El médico activista por los derechos de las personas que viven con el VIH de Panamá se encadenó como medida de protesta en la puerta de un hospital ante la falta de medicamentos
Panamá, Panamá.- El médico Orlando Quintero se encadenó en la entrada de un hospital de la Caja del Seguro Social de Panamá (CSS) para denunciar que cerca de 300 personas con el VIH llevan más de 7 meses sin recibir el antirretroviral Raltegravir.
«Este desabastecimiento es producto de un sistema burocrático, o burrocrático, como yo lo llamo, que todo lo enreda y ralentiza», afirmó a Efe el doctor panameño, que preside la asociación Pro Bienestar y Dignidad de las Personas Afectadas por el VIH (Probidsida).
Quintero explicó que hizo la protesta con el objetivo de presionar a la junta directiva de la CSS, que paralelamente mantenía una reunión en este centro hospitalario de la capital panameña, para que autorice la compra de 2.400 frascos de este fármaco y 15.816 frascos de otro antirretroviral, el Atripla.
«Tenemos la esperanza de que nuestras exigencias sean resueltas en la reunión», reconoció el médico.
En Panamá hay cerca de 14.000 casos de VIH, 10.000 de los cuales reciben tratamiento en los hospitales del sistema de salud pública, según los datos de Probidsida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2014 había en Latinoamérica cerca de 1,7 millones de personas seropositivas, 33.000 de las cuales eran niños, y que el 47 % de los mayores de 15 años tenía acceso a tratamiento antirretroviral.
El activista panameño, que estuvo encadenado en las escaleras de entrada del hospital durante seis horas, fue visitado por el defensor del Pueblo, Alfredo Castillero.
«La próxima medida después de esto son acciones en la calle, con una gran convocatoria a muchas otras organizaciones, porque de una u otra forma todos vamos a ser pacientes desabastecidos», advirtió el activista.
La Contraloría General de la República indicó por su parte que actualmente no hay ninguna orden de compra para estos dos medicamentos y que la adquisición de los mismos tiene que ser aprobada por la junta directiva de la CSS.
«Una vez que los trámites para la compra ingresen a nuestra institución le daremos el trámite expedito para su debida fiscalización y refrendo, como hacemos con todos los medicamentos e insumos para la salud humana», sostuvo la Contraloría en un escueto comunicado.
La Caja del Seguro Social de Panamá enfrenta desde hace meses problemas de desabastecimiento de medicamentos y varias asociaciones civiles han alzado la voz como protesta.
El sistema de compras de medicinas sigue un proceso burocrático similar al de otro tipo de adquisiciones públicas, sin que se tengan en cuenta la urgencia de sus fármacos o su vencimiento.
Fuente: Agencia Efe