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18,2 millones de personas reciben terapia para el VIH en el mundo

El nuevo informe de ONUSIDA muestra que las personas son particularmente vulnerables al VIH en determinados momentos de su vida y pide que se ponga en marcha una aproximación que comprenda todo el ciclo vital para hallar soluciones para todos en cada etapa

Suiza, Ginebra.- Un nuevo informe de ONUSIDA muestra que los países se están sumando a los objetivos de acción acelerada, con un millón más de personas que han conseguido acceso al tratamiento en solo seis meses (de enero a junio de 2016). Para enero de 2016, cerca de 18,2 millones [16,1 millones–19,0 millones] de personas tuvieron acceso a medicamentos destinados a salvar vidas, entre ellas 910 000 niños, el doble de la cifra alcanzada hace cinco años. Si estos esfuerzos son continuos y se incrementan, el mundo estará en camino de lograr la meta de 30 millones de personas en tratamiento para el año 2020.

Get on the Fast-Track: the life-cycle approach to HIV (A bordo de la acción acelerada: la aproximación al VIH basada en el ciclo vital) fue presentado hoy en Windhoek (Namibia) por el presidente de Namibia, Hage Geingob, y el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. «Hace poco menos de dos años, 15 millones de personas accedían al tratamiento antirretrovírico; hoy, más de 18 millones se encuentran en tratamiento y las nuevas infecciones por el VIH entre los niños continúan disminuyendo», dijo el Presidente Geingob. «Ahora tenemos que asegurarnos de que el mundo continúe la acción acelerada para poner fin a la epidemia de sida para el año 2030 en Namibia, en África y en todo el mundo».

El informe contiene información pormenorizada sobre las complejidades del VIH y revela que la transición de las niñas hacia la edad adulta es un momento muy peligroso, particularmente en el África subsahariana. «Las mujeres jóvenes se enfrentan a una amenaza triple», dijo Sidibé. «Se encuentran en riesgo elevado de contraer la infección por el VIH, tienen bajas tasas de pruebas del VIH y cumplimiento reducido del tratamiento. El mundo les está fallando y necesitamos urgentemente hacer más».

La prevención del VIH es clave para poner fin a la epidemia de sida entre las mujeres jóvenes y es preciso que rompamos el ciclo de la infección por el VIH. Información reciente de Sudáfrica muestra que las mujeres jóvenes están contrayendo el VIH a través de hombres adultos, mientras que los hombres lo contraen mucho después, durante su transición a la edad adulta, y continúan el ciclo de nuevas infecciones.

El informe también pone de relieve que el impacto de prolongar la vida asociado al tratamiento está funcionando. En 2015, la cifra de personas mayores de 50 años que vivían con el VIH era mayor que nunca: 5,8 millones. El informe señala que si se alcanzan las metas del tratamiento, es de esperar que ese número aumente vertiginosamente a 8,5 millones para el año 2020. No obstante, las personas mayores que viven con el VIH tienen un riesgo hasta cinco veces más elevado de sufrir enfermedades crónicas, por lo que se necesita una estrategia integral para dar respuesta a los costes crecientes de la atención médica prolongada.

Asimismo, el informe advierte sobre el riesgo de la resistencia a los medicamentos y la necesidad de reducir los costes del tratamiento de segunda y tercera línea. También subraya la necesidad de más sinergias con los programas para la tuberculosis (TB), el virus del papiloma humano (VPH), el cáncer cervical y la hepatitis C, con el fin de reducir las causas principales de enfermedad y muerte entre las personas que viven con el VIH. En 2015, de 1,1 millones de personas que murieron de enfermedades relacionadas con el sida, 440 000 murieron de TB, entre ellas 40 000 niños. «El avance que hemos conseguido es extraordinario, especialmente en lo que respecta al tratamiento, pero también es increíblemente frágil», dijo Sidibé. «Están surgiendo nuevas amenazas y, si no actuamos ahora, nos arriesgamos a la reaparición y la resistencia. Esto es lo que sucedió con la TB. No debemos cometer los mismos errores otra vez».

