La luchadora social y activista por los derechos humanos, fue nombrada hace tres días, directora del Programa Conjunto de Naciones Unidas contra el Sida.
Escribe: Marlon Castillo / Conexión Vida con información de Onusida.
Ginebra, Suiza.- «Poner fin al Sida como amenaza para la salud pública para 2030 es un objetivo que está al alcance del mundo, aunque no subestimo la magnitud del desafío que tenemos por delante» fue parte del discurso que brindó Winnie Byanyima, la recientemente nombrada directora ejecutiva del Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el Sida – Onusida.
Desde su nombramiento, para muchos es darle un nuevo respiro al organismo internacional, que estuvo a cargo de Michel Sidibé, acusado de tolerar una cultura de hostigamiento y acoso sexual dentro de la organización.
En ese sentido, la vida Winnie Byanyima, da una clara esperanza de motivar cambios en la gestión de Onusida.
Nacida en Uganda en enero de 1959, fue la primera mujer de Uganda en titularse como ingeniera aeronáutica e ingeniera mecánica en la Universidad de Mánchester en el Reino Unido.
Participó activamente en la política y la lucha por los derechos humanos en momentos que su país estaba al mando del militar y dictador Idi Amin Dada.
Además, fue la directora ejecutiva de Oxfam internacional, una organización no gubernamental que realiza labores humanitarias y desde hace 30 años cuando era miembro del parlamento en la Asamblea Nacional de Uganda, se convirtió en una gran defensora de las mujeres en África y los derechos humanos.
Para muchos, una mujer que ha roto esquemas y que pese a la discriminación de género en su país, logró alcanzar un gran liderazgo.
«Para mí es todo un honor unirme a Onusida en calidad de directora ejecutiva en un momento tan crítico como este en el que nos encontramos con relación a la respuesta al VIH», expresó emocionada Byanyima, que deberá realizar un arduo trabajo para alcanzar las metas 90-90-90 propuestas por Onusida para poner fin al sida al año 2030 en el mundo.