En nuestro país ya existe un marco legal, que se ha ido logrando a lo largo de los años, que busca garantizar el respeto de la identidad de género y reconoce a las personas trans como población vulnerable.
Si bien cada vez más personas entienden la importancia de este tema, para muchos estos conceptos pueden ser nuevos o confusos. Por eso es necesario acabar con ciertos mitos.
La identidad de género es básicamente la vivencia interna individual que cada persona tiene en relación a su propio género. Como sabemos, a todos se nos asigna un sexo al nacer. Esta decisión se toma en pocos segundos, al ver el tipo de genitales que tenemos y queda registrado en nuestros documentos. Sin embargo, la identidad de género es algo que vamos desarrollando y descubriendo con los años, a medida que empezamos a conocernos a nosotros mismos.
Así, en la mayoría de personas, nuestra identidad de género sí se corresponde con el género con el que nos registraron al nacer. Se nos conoce como personas cisgénero. Por su parte, las personas trans son aquellas que se dan cuenta de que su verdadera identidad de género no es la misma que le asignaron al nacer.
En la región y en el Perú, las personas trans son una de las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad. Enfrentan una vida de violencia, estigmas y discriminación, tan solo por el hecho de ser como son. Cuatro de cada diez peruanos aseguran no estar dispuestos a contratar a una persona trans, según reveló la Encuesta Nacional sobre Derechos Humanos de personas LGBTI. Más aún, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, debido a las condiciones estructurales de exclusión, la esperanza de vida de las personas trans es de 35 años en toda la región.
En nuestro país ya existe un marco legal, que se ha ido logrando a lo largo de los años, que busca garantizar el respeto de la identidad de género y reconoce a las personas trans como población vulnerable. Está sustentado en tratados internacionales sobre derechos humanos, y en normas y sentencias nacionales, emitidas por distintos organismos de gobierno.
Sin embargo, aún el Congreso tiene pendiente aprobar una ley de identidad de género que permita a las personas trans rectificar su documento de identidad a través de un trámite accesible. Hoy en día, solo logran esto quienes se embarcan en larguísimos y victimizantes procesos judiciales contra el Estado. Y aún así, tras años y mucho esfuerzo, muchas veces no lo logran por la decisión individual de un juez o el activismo mal enfocado de un procurador del Reniec.
En el Perú la identidad es uno de los derechos fundamentales, que en el caso de las personas trans, es negado. Al no contar con un documento de identidad que refleje su verdadera identidad de género, ven el ejercicio de su ciudadanía gravemente limitado y afectado.
El dictamen favorable hacia la Ley de Identidad de Género va a acercar al Perú al estándar internacional de derechos humanos. Mañana podría ser un día histórico si los miembros de la Comisión de la Mujer y la Familia así lo deciden.