A bordo de la acción acelerada: la aproximación al VIH basada en el ciclo vital, describe que gran número de personas en riesgo elevado de contraer la infección por el VIH y personas que viven en áreas con una alta carga están siendo privadas del acceso a los servicios para el VIH en momentos críticos de sus vidas, lo que abre la puerta a nuevas infecciones por el VIH e incrementa el riesgo de morir de enfermedades relacionadas con el sida. El informe examina las brechas y abordajes necesarios en la programación del VIH durante el ciclo vital y ofrece soluciones de prevención y tratamiento del VIH adaptadas a cada etapa de la vida.

«Poner fin al sida solo es posible si unimos fuerzas. Para ello tenemos que hacer lo que esté a nuestro alcance y adoptar de forma creativa pero firme los objetivos 90–90–90», dijo Eunice Makena Henguva, a cargo del Proyecto de emancipación económica de la juventud de la Red para la salud de las mujeres de Namibia.

Desde el nacimiento

A nivel mundial, el acceso a los medicamentos para el VIH para prevenir la transmisión maternoinfantil del virus aumentó al 77% en 2015 (del 50% en 2010). Como resultado, las nuevas infecciones por el VIH entre los niños han disminuido en un 51% desde 2010.

El informe señala que de los 150 000 niños que contrajeron nuevas infecciones por el VIH en 2015, cerca de la mitad se infectaron a través de la lactancia materna. Esto pone de manifiesto que el contagio a través de la lactancia materna puede evitarse si las madres que viven con el VIH reciben respaldo para continuar con los medicamentos antirretrovíricos, lo que les permite amamantar de forma segura y garantiza que sus hijos reciban los importantes beneficios de la leche materna.

Las pruebas también continúan siendo un tema principal. El informe muestra que solo cuatro de los 21 países prioritarios en África suministraron pruebas de VIH para más de la mitad de los bebés en contacto con el VIH en el curso de sus primeras semanas de vida. Además refleja que en Nigeria, que representa más de un cuarto de las nuevas infecciones por el VIH entre los niños a escala mundial, solo la mitad de las mujeres embarazadas que viven con el VIH se realizan la prueba del VIH.

A bordo de la acción acelerada: la aproximación al VIH basada en el ciclo vital hace hincapié en la necesidad de más esfuerzos para extender las pruebas de VIH a las mujeres embarazadas y extender el tratamiento a los niños, así como mejorar y ampliar el diagnóstico infantil precoz por medio de las nuevas herramientas de diagnóstico y métodos innovadores, tales como los recordatorios por mensajes de texto, para que las madres que viven con el VIH y sus bebes estén bajo atención.

El informe también alienta a los países a adoptar los objetivos del marco de referencia Start Free, Stay Free, AIDS Free, conducido por ONUSIDA y el Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida con el fin de reducir el número de nuevas infecciones entre los niños, adolescentes y mujeres jóvenes y asegurar el acceso a terapia antirretrovírica durante toda la vida si están viviendo con el VIH.

En la adolescencia

El informe señala que la franja de edad comprendida entre los 15 y los 24 años es un momento increíblemente peligroso para las mujeres jóvenes. En el año 2015, cerca de 7500 mujeres jóvenes contrajeron la infección por el VIH cada semana. Los datos de los estudios llevados a cabo en seis localidades de África meridional y oriental revelan que las niñas de entre 15 y 19 años representaban el 90% de las nuevas infecciones por el VIH registradas en jóvenes de entre 10 y 19 años de edad en África meridional, y más del 74% en África oriental.

A escala mundial, entre 2010 y 2015 el número de nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años se redujo en solo un 6%, de 420 000 a 390 000. Alcanzar la meta de menos de 100 000 nuevas infecciones por el VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes para el año 2020 requerirá una reducción del 74% en los cuatro años comprendidos entre 2016 y 2020.

Muchos de los niños que nacieron con el VIH y sobrevivieron ahora están entrando en la edad adulta. Los estudios realizados en 25 países en 2015 muestran que el 40% de los jóvenes de entre 15 y 19 años de edad contrajeron el VIH a través de la transmisión maternoinfantil. Esta transición también incrementa otro desafío importante: las elevadas cifras de muertes relacionadas con el sida entre adolescentes. Los adolescentes que viven con el VIH tienen tasas más altas de bajo cumplimiento de la medicación y fracaso del tratamiento.

