El 19 de junio se inició la vacunación de personas con VIH contra el covid-19, en una ceremonia con autoridades del Ministerio de Salud las cuales daban estimaciones bastante optimistas sobre el alcance del programa; sin embargo, la realidad es otra por la precariedad e informalidad de los registros de usuarios en los establecimientos de salud donde deberían inmunizarse este grupo vulnerable.

Escribe: Renato Arana Conde- Conexión Vida 

Lima, Perú.- A diez días de iniciado el proceso de vacunación contra covid-19 a cerca de 87 mil personas con VIH en el país, el caos, desactualización de datos y poca empatía y bastante informalidad por parte del personal de los servicios de salud pública ha originado que el proceso de inmunización para este grupo vulnerable presente retrasos en el acceso a la preciada vacuna.

Tal como evidencia el grupo de vigilancia para abastecimiento de antirretrovirales, GIVAR, una de las principales barreras para la vacunación es que, pese a que los usuarios deben inocularse la vacuna en los mismos establecimientos de salud donde reciben originalmente tratamiento antirretroviral (para garantizar la confidencialidad de su diagnóstico, por ley), resulta que, al momento de acudir, no están registrados en los padrones nominales del Ministerio de Salud: documento prescindible para obtener la inmunización.

Vacunación de personas con VIH - foto: Marlon Castillo / Conexión Vida
Vacunación de personas con VIH – Foto: Marlon Castillo / Conexión Vida

“Me di con la sorpresa de que no habían aún llegado las vacunas, que había un padrón enviado por el Ministerio donde no me encontraba y me hicieron que me registre en una hoja. Lo mismo pasó a la mayoría de personas que estábamos esperando”, denunció un usuario del hospital Cayetano Heredia. 

Similar situación se presentó en el hospital Arzobispo Loayza, donde los usuarios, luego de comprobar su ausencia en los padrones nominales, les daban cómo solución ser anotados por el personal de salud y esperar la llamada del hospital para la confirmación o, cómo sucede en el Cayetano Heredia, los teléfonos brindados a los cuales se llama -informan los usuarios- nunca contestan.

Si tienen suerte, tal como ocurre en el hospital Sergio Bernales, una voz masculina, al otro lado de la línea, responde con descortesía, lo cual intimida a los usuarios, quienes solo les queda adoptar una actitud pasiva frente al problema y esperar la llamada… si se dignan, del otro lado, a acordarse de los usuarios. “Llamé al anexo 324 del Sergio Bernales (que es para vacunación) y ahí si me respondieron… pero que aún no llegan las vacunas y me colgaron. En fin, ya estoy acostumbrada que en ese hospital siempre traten de esa manera”, recuerda la usuaria de este hospital en Comas.

“No nos dan ninguna razón de la vacunación. No sé tampoco si me encuentro en el padrón o no, dicen que solo hay un grupo de personas en ese padrón y que quizá sería recién ¡en el mes de agosto o septiembre!, pese a que ya llegaron cuatrocientas vacunas”, es el testimonio de un usuario que se atiende en el hospital Regional Lambayeque.

De acuerdo a Marlon Castillo, representante de GIVAR, el problema con el padrón nominal radica en que, una vez que se envía este documento a la oficina de inmunización, se devuelve debido a la deficiencia a la hora de registrar a los usuarios por diversos motivos: la misma información de un usuario desde diferentes IPRESS (se han dado casos desde Ministerio de Salud y EsSALUD a la vez), información personal falsa adrede por el usuario en un intento por salvaguardar su diagnóstico de VIH o errores de tipeo.

A esto se suma el precario sistema del personal de salud a la hora de registrar (a los que no se encuentran en los padrones) por medio de anotaciones a puño y letra en cuadernos, en los cuales -debido a su falta de rigurosidad- recae en los errores de registro descritos líneas arriba. Una informalidad que repercute en los más vulnerables, quiere decir, los usuarios que viven con la condición.

“Hasta el 30 de junio, hemos reportado  46 quejas de usuarios de  hospitales de Lima como Cayetano Heredia, Santa Rosa, Dos de Mayo, Sabogal, Hipólito Unanue; así como en otros de las regiones Ica, la Libertad, Cajamarca, Piura y ONG. Hemos alcanzado esta información a la Defensoría del Pueblo, SUSALUD y la dirección de VIH del Ministerio de Salud que dan como respuesta que guarden la calma, que se les va a vacunar. Pero las autoridades deben entender que muchos de estos usuarios se encuentran vulnerables al no contar con acceso a pruebas de CD4 y carga viral”, advierte Castillo.

PRESUNTA SUPLANTACIÓN 

Esta informalidad en el manejo de información no solo tiene repercusión negativa a nivel sanitario, sino que, hasta linda con lo penal, tal como experimentó un usuario del hospital Edgardo Rebagliati. Tras aplicarse la primera dosis de la vacuna el 19 de junio  en ese establecimiento de EsSALUD, el personal le cerró el paso para reclamarle que, de acuerdo a los registros, había recibido su primera dosis el 22 de mayo de este año en Chosica. Al parecer se trataba de un caso de suplantación. Se le retuvo el carnet y el DNI desde las 11 de la mañana hasta las 5 de la tarde, mientras averiguaban lo ocurrido, atentando contra su libertad.

“Yo tuve que llamar a unos policías que estaban cerca para que presionen y hablaron con los chicos encargados de registrar la vacunación. Después de la presión de la policía y mía, me hicieron firmar una declaración jurada y me entregaron el DNI y el carnet, pero me dijeron que no me aseguraban la aplicación de la segunda dosis hasta qué se aclare el tema”, recuerda compungido el denunciante de 51 años.

Director Nacional de Prevención de VIH, Carlos Benites Villafane Vacunacion personas con VIH - Foto: Marlon Castillo
Director Nacional de Prevención de VIH, Carlos Benites Villafane Vacunacion personas con VIH – Foto: Marlon Castillo / Conexión Vida

En entrevista con Conexión Vida, Carlos Benites (el director ejecutivo de Prevención y Control de VIH/Sida, Enfermedades de Transmisión Sexual y Hepatitis del Ministerio de Salud) afirmó que el proceso de vacunación para las personas con VIH en el país debería culminar a fines de julio: indicó seis semanas, como máximo, partiendo del 19 de junio, día que dio la entrevista. Al parecer, esta autoridad tendrá que replantear sus plazos y ser más realista en sus estimaciones, pues, de acuerdo a denuncia de usuarios, recién recibirán la vacuna, muy, muy pasado el fin de este mes.

 

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