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Barcelona, España .- La comunidad científica cada vez lo tiene más claro: desde que se recibe el diagnóstico de VIH, el paciente tiene que ser tratado. La Organización Mundial de la Salud formuló recientemente esta recomendación, que la Sociedad Europea del Sida (EACS, por sus siglas en inglés) acaba de añadir a sus guías de tratamiento, presentadas en su congreso bienal que se celebra estos días en Barcelona.

Dos estudios que se presentaron el pasado mes de julio en Vancouver certificaron que el tratamiento temprano no solo es mejor para el paciente, sino para toda la sociedad, ya que una persona en tratamiento con una carga viral muy baja no puede contagiar. El copresidente de la EACS, Josep Maria Gatell, se muestra satisfecho de que las recomendaciones de las distintas organizaciones internacionales vayan en la misma línea. “El campo ya está suficientemente maduro como para que exista un consenso”, asegura.
Las nuevas guías también recomiendan el tratamiento profiláctico a los grupos de riesgo. Se trata de que quienes tienen más probabilidades de ser contagiados tomen un tratamiento antirretroviral, denominado PreP, de forma preventiva, algo que también reduce radicalmente las probabilidades de transmisión.

La generalización de estos tratamientos, según reconoce Gatell, ya es complicada en las zonas industrializadas del mundo, con lo que se antoja muy complicada en los países en desarrollo, que son precisamente los que más sufren la epidemia de VIH/sida.

La comunidad internacional se ha marcado para 2020 la estrategia 90/90/90, que se basa en aumentar al 90% la proporción de personas con VIH que conocen su diagnóstico, a incrementar al 90% aquellas bajo tratamiento antirretroviral, y a que el 90% bajo tratamiento tenga carga viral suprimida. Es un objetivo muy ambicioso que la mayoría de los investigadores dan casi por imposible.

Sin embargo, según Gatell, es bueno marcarse metas ambiciosas para acercarse a ellas. “En 2002 la cobertura en países de desarrollo era cero. Hoy ha llegado al 50%. Que en 2020 llegue al 90% es difícil incluso en el mundo desarrollado, pero si llega al 70% u 80%, es un avance. Y conforme más te aproximes a estas proporciones, la magnitud de la epidemia se reduce de manera lineal”. Gatell vaticina que en cinco años el porcentaje de cobertura en los países en desarrollo estará entre un 50% y un 90%, algo que “no es ideal”, pero sí “un progreso”.

Con respecto a otro de los grandes retos en la lucha contra el sida, el hallazgo de una vacuna, Gatell explica que el año que viene se producirán avances significativos, ya que “grandes proyectos llegarán a estudios en humanos”. Esto no quiere decir que haya una inmunización próxima, ya que estas investigaciones al menos duran cinco o seis años más, pero puede suponer los primeros pasos. Se refiere el doctor a vacunas terapéuticas, que servirían, si todo va bien, para suprimir el tratamiento una vez contraída la condición crónica de salud. En cuanto a las preventivas, aquellas que sirven para evitar el contagio en población sana, como la del sarampión, por ejemplo, las pesquisas están aún mucho más verdes.

Fuente: AFP

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