No hay mucho que celebrar, y más bien mucho por preocuparnos, respecto al problema de desabastecimiento de medicamentos en los hospitales y centros de salud del país
Escribe: Marlon Castillo / Conexión Vida
Lima, Perú.- Hoy 5 de octubre, se celebra el Día de la Medicina Peruana, en memoria del mártir de la medicina, Daniel Alcides Carrión, quien falleció en la misma fecha en el año 1885, tras soportar 40 días de enfermedad luego que se inoculara sangre infectada de una tumoración verrucosa, con la finalidad de contraer la llamada “Fiebre de La Oroya”, y la “Verruga Peruana” para estudiar su evolución y encontrar una cura para ambas.
Este día que se debería celebrarse con júbilo por el sacrificio heróico de Carrión a favor de la medicina, no se refleja en las políticas públicas que han ejecutado varios gobiernos en materia de salud en el país, que lo han dejado en el colapso y ahora sin abastecimiento de medicamentos en los hospitales y centros de salud del país.
El Ministerio de Salud, debió declarar en emergencia los hospitales de Lima Metropolitana por 90 días y aplicar medidas de urgencia para redistribuir el presupuesto público a favor de comprar insumos, medicamentos y pagos a trabajadores impagos del sector.
Pese a ello, la medida resulta insuficiente y un maquillaje al real problema de salud que vive el país.
Incluso los afiliados al seguro integral de salud (SIS) que viven con el VIH y se atienden en el hospital Daniel Alcides Carrión en la región Callao, se quejaron ante el colectivo de vigilancia Givar por falta de medicamentos tan esenciales como penicilina, cotrimoxazol, entre otros productos.
Sin acceso
Obtener el íntegro de los medicamentos que te recetan en un hospital, es casi un «milagro de Carrión». La Contraloría General detectó que a nivel nacional centros y postas de salud no cumplen con las disposiciones y normas vigentes por lo que existen riesgos para una adecuada atención médica de miles de ciudadanos y sus familias.
Esa fue la principal conclusión del Operativo Control Salud 2016 realizado a nivel nacional, entre el 4 y 8 de julio de este año, en la que se constató diversas deficiencias en estos establecimientos que se constituyen en el primer nivel de atención médica, “puerta de entrada” de la población al sistema de salud.
La Contraloría observó que en más de 700 centros y postas de salud hay el riesgo de que los pacientes no reciban tratamiento adecuado por la carencia de medicamentos e insumos prioritarios, principalmente en los establecimientos de las categorías I-1, I-2 e I-3.
No se encontraron medicinas básicas como Amoxicilina, Atropina, Dexametasona, Dicloxacilina, Ibuprofeno, Paracetamol, Ranitidina, Cloruro de sodio, entre otros, que deberían tener en stock de acuerdo a normas vigentes.
En más de 400 locales, de todas las categorías, tampoco cuentan con medicamento e insumos para atender funciones obstétricas neonatales primarias (partos) lo que genera el riesgo de incremento de mortabilidad materna y neonatal.
A este panorama se suma que hay riesgos de un potencial desabastecimiento de medicinas por substock en más de 700 locales, mientras que en más de 800 hay sobrestock al haberse adquirido medicinas en demasía.
Vivir o morir
Dos personas que viven con el VIH, hospitalizados en el pabellón Santa Rosa II de Infectología y Tropicales del nosocomio Dos de Mayo, corren el riesgo de perder la visión debido al “Citomegalovirus”, un virus que se aloja en la córnea y el único tratamiento que lo detiene es una ampolla de nombre Ganciclovir, que tiene un precio de 290 soles cada una y que debe ser suministrado por 21 días. Es decir que el tratamiento completo cuesta más de 6 mil nuevos soles.
Por este motivo, el pasado 28 de setiembre, denunciaron al director del hospital Dos de Mayo, Jorge Ricalde Chapelliquen por el presunto delito contra la vida, el cuerpo y la salud. ante la Tercera Fiscalía Provincial de Prevención del Delito de Lima por la no entrega del ganciclovir.
“Señor Fiscal, conforme es de su conocimiento, a las personas que viven con el virus del VIH/Sida no se les debe ni puede dejar de suministrar en forma oportuna la medicación adecuada para contrarrestar la infección y que a la vez sea más beneficiosa para su salud integral, caso contrario se estaría exponiendo a peligro la vida, el cuerpo y la salud del paciente”, se lee en la denuncia interpuesta por el usuario.
En Lima y Callao, la situación es crítica, al igual que en otras regiones del país, donde tampoco hay acceso oportuno a los medicamentos.
No tener acceso a medicamentos es un atentado contra el derecho a la vida, que nuestra constitución defiende como derecho humano fundamental de la nación.