Internacional.- Los infectólogos suelen ser muy categóricos con los tratamientos para combatir el VIH: es necesario mantenerlos en el tiempo y tomar regularmente los antirretrovirales. Así se logran mantener las defensas altas, que se expresa en los en los llamados linfocitos CD4; y tener una carga viral indetectable. Es decir, tener tan poca cantidad del virus en el cuerpo para impedir su propagación.

Pero los mismos especialistas a veces se encuentran con casos excepcionales y en Argentina hay uno de ellos. Se trata de la llamada “Paciente de Buenos Aires”, una mujer que contrajo el virus en 1996, estuvo en tratamiento 10 años con antirretrovirales, pero que desde hace 12 años no toma medicación y hoy, a sus 56 años, continúa con su carga viral indetectable al igual que las personas que sí siguen el tratamiento.

“Conocimos a esta paciente en el año 1997”, explica la Dra. Isabel Cassetti, médica infectóloga y especialista en medicina interna, quien junto con la Dra. Analía Ureña siguió el caso desde entonces, cuando los tratamientos eran mucho más complicados y menos efectivos que ahora.

“En esa época dábamos mucha cantidad de pastillas muy tóxicas y entonces ella nos propuso suspender el tratamiento porque notaba alteración de la grasa corporal, que se llama lipodistrofia, aumento de triglicéridos o colesterol. La adherencia era muy irregular”, recuerda Cassetti.

Luego de 10 años de tratamiento, y con su carga viral indetectable, decidieron realizar una suspensión programada de tratamiento- “que en aquella época se podía hacer. Hoy no se puede hacer, no está recomendado”, aclara- para poder tratar los efectos colaterales de la medicación.

Pensaban que, al suspender el tratamiento, la carga viral enseguida subiría “como ocurre en la mayoría de los casos”. Pero no fue así. “Desde esa suspensión hasta ahora ya lleva 12 años sin tratamiento antirretroviral y la carga viral no detectable», confirma Cassetti, quien hoy es la directora médica de Helios Salud, uno de los principales centros de infectología del país. Incluso perdió los anticuerpos, es decir que al realizarse las pruebas de VIH da negativo.

Todas estas particularidades hicieron que su caso fuera presentado en distintos congresos y hasta viajaron dos veces a Estados Unidos, en 2015 y 2017 para que la “Paciente de Buenos Aires” fuera analizada en los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés). Además, el caso fue publicado recientemente por la revista especializada de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de EE.UU. (IDSA, por sus siglas en inglés).

“‘Queremos estudiar a esta paciente porque es rara”, nos dijeron. La llevamos, le hicieron biopsia de intestino, muchas, biopsia de ganglios, punción lumbar; le sacaron sangre por un método que es leucoféresis y no encontraban el virus en ningún lado”, explica Cassetti, quien agrega que, incluso, llegaron a dudar del diagnóstico.

Finalmente, con los resultados de todos esos estudios concluyeron que esta paciente, efectivamente, tiene VIH y lo mantiene bajo control. “Encontraron restos de virus en una biopsia de ganglio y en la biopsia del cerebro. En resumen: se trata de una remisión sostenida del virus o lo que se llama cura funcional. No es una verdadera cura real», agregó.

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