Una reunión virtual de urgencia realizada hace 9 días desde la Dirección Nacional de Prevención del VIH del Minsa, pone al descubierto la negligencia del CENARES para realizar compras oportunas de tratamientos para el VIH, que ahora deben enmendar perjudicando a los pacientes y usuarios, mediante cambios de esquemas que contravienen sus propias guías clínicas.
Escribe:Marlon Castillo – Conexión Vida
Lima, Perú.-Para evitar denuncias frente a los desabastecimientos de medicamentos para el VIH, Cristian Diaz Velez, director general de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública (DGIESP) del Minsa, envió a las direcciones de salud de todo el país el Oficio Múltiple N° D000804-2024-DGIESP-MINSA para disponer cambios de terapias para el tratamiento antirretroviral, que mezcla productos de primera y segunda línea y que a todas luces contraviene el protocolo de la atención a las personas con VIH vigente desde diciembre de 2020.
El desabastecimiento de medicamentos que se avecina, es serio para los meses de setiembre a diciembre. Todo indica que el Centro Nacional de Recursos Estratégicos en Salud – CENARES no ha comprado en las cantidades suficientes para abastecer a las personas con VIH que se encuentran en primera línea de tratamiento con esquema de: Tenofovir + Lamivudina + Dolutegravir 300mg + 300mg + 50mg (TLD) y frente a la crisis no queda más que cambiar los medicamentos por los que hay disponibles, pese a la oposición de los médicos y químicos farmacéuticos.
El director de la DGIESP ha usado todas las herramientas que el lenguaje castellano permite para decir las cosas de manera menos evidente, pues el documento no menciona el cambio de esquema, sino «se sugiere considerar el uso de otros medicamentos», al parecer para evitar consecuencias legales.
Es así que ante la falta de TLD se sugiere considerar el uso de otros medicamentos antirretrovirales disponibles como: Abacavir/Lamivudina junto con Dolutegravir o Tenofovir/Emtricitabina con Dolutegravir. Según la norma, para usar el Abacavir se debe contar previamente con un resultado de la prueba molecular (HLA) para detectar hipersensibilidad al antirretroviral. Si una persona presenta hipersensibilidad al medicamento a partir del noveno día de consumo, puede presentar cuadros de fiebre, inflamación en la piel, náuseas, diarreas, dolor abdominal e incluso causar la muerte en casos extremos cuando no se detecta a tiempo las reacciones.
Otra indicación del uso del «Abacavir es que debe usarse en primera línea sólo a personas con una carga viral menor de 100 mil copias». La regla se rompe cuando el medicamento se usa con dolutegravir, se logra interpretar del documento descrito en la NTS 169-2020.
En el caso de las personas que se encuentren recibiendo la terapia con Tenofovir + Lamivudina + Efavirenz 300 mg + 300 mg + 400 mg (TEL400), deberán ser evaluados de manera individual a fin de actualizar su esquema de tratamiento a opciones disponibles como Abacavir/Lamivudina o Tenofovir/Emtricitabina junto con Dolutegravir o Efavirenz, indica el documento. El Efavirenz también presenta problemas adversos al sistema nervioso y muchas personas con VIH con problemas de salud mental o falta de sueño, le es perjudicial tomarlo.
Descarga Oficio del Minsa para cambio de esquemas.
En el caso de gestantes, se indica que para el inicio de tratamiento, se podrá utilizar Tenofovir + Lamivudina +Dolutegravir 300mg + 300mg + 50mg, así como garantizar la zidovudina inyectable, que también ha presentado falta de stock, según denuncias de mujeres a punto de someterse a una cesárea.
«Si siguen actuando bajo el principio de si no hay uno te cambio por otro, terminan distorsionando el histórico de uso y por ende la programación», sostiene Pablo Anamaría, representante alterno de las personas con VIH ante la CONAMUSA, quién añade que en «la medida que no tengan un registro interoperable que permita identificar dónde están los medicamentos, quienes los consumen, el problema no terminará de solucionarse».
REUNIÓN DE EMERGENCIA
Conexión Vida conoció que el pasado 24 de julio la médico infectóloga Rosa Terán de la Dirección de Prevención de ITS, VIH y Hepatitis del Minsa convocó con carácter de «urgencia» a una reunión virtual con todos los químicos farmacéuticos responsables de estrategia de VIH,y encargados de las Diris, Diresas y Geresas del país para tener como único punto de agenda el suministro de antirretrovirales de la compra del CENARES.
Durante la reunión, se alertó del inminente desabastecimiento de TLD ante una problema serio de programación, consumo y compras. CENARES adquirió el TLD proyectando un millón y medio de tabletas mensual, pero la realidad es que se usan un millón 800 mil, es decir existe una diferencia de 300 mil tabletas por mes.
Se informó que, CENARES asumiría los gastos para que, por vía aérea el proveedor entregue por adelantado un millón y medio de TLD en el mes de agosto y otra cifra similar en el mes de setiembre, pero via marítima. Los meses de octubre y noviembre quedarían desabastecidos, pues la próxima entrega está disponible para diciembre de 2024.
Por medio de un pedido de acceso a información pública, el Grupo de Vigilancia del Acceso a Antirretrovirales (ARV) – GIVAR– solicitó al CENARES los contratos de las compras de ARV entre el 2023 y 2024 y la entidad, sólo realizó 7 contratos, en la que no figura TLD. Sin embargo, en la reunión se dijo que, la compra para el 2025 ya estaba convocada.
MÉDICOS EN DESACUERDO CON MEDIDA
En la reunión virtual, fue evidente que la mayoría de personal de salud que atiende a personas con VIH, estaban en desacuerdo con el cambio de esquemas y muchos culparon a la central de compras (CENARES) de la crisis.
«No podemos estar cambiando esquemas de tratamiento a cada rato, tengan en cuenta eso. Ustedes nos exigieron cambio de esquemas al TLD», escribió una participante por chat de región. Otro médico indicó que los cambios temporales de esquema genera distorsión en la programación y que se les entrega medicamentos con fechas próximos a vencer, lo que genera un problema en la atención.
El personal de las diferentes regiones del país, solicitaron a la dirección de VIH que envíe un oficio para que se vean respaldados en el cambio de esquemas al tratamiento y no sean sometidos a denuncias futuras. Hay quienes le pedían «por favor» mejorar el sistema de compras.
NO ADMITEN DESABASTECIMIENTO
Lo que intriga del documento y las evidencias, es que el director del CENARES y el MINSA nieguen el desabastecimiento a tal punto que en el oficio evitan usar el término y denominarlo «eventualidad relacionada con la disponibilidad del producto» para suavizar una posible negligencia y falta de gestión. Según fuentes cercanas al MINSA, esa sería una consigna del propio ministro César Vásquez para continuar afirmando que todo se trata de una «campaña de desprestigio en su contra», para sacarlo de su cargo, cuando se conoce de la fuerte alianza de este gobierno con el partido Alianza Para el Progreso (APP) de César Acuña.
Cabe mencionar, que GIVAR ha denunciado la entrega fraccionada de tratamiento en hospitales del país y no sólo por falta de TLD, sino por raltegravir, darunavir, atazanavir + ritonavir y lamivudina. Una situación parecida se presenta en hospitales de EsSalud.