Un informe de la Contraloría General de la República revela serias deficiencias en el servicio de nutrición del Hospital Regional José Alfredo Mendoza Olavarría II-2 de Tumbes. Alimentos en estado de descomposición, fallas en la conservación y riesgos de contaminación ponen en peligro la salud de los pacientes.
Tumbes – Perú.- La situación en el Hospital Regional José Alfredo Mendoza Olavarría II-2 de Tumbes es alarmante, según un reciente informe de la Contraloría General de la República, que revela graves irregularidades en el servicio de Nutrición y Dietética del establecimiento. El documento, titulado Informe de Hito de Control N.° 003-2025-OCI/6010-SCC, expone una serie de falencias que no solo ponen en riesgo la salud de los pacientes, sino que reflejan una gestión deficiente y negligente por parte de las autoridades del hospital.
Uno de los hallazgos más graves del informe es la presencia de alimentos en avanzado estado de descomposición dentro de las cámaras frigoríficas del servicio de nutrición. Se encontraron 2,65 kg de carne de res con olores desagradables, 38,10 kg de pollo en mal estado, y 8,60 kg de papaya completamente descompuesta. A pesar de que la encargada del servicio justificó la mala calidad del pollo con una falla en la cámara frigorífica, el informe advierte de los peligros que implica el uso de estos alimentos, que podrían ocasionar intoxicaciones graves y afectar la inocuidad de las dietas servidas. La negligencia en la conservación de los productos vulnera directamente las leyes nacionales de salud e inocuidad alimentaria, poniendo en peligro a quienes más lo necesitan: los pacientes del hospital.
El informe también reporta problemas adicionales, como las fugas de agua en las cámaras frigoríficas de frutas y verduras, que no solo comprometen su operatividad, sino que aumentan el riesgo de deterioro de los alimentos. Las imágenes del informe muestran goteras y acumulación de agua dentro de los equipos, evidenciando una falta de mantenimiento y control de calidad. Estas deficiencias no solo son preocupantes, sino que también transgreden la Ley General de Salud, que exige que los establecimientos de salud garanticen la seguridad y calidad en los servicios prestados.


Otro hallazgo alarmante es el posible desabastecimiento de alimentos debido a retrasos en los procedimientos de compra. Según el informe, la convocatoria y ejecución de procedimientos de selección se retrasaron significativamente, lo que obligó a realizar compras menores a 8 UIT para evitar el desabastecimiento. Sin embargo, estas adquisiciones pueden no ser suficientes para cubrir las necesidades del hospital, lo que genera un riesgo latente para la continuidad de la atención alimentaria. Además, el ingreso de alimentos al almacén del hospital sin realizar el correspondiente cuadro comparativo de precios también pone en evidencia la falta de transparencia y posible favoritismo en las adquisiciones, vulnerando la Ley de Contrataciones del Estado.

La situación en el servicio de nutrición se agrava con la falta de limpieza en las instalaciones. Se encontró una grave deficiencia en la higiene de las cámaras frigoríficas y las campanas extractoras, con acumulación de sangre en el piso de las cámaras de carne, ventiladores oxidados y bandejas con moho en las cámaras de verduras. Estas condiciones no solo contravienen las normas sanitarias, sino que también representan un riesgo claro de contaminación cruzada, aumentando la probabilidad de que los pacientes sean expuestos a bacterias peligrosas que pueden comprometer aún más su salud.
