Salen a la luz casos de cáncer por las nubes de cenizas y desechos tóxicos

EE.UU.- Han pasado 18 años del 11 de setiembre de 2001, cuando en un acto terrorista dos aviones impactaron en las Torres Gemelas de Nueva York, dejando casi 3000 muertos y 6000 heridos. 

Las Torres Gemelas eran figuras emblemática del mundo financiero estadounidense, y estuvieron ubicadas en pleno World Trade Center, en el Bajo Manhattan. Contaban con 110 pisos. La Torre 1 (ubicada al norte) tenía 417 metros de altura, mientras que la Torre 2 (ubicada al sur) medía 415. Inicialmente ambas fueron edificadas para compañías y organizaciones directamente relacionadas con el mundo comercial.

Tras el atentado del 2001, sobre el espacio donde estaban las torres se construyeron cinco nuevos rascacielos, un memorial en homenaje a las víctimas y un terminal de transporte.

En el monumento 9/11 Memorial and Museum se construyeron dos fuentes idénticas -donde antes se encontraban las Torres Gemelas en las en que ahora se encuentran, grabados en bronce, los nombres de los fallecidos. 

Donde estaban las Torres Gemelas se creó una zona para homenajear a las víctimas de los atentados. Foto: Cedoc Perfil

Las secuelas del atentado

Sin contar todos los muertos y heridos en el derrumbe del World Trade Center, no se ha terminado de contar aún las personas enfermas de cáncer y otros males graves, sobre todo de pulmón, ligadas a la nube tóxica que planeó durante semanas sobre el sur de la isla.

Jaquelin Febrillet tenía 26 años y trabajaba a dos cuadras de las Torres Gemelas cuando sucedio el atentado 15 años después fue diagnosticada con un cáncer metastásico. La única explicación lógica: la nube de cenizas y desechos tóxicos en la cual se encontró inmersa el día de la catástrofe.

Richard Fahrer, hoy de 37 años, trabajó frecuentemente en el sur de Manhattan como agrimensor del 2001 al 2003. Hace 18 meses, tras padecer dolores en el estómago, los médicos detectaron a este joven padre un cáncer agresivo de colon, una enfermedad que afecta en general a hombres mucho mayores, y para el cual no tenía ninguna predisposición.

A fines de junio pasado, más de 21.000 de ellos se había registrado en el programa de salud, dos veces más que en junio del 2016. Y de esos 21.000, cerca de 4.000 fueron diagnosticados con un cáncer, sobre todo de próstata, seno o piel.

Personas intentas alejarse de la zona del desastre luego del ataque. Foto: AP/AFP

 

Los decenas de miles de bomberos, rescatistas, médicos o voluntarios movilizados hacia el “Ground Zero”, donde se erigían las Torres, fueron los primeros afectados. Ya en el 2011, un estudio publicado en la revista científica The Lancet mostraba que estas personas se enfrentaban a riesgos aumentados de padecer cáncer. 

“Es imposible para un individuo determinar la causa exacta (de un cáncer), ya que ningún examen de sangre viene con la etiqueta WTC”, pero varios estudios mostraron que “la tasa de cáncer aumentó entre 10% y 30% en las personas expuestas”,

David Prezant, jefe médico de los bomberos NY.

Y se espera que esta tasa aumente en el futuro, a raíz del envejecimiento de las personas expuestas, los riesgos de cáncer aumentan con la edad y la naturaleza de ciertos cánceres, como el de pulmón o el mesotelioma, que demora de 20 a 30 años en desarrollarse.

 
 
 

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