Se necesitan una serie de soluciones para dar respuesta a las necesidades específicas de los adolescentes: mayores esfuerzos para la prevención del VIH, mantener a las niñas y los niños en la escuela, incrementar las pruebas del VIH, la circuncisión médica masculina voluntaria, la profilaxis previa a la exposición y el acceso inmediato a terapia antirretrovírica.

Grupos de población clave

En 2014, aproximadamente el 45% de las nuevas infecciones por el VIH a escala mundial se produjeron entre miembros de los grupos de población clave y sus parejas sexuales. El informe advierte que las nuevas infecciones por el VIH siguen aumentando entre las personas que se inyectan droga (un 36% desde 2010 hasta 2015), así como entre los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (un 12% desde 2010 hasta 2015); además, no están disminuyendo entre los trabajadores sexuales o las personas transgénero.

El informe describe la necesidad acuciante de llegar a los grupos de población clave con programas de prevención y tratamiento del VIH que satisfagan sus necesidades específicas durante toda la vida; sin embargo, los niveles de financiación total están muy por debajo de lo necesario para que los programas relativos al VIH lleguen a los grupos de población clave, especialmente la financiación proveniente de fuentes nacionales.

La edad adulta

En julio de 2016, en el Informe sobre las carencias en la prevención del VIH, ONUSIDA advirtió que las iniciativas de prevención del VIH no estaban funcionando para los adultos y que las nuevas infecciones por el VIH entre adultos no habían disminuido durante al menos cinco años. A bordo de la acción acelerada: la aproximación al VIH basada en el ciclo vital menciona las preocupaciones existentes respecto del retraso de África occidental y central en la respuesta al VIH. La región concentra el 18% de las personas que viven con el VIH, pero la grave falta de acceso al tratamiento supone que registre el 30% de las muertes relacionadas con el sida en todo el mundo.

El informe también arroja luz sobre la infección por el VIH y su tratamiento entre los hombres adultos, y revela que los hombres son mucho menos propensos que las mujeres a conocer su estado serológico y acceder al tratamiento. Un estudio llevado a cabo en KwaZulu-Natal (Sudáfrica) mostró que solo el 26% de los hombres conocía su estado serológico, solo el 5% recibía tratamiento y que la carga vírica entre los hombres que vivían con el VIH era extremadamente alta, lo que hacía mucho más probable la futura transmisión del virus.

En la madurez

El informe muestra que la terapia antirretrovírica permite que las personas que viven con el VIH vivan más. En 2015, las personas mayores de 50 años representaban cerca del 17% de la población adulta (de 15 años en adelante) que vive con el VIH. En los países con altos ingresos, el 31% de las personas que vivían con el VIH tenía más de 50 años.

A bordo de la acción acelerada: la aproximación al VIH basada en el ciclo vital también muestra que aproximadamente 100 000 personas de más de 50 años que viven en países con ingresos bajos y medios contraen el VIH cada año, lo que confirma la necesidad de incluir a las personas mayores en la prevención del VIH, así como en la programación del tratamiento.

A medida que las personas que viven con el VIH envejecen, también corren el riesgo de desarrollar efectos secundarios a largo plazo a causa del tratamiento del VIH o desarrollar resistencia a los medicamentos y necesitar tratamiento para las comorbilidades, tales como la TB y la hepatitis C, que también pueden interactuar con la terapia antirretrovírica. Se necesitan investigaciones e inversiones continuas para descubrir tratamientos más simples y tolerables del VIH y de las comorbilidades, así como para descubrir una vacuna y cura del VIH.

Foto: Difusión

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El informe concluye que las inversiones deben realizarse con inteligencia a lo largo del ciclo vital, con un enfoque centrado en el lugar y la población que garantice la disponibilidad de programas basados en pruebas y de alto impacto en las áreas geográficas y entre las poblaciones con mayor necesidad.

Asimismo, insta a los países a continuar la acción acelerada de la prevención, las pruebas y el tratamiento del VIH para terminar con la epidemia de sida como amenaza para la salud pública en el año 2030 y asegurar que las generaciones futuras vivan sin el VIH.

Fuente: Oficina de prensa de las Naciones Unidas 

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