Usuario con VIH que estuvo internado en Hospital de Arequipa denunció que recibió alimentos en envases descartables tras conocerse su condición de salud crónica. EsSalud se justifica en que se busca evitar contaminación cruzada de alimentos, ciñéndose así a una norma que estaría desactualizada.
Escribe: Renato Arana Conde – Conexión Vida
Lima, Perú.– Bajo el argumento de proteger la integridad de la salud de los usuarios de EsSalud durante su hospitalización, las personas con VIH denuncian que vienen recibiendo un trato diferenciado en la entrega de sus alimentos para evitarles una “posible contaminación cruzada”. Este acto de discriminación repercute en la dignidad y la autoestima de los pacientes.
El hecho se puso en evidencia a fines de agosto, mediante una denuncia de un asegurado con VIH que tuvo que internarse en el Hospital Nacional Carlos Alberto Escobedo de EsSalud en Arequipa. De acuerdo al testimonio del denunciante, ingresó al área de observación de emergencia el domingo 22 de agosto, lugar donde recibió sus alimentos con normalidad, como el resto que ocupaba las instalaciones.
No obstante, al siguiente día, cuando el personal de salud tuvo conocimiento de su condición de persona con VIH, comenzó a recibir sus alimentos en envases y cubiertos de plástico: descartables. Ante el reclamo por el trato diferenciado que recibía el denunciante desde entonces, los trabajadores le informaron que el uso de descartables forma parte del protocolo de EsSalud para personas con VIH.
El grupo de vigilancia de antirretrovirales, GIVAR, recibió la denuncia del usuario y pidió al presidente de EsSalud, Mario Carhuapoma, información que corroborase la existencia de normas que vulneran los derechos de las personas con VIH. En respuesta, EsSalud citó a su Guía de Buenas Prácticas de Manipulación de Alimentos en los Servicios de Nutrición y la Guía de Nutrición para Personas con VIH para indicar que, con el fin de evitar contaminación cruzada de alimentos, se recurre al uso de envases y cubiertos descartables. Lo cual según ellos no se trata de un acto de discriminación.
Sin embargo, lo que EsSalud no explica en su respuesta que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la contaminación cruzada es la transferencia de agentes nocivos de un alimento contaminado a otro que no lo está, como se puede dar el caso de un producto cocido que tiene contacto con uno crudo que presenta microrganismos perjudiciales.
Aclarado esto, no existe razón de ser para el uso de descartables en establecimientos de salud (donde lo indispensable es la higiene en la preparación de los alimentos), evite la contaminación de la comida destinada a los pacientes. Incluso durante la pandemia, la Organización Mundial de la Salud indicó que es poco probable la infección de covid-19 por medio de los alimentos o los envases que lo contienen. Menos sentido tiene entonces el uso de platos de tecnopor y cubiertos plásticos.
Y si bien la pandemia sería la excusa para estos actos de marginación dentro de un hospital, recordemos que GIVAR a lo largo de los años ha reportado este tipo de casos. Por ejemplo, en enero de 2020, una mujer que estuvo internada en el hospital II de Huaraz denunció que, por su condición de persona con VIH, le servían sus alimentos en envases de tecnopor y cubiertos descartables, a diferencia del resto de pacientes. Ante este clima hostil (pues hasta sus compañeras de habitación le rechazaron, presa de sus prejuicios, al saber que tenía VIH), pidió su alta voluntaria.
Para Sandra Flores, médico del área de salud de Sí, da Vida (organización que da soporte a personas con VIH), se trata de un claro caso de discriminación pues el uso de descartables no evita la “contaminación cruzada”, tal como argumenta EsSalud, ya que se produce realmente de alimento a alimento.
“Hay que cuestionar el manual que se encuentra desactualizado porque no tiene nada que ver el uso de vajilla. Si tú haces bien la limpieza de la vajilla con agua y jabón es suficiente. Para mí, el uso de descartables es una creencia que tiene el personal de salud y eso nos lleva a preguntarnos: ¿a quién están intentando ellos proteger, a la persona que está internada (a la cual se le da el descartable) o se están intentando proteger ellos mismos?”, declaró Flores en diálogo con Conexión Vida.
Y si en caso se deba a que en el fondo existe un temor aun arraigado, propio de los prejuicios, hacia las personas con VIH, la doctora aclara: “el 98% de transmisión es por medio de prácticas sexuales, un muy bajo porcentaje es por sangre contaminada y la transmisión vertical es la otra vía. Y no tiene nada que ver con el uso de vajilla”
