vía facebook, no pasó desapercibida, por lo que fue compartida por más de 35 mil personas. Incluso fue reproducida por páginas web de medios digitales e impresos en México, Ecuador y Perú.
Además de notarse una clara falsedad, la publicación carece de todo argumento científico, ya que de ser «cierto», sería el descubrimiento más asombroso de todo el siglo.
Resulta que nadie puede contraer el VIH por consumir los alimentos que haya tocado una persona con VIH y aunque los alimentos contuvieran pequeñas cantidades de sangre o semen contaminado con el VIH, la exposición al aire, el calor de la cocción y los ácidos estomacales destruirían el virus. Hasta ahora no existe un sólo caso comprobado de una persona que haya adquirido el virus de esta manera.
La noticia de la piña, es una transformación de una información que apareció hace dos años con el plátano. La farsa es la misma, pero ahora han cambiado de fruta.
Confusión de VIH y sida
Las noticias falsas y algunas verdades mezcladas con grandes dosis de imaginación, tienden a confundir la terminología, ya que el VIH es un virus que ataca al sistema inmunológico y que lo deja vulnerable ante infecciones y enfermedades llamadas “oportunistas», mientras que el sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), de acuerdo con la OMS, es la fase más avanzada de la infección por VIH y puede tardar de dos a 15 años en manifestarse.
Por lo tanto, es incorrecto pensar que el VIH es igual a sida. Confundir el uso de términos ocasiona distorsión y falsedad en la información.
Me expuso al VIH por besos
Tras dar a conocer que vive con el VIH, el actor de Hollywood Charlie Sheen, debió soportar la airada crítica de la actriz Jenny McCarthy, que dijo públicamente que el artista la expuso al VIH, ya que habían tenido varias escenas de besos cuando grababan una serie de televisión y por lo tanto le exigía una reparación. Los medios de espectáculo, por lo general hicieron eco de la noticia, pero ninguno expuso que no existió nunca tal exposición, pues el VIH no se transmite por besos.
La saliva, las lágrimas o el sudor no transmiten el VIH, salvo que estén mezclados con sangre y la otra persona tenga una herida expuesta para que ingrese el virus de persona a persona. Las probabilidades de adquirir el VIH de esta forma, son nulas.
Loco jeringa
En el 2005, los medios de comunicación peruanos, dieron gran cobertura a un personaje, al que lo bautizaron «loco jeringa», ya que muchas personas decían que había infectado con el VIH a un par de víctimas con una aguja que contenía sangre.
La aterradora noticia trajo consigo otras leyendas urbanas, como la colocación de agujas hipodérmicas en las butacas de cine, cabinas de teléfono y otros espacios públicos, colocando a las personas con VIH como personas ruines que por venganza trataban de transmitir el virus a las demás.
La policía capturó al «Loco Jeringa», que si bien era un delincuente que tenía ese método para robar a sus víctimas, nunca se logró comprobar haber transmitido el VIH por esta vía.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, sostiene que el riesgo en la transmisión mediante inyectables se da entre personas que consumen drogas, hormonas, esteroides o silicona y comparten las agujas, jeringas u otros implementos para la inyección.
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No caben dudas, que las leyendas urbanas que se contaban boca a boca, ahora se extienden rápidamente por medio de las redes sociales y luego se convierten en noticias, al ser recogidas por los medios de comunicación digitales y a veces logran transformarse en supuestos «hechos reales». Lo recomendable es poner en duda algunas noticias que parezcan asombrosas y alarmistas, para ir a la fuente oficial y páginas especializadas como la nuestra.
La desinformación, es la principal barrera para prevenir el VIH y evitar la discriminación hacia las personas que viven con esta condición crónica de salud.