Tratamiento actual que combina inyecciones con pastillas origina serios efectos adversos al usuario. Hoy pacientes con tuberculosis realizan plantón frente al Ministerio de Salud para actualizar norma que data del año 2018.

Escribe: Renato Arana / Conexión Vida 

Lima, Perú.- Activistas y expertos en materia de tuberculosis exigen a las autoridades de salud incluir nuevos tratamientos para la respuesta contra la tuberculosis multi drogo resistentes, debido a que los actuales presentan efectos adversos, los cuales ya fueron alertados por la Organización Mundial de la Salud desde 2020.

Nuestro país ocupa el primer lugar en las Américas de casos de tuberculosis resistente y en la actualidad se usa, aparte del tratamiento con base en pastillas, kanamicina en forma de inyectable para todos los casos de tuberculosis multi drogo resistente desde hace varias décadas, aunque la Organización Mundial de la Salud solicitó ya en su guía del año 2020 que se descarte su debido a que genera sordera en los usuarios.

kanamicina, medicamento inyectable.
kanamicina, medicamento inyectable.

En el artículo “Seguridad del tratamiento que contiene bedaquilina y delamanid” de la publicación Clinical Infectious Disease se determina que 13 de cada 100 personas con tuberculosis que accedieron al tratamiento con kanamicina presentaron pérdida auditiva. Otros efectos adversos en menor porcentaje fueron neuritis óptica (inflamación que causa reducción de la visión) o insuficiencia renal aguda. Además, el tratamiento en sí es un martirio diario por su naturaleza invasiva.

“Las catorce organizaciones que luchamos por los derechos de las personas con tuberculosis pedimos que se retire las inyecciones de ese tratamiento. Se aplican de lunes a sábado y cuando los brazos o las piernas ya no aguantan más pinchazos en el cuerpo, deben aplicarse en donde sea. Eso espanta a los usuarios y hace que abandonen el tratamiento”

Explica Fabiola Rojas, presidenta de la Organización Distrital de Afectados por Tuberculosis y VIH en Villa El Salvador y vicepresidenta de la CONAMUSA, en diálogo con Conexión Vida.

Explicó que en la actualidad se cuenta con dos medicamentos de administración oral –bedaquilina y delamanid– que pueden garantizar el tratamiento en casos multi drogo resistente al reemplazar al inyectable kanamicina. Estos dos fármacos se encuentran en nuestro país, pero se usan únicamente en para personas con tuberculosis extremadamente resistente, los cuales suman unos ochenta casos, de acuerdo con la Dirección de Prevención de TB.

“Lo que planteamos (al ministerio de Salud) es que se usen también en los casos de tuberculosis multi drogo resistente (y no solo en los extremadamente resistente). La Organización Mundial de la Salud ya ha dado su visto favorable a estos dos medicamentos”, declara Rojas.

¿Por qué no se les incluye como recomienda la OMS? Leonid Lecca, médico y director ejecutivo de Socios en Salud, explica que los procedimientos del estado avanzan con lentitud lo cual dificulta que las entidades del Ministerio de Salud generen los pasos para su aprobación. “Hay cuestiones burocráticas de por medio. Se necesita autorización de la Digemid (para que el producto entre al petitorio de medicamentos), que se redacte una norma técnica, pero se está dilatando por falta de voluntad política”, indica Lecca a este medio.

Durante la pandemia el número de casos de TB se redujo, lo cual significa que muchas personas con tuberculosis no reciben tratamiento lo que se evidencia en casos de la enfermedad en grados elevados.

 

Las personas con tuberculosis no son ajenas al VIH ya que existen muchos casos de coinfección. Las últimas estadísticas de Dirección Nacional de TB dan a conocer que en 2020 1 de cada 5 personas con coinfección de tuberculosis y VIH fallecen en el país. Una cifra mayor respecto al año 2019. Esto indica que se adolece de un diagnóstico temprano de ambas condiciones de salud al no trabajar en la prevención de las enfermedades ya referidas, yendo en contra de los criterios establecidos en las normas técnicas.

La reducción del presupuesto para los programas de VIH y tuberculosis en 45% respecto al año pasado también es un tema de preocupación. “Desde la mirada de la sociedad civil estamos convencidos que va a haber un posible problema de la situación de tuberculosis y más si a esto le acompaña la pandemia. La tuberculosis es la otra pandemia de la cual no se quiere hablar”, advierte Fabiola Rojas.

 

 

Entrevista a Fabiola Rojas, presidenta de la Organización Distrital de Afectados por Tuberculosis y VIH en Villa El Salvador y vicepresidenta de la CONAMUSA en el programa Vive Salud.

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