Lima, Perú .- Por cansancio, por miedo a ser descubiertos por su pareja o por desconocimiento sobre su sexualidad, algunos adolescentes con VIH que ya han iniciado su vida sexual se alejan de su tratamiento antirretroviral, poniendo así en riesgo sus vidas.
Esto se desprende del estudio “Buscando maneras de mejorar la atención y apoyo social entre adolescentes con VIH del Perú”, realizado por la ONG Socios en Salud con participación de menores de 10 a 17 años atendidos en el Instituto Nacional de Salud del Niño.
Luego de varias sesiones de diálogo con consejeras pares (mujeres capacitadas que viven con VIH) se identificaron dos motivos por los cuales los jóvenes con VIH se alejan de su tratamiento: por cansancio o por el inicio de una nueva relación amorosa.
Frente a una nueva relación, algunos adolescentes temen decirle a su pareja que son portadores del VIH y ante la posibilidad de que se enteren, optan por dejar de tomar los medicamentos.
Voceros de la investigación indicaron que la falta de adherencia a los medicamentos antirretrovirales aumenta la carga viral y por tanto las probabilidades de transmitir el virus en aquellos jóvenes que ya iniciaron una vida sexual y no practican sexo seguro.
El estudio también buscó conocer las inquietudes de los menores que nacieron con VIH (el virus fue transmitido por la madre durante el embarazo o a través de la lactancia), así como sus necesidades, las de sus cuidadores, las de los profesionales de salud que los atienden, como también identificar las razones por las cuales se alejan del tratamiento antirretroviral.
Este trabajo se realizó en asociación con la doctora Lenka Kolevic, del Instituto Nacional de Salud del Niño, y la colaboración de la doctora Molly Franke, profesora asistente del Departamento de Salud Global y Medicina Social de la Universidad de Harvard.
Informados = protegidos
Según Franke, los espacios de diálogo generados para este estudio han visibilizado la necesidad de los adolescentes de conversar sobre sus preocupaciones e inquietudes acerca de salud sexual, formas de transmisión y cómo pueden protegerse ellos y sus parejas.
“Los adolescentes están llenos de preguntas, especialmente quienes han decidido iniciar su vida sexual, ellos necesitan conversar con alguien de confianza, sea un familiar o un médico que los pueda orientar para que tengan una vida sexual segura, que les recomienden formas de cuidarse, como el preservativo”, indicó la especialista y enfatizó que es una realidad el inicio de la vida sexual de los jóvenes antes de los 18 años.
Por su parte, el doctor Leonid Lecca, director de Socios En Salud e investigador asociado al Departamento de salud Global y Medicina Social de la Universidad de Harvard, manifestó que otro tema importante es la prevención del embarazo, pues una adolescente de 13 o 14 años no está apta para engendrar un niño. “El uso del condón no es solo para prevenir el VIH”.
De los adolescentes participantes en el estudio, el 28% indicó que había iniciado su vida sexual, pero menos de la mitad utilizó condón la última vez que tuvieron sexo, comportamiento que no solo se da en jóvenes con VIH, sino también en aquellos que no portan el virus.
Vida saludable con VIH
Las especialistas señalaron que tener VIH no es como en sus inicios en la década de los 80, cuando era sinónimo de muerte.
«En la actualidad el tratamiento es muy bueno, las personas con VIH viven muy saludables gracias al tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) y por ello es muy importante el diagnóstico temprano. Mientras más rápido se detecte la enfermedad, más temprano se iniciará el tratamiento y será eso mejor para las personas y la sociedad”, indicaron.
Las tres vías de transmisión del VIH son: relaciones sexuales sin protección, la transmisión sanguínea y transmisión vertical, es decir de madre a niño durante la gestación, el parto o lactancia.
Fuente: Agencia Andna