Lima, Perú .- Un grupo de personas que viven con el VIH y se atienden en las afueras del servicio de infectología, realizaron una protesta en las afueras de la dirección del hospital, solicitando mejorar la infraestructura del lugar y las condiciones de atención.
Con carteles en la mano y realizando algunas arengas, llegaron hasta la oficina de la máxima autorida
d del nosocomio, pidiendo una reubicación dentro del mismo hospital, dentro del plazo de 48 horas.
Mercedes Atocza, una de las usuarias que se atiende desde hace 16 años, manifestó que no existen condiciones para ser reubicados en un espacio alquilado por el hospital, pues no reúne las condiciones de bioseguridad.
“Nos quieren enviar a un consultorio sin ventilación, con espacios muy reducidos que nos va a poner en alto riesgo”, precisó Atocza.
Añadió que se vulnera la Ley 26626, que permite una atención integral y confidencialidad, que lo han perdido, al ser atendidos a la intemperie.
Manifestó además que si se cierra el servicio, se estaría realizando un genocidio porque unas 3, 500 personas se encuentran en riesgo de recibir su medicamento, si no se da una solución al problema.
Por otra parte, Pablo Anamaría, representante del Movimiento de Personas con VIH, indicó que durante una reunión con el Subdirector del hospital, José Huamán Muñante, se les ha dado 48 horas de tregua para que se pueda analizar una pronta solución al problema.
Resaltó además que Huamán Muñante, dijo que el director de Instituto de Gestión y Salud, fue quién autorizó el retiro de una carpa de atención que cubría del sol a los pacientes.
De acuerdo con declaraciones brindadas por el coordinador de GIVAR, Marlon Castillo, lo más preocupante del caso, es saber que existen unos 30 usuarios que no podrán iniciar su tratamiento antirretroviral, por la falta de atención. “La atención, debe ser integral y no se puede negar la medicación a nadie”, expresó.
Cabe indicar que hace un mes y medio, colapsó una parte del pabellón de los servicios de Infectología y Psiquiatría y luego del derrumbe, el lugar fue declarado inhabitable, por lo que el director del hospital, Luis García Bernal, lo declaró inhabitable y solicitó la suspensión de todo el servicio, por lo que el personal médico acondicionó una carpa para mantener recetando las medicinas a los usuarios, vitales para su salud.
