El prejuicio desplegado durante los últimos meses, ha dividido nuevamente el país. No señores, no estamos en proceso electoral, aunque parezca. Tampoco estamos hablando de enfrentamiento de barras bravas. Es la polarización generada por el movimiento ultraconservador.
Escribe: Diego Quispe Sánchez / Conexión Vida
¡Tienes el demonio dentro!, grita una mujer a un activista LGTBI. Está furiosa y viste una blusa rosada. Como si los colores del movimiento #Conmishijosnotemetas marcaran un prototipo acerca de las prendas a usar cada persona de acuerdo a su sexo. El activista gay, quien durante los primeros minutos guarda silencio, carga un cartel. “Dios ama a todos por igual”, detalla la pancarta. Sin embargo, la señora indignada arremete nuevamente alegando que un espíritu maligno está dentro del joven homosexual.
Es así que la paciencia se agota, y él responde.
– Señora, si el demonio estaría dentro de mí, yo desearía la muerte de la misma forma que lo hacen sus pastores – expresa -.
En breves segundos, un sujeto se acerca y escupe al activista. Más que los microbios que tiene la saliva del tercero, está la mancha que produce en la dignidad del ciudadano. Esa dignidad intenta ser modulada más aún por miembros de la policía que ahora rodean a los integrantes LGTBI y los expulsan de la Plaza San Martín – que cabe recordar es imposible que albergue un millón de personas -.
En efecto, las palabras del activista permiten recapitular el mensaje de Rodolfo Gonzáles Cruz. Pastor evangélico y líder del Movimiento Misionero Mundial. “¡Si encuentras a una pareja de mujeres teniendo sexo, maten a las dos!”, gritó el último miércoles en su local ubicado en La Victoria.
Utilizando la inversa a la propuesta de Gonzáles Cruz: ¿Si encuentras un sacerdote cristiano violando – o intentado hacerlo – a un menor? ¿Si encuentras a un sujeto violando a su esposa? ¿Si encuentras a un religioso cobrando el 10% de los ingresos de sus fieles? ¿Si encuentras a un individuo agrediendo a una ciudadana trans? ¿Si encuentras al médico Luis Solari intentando besar a la fuerza a la antropóloga Angela Motta? ¿Si encuentras a un periodista planteando la teoría de que mujer que no jode es hombre? ¿Qué hacer? ¿El infierno?
El prejuicio desplegado durante los últimos meses, ha dividido nuevamente el país. No señores, no estamos en proceso electoral, aunque parezca. Tampoco estamos hablando de enfrentamiento de barras bravas. Es la polarización generada por el movimiento ultraconservador. Sírvase a atestiguarlo mediante las redes sociales y apreciar los mensajes de los congresistas Carlos Tubino, Julio Rosas (y su hijo Christian Rosas), Roberto Viera, Edwin Donayre y el periodista Phillip Butters.
Y como una remembranza del panorama político del año pasado, integrantes del fujimorismo y Alianza Por el Progreso, volvieron a establecer alianzas con los movimientos religiosos. ¿Qué gato encerrado hay en este pacto político? ¿Estos respaldos guardaran relación con el proceso electoral que viene el 2018? ¿Phillip Butters y Christian Rosas quieren un cargo público? ¿Los parlamentarios quieren asegurar sus votos de reelección para el 2021? ¿Se viene la censura a la ministra de Educación, Marilú Martens?
Ojo, que los mismos pastores que ayer por la tarde dieron discurso ante 30 mil seguidores presentes, fueron los mismos que arremetieron verbalmente en la segunda vuelta presidencial del año pasado calificando a la población homosexual de causantes del VIH. Son los mismos que desde la gestión del exministro Saavedra califican a la Currícula Nacional como pervertida. Son los mismos que días antes se reunieron con la parlamentaria Úrsula Letona para, mediante el marco legislativo, buscar sentenciar el termino orientación sexual como inconstitucional. Y son los mismos que, calificaron de homosexualizador al texto narrativo sobre Oliver Button.
En el pesimismo histórico que a veces me embarga. ¿No fueron los mismos fieles que días antes recibieron a Jesús, los que después aplaudieron la liberación de Barrabás? ¿Quién es el Barrabás reaccionario aquí? Solo bastará con escuchar a Butters llamando cagón y vendido a René Gastelumendi – quien defendió la Currícula Nacional de Educación – para saber porque lado está desviándose el mundo. En este caso, el mundo del cristianismo ortodoxo, que probablemente sienta el aumento de su ira a partir del 13 de Marzo.