
Lima, Perú. – Una reciente revelación sobre la industria farmacéutica en el Perú ha puesto en evidencia serias fallas en el sistema de regulación sanitaria nacional. Según información oficial del medio de comunicación digital peruano «Salud con Lupa«, 80 laboratorios internacionales no superaron las inspecciones sanitarias requeridas para comercializar sus productos en el país. A pesar de ello, 51 de estos laboratorios continúan vendiendo medicamentos en el mercado peruano, lo que ha generado alarma en la comunidad médica, organizaciones civiles y especialistas en salud pública.
El trasfondo: inspecciones incumplidas
Las inspecciones a laboratorios internacionales son parte del procedimiento que establece Digemid para asegurar que los medicamentos importados cumplan con estándares de calidad, eficacia y seguridad. Sin embargo, el sistema presenta graves deficiencias. En muchos casos, los laboratorios no aprobados mantienen permisos de comercialización activos, en parte debido a vacíos normativos y en parte a la limitada capacidad de fiscalización de la autoridad sanitaria.
Un informe publicado por Infobae Perú en diciembre de 2023 ya advertía sobre las debilidades estructurales de Digemid. El documento, elaborado con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Autoridad Nacional de Salud de Colombia, concluyó que el organismo carece de herramientas suficientes para garantizar la calidad de los medicamentos que se distribuyen en el país.

Consecuencias reales: el caso del suero contaminado
Uno de los casos más dramáticos que ilustra esta crisis de control sanitario ocurrió en marzo de 2025, cuando un lote de suero fisiológico contaminado —producido por el laboratorio nacional Medifarma— causó la muerte de al menos cuatro personas, incluida una recién nacida. La alerta sanitaria fue emitida por Digemid recién tres días después del primer reporte clínico, lo que evidenció fallas tanto en la detección como en la reacción frente a incidentes de seguridad; el caso generó indignación y reavivó el debate sobre la efectividad del sistema de farmacovigilancia en el Perú.

¿Cómo nos afecta?
La confianza en los medicamentos es un pilar esencial de cualquier sistema de salud. Cuando esta se ve comprometida, el impacto no solo es clínico, sino también social. Pacientes que dependen de tratamientos crónicos, como personas con VIH, cáncer o enfermedades raras, podrían estar siendo expuestos a productos que no cumplen con los estándares internacionales de calidad.
En un país donde el 80% de los medicamentos se adquiere en farmacias privadas, según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), garantizar la seguridad del suministro farmacéutico no es opcional: es una obligación de salud pública.
Un llamado a la acción ciudadana

El panorama es preocupante, pero no irreversible. Fortalecer el rol de Digemid, transparentar los procesos de inspección y establecer sanciones efectivas para laboratorios que incumplen los estándares son pasos urgentes. El país no puede permitirse seguir exponiendo a su población a medicamentos sin garantía sanitaria.
La pregunta que queda en el aire es: ¿cuántas tragedias más deben ocurrir para que el sistema reaccione? Recuerda que puedes dejarnos tus comentarios en nuestras redes: Red Social de X e Instagram.