El hallazgo no se observa en personas de etnia negra, menores de 60 años y/o en tratamiento con antidepresivos
Un estudio presentado en el XIV Taller Internacional sobre VIH y Envejecimiento, celebrado la semana pasada en Washington DC (EE UU) ha concluido que el uso de dolutegravir (Tivicay®, en Dovato®, Juluca® y Triumeq®) incrementaría el riesgo de padecer síntomas depresivos en personas con el VIH mayores de 60 años, de etnia no negra y en ausencia de tratamiento con antidepresivos.
Diversos estudios han evidenciado que los riesgos de depresión y suicidio son más elevados en personas con el VIH que en la población general. Generalmente se ha observado que dicho riesgo es máximo durante el primer año tras el diagnóstico.
A pesar de que los investigadores típicamente han considerado el impacto psicosocial de recibir un diagnóstico de VIH como el principal causante de un riesgo incrementado de depresión y suicidio, un estudio ya evidenció que los casos de depresión e ideación suicida son comunicados con mayor frecuencia entre personas que toman inhibidores de la integrasa que en aquellas que siguen su tratamiento frente al VIH con otras familias de antirretrovirales. Cabe destacar que la depresión y la ideación suicida fueron identificados como efectos adversos vinculados a diversos inhibidores de la integrasa ya durante sus fases de desarrollo clínico precomercialización, aunque el balance riesgo-beneficio se estimó como claramente favorable.
Para arrojar más luz a este asunto, investigadores de la cohorte estadounidense CHARTER investigaron el potencial impacto de edad, etnia y uso de antidepresivos sobre el riesgo de experimentar síntomas depresivos en personas con el VIH en tratamiento antirretroviral.
El presente análisis incluyó a 280 personas que participaron en un subestudio de CHARTER sobre envejecimiento entre los años 2016 y 2020. Todas ellas estaban en tratamiento antirretroviral y tenían una carga viral inferior a 200 copias/mL. El presente análisis, de tipo transversal, comparó los síntomas depresivos medidos por la escala BDI-II (inventario de depresión de Beck II, en sus siglas en inglés) entre diversos subgrupos definidos por factores demográficos, tratamiento antirretroviral utilizado y uso de antidepresivos.
La cohorte analizada incluyó a 95 personas en tratamiento con dolutegravir, 94 con otros inhibidores de la integrasa y 91 en tratamientos antirretrovirales que no incluían inhibidores de la integrasa. Los 3 grupos no difirieron significativamente en términos de edad (promedio de 56,2 años), porcentaje de mujeres (promedio del 18,6%), porcentaje de personas de etnia negra (promedio del 38,9%), porcentaje de personas con historial de evento depresivo mayor (promedio del 63,9%) y porcentaje de participantes usuarios de fármacos antidepresivos (promedio del 33,2%).
El grupo que no tomaba inhibidores de la integrasa tenía el mayor porcentaje de personas de etnia latinoamericana (17,6% frente al 11,4% del promedio de los otros grupos; p= 0,052) y el grupo con dolutegravir tenía el mayor porcentaje de participantes con historial de diagnóstico de sida (81,0% frente al 72,5% del promedio de los otros grupos; p= 0,061). El índice de masa corporal fue significativamente superior entre quienes tomaban dolutegravir (27,8 Kg/m2 frente a 26,4 Kg/m2 de promedio en los otros grupos; p= 0,047).
En comparación con las personas con otros inhibidores de la integrasa, un porcentaje significativamente superior de personas con dolutegravir (35% frente a 20%; p= 0,020) tenían una puntuación superior a 13 en la escala BDI-II. Cabe destacar que la puntuación de 13 es el límite superior de la normalidad en lo que respecta a los síntomas depresivos.
Los usuarios de dolutegravir también presentaron mayores porcentajes de puntuaciones fuera de la normalidad respecto a síntomas depresivos tales como la apatía (p= 0,0071) o la sintomatología afectiva (p= 0,0080).
La sintomatología depresiva entre usuarios de dolutegravir se agravó en mayores de 60 años (p= 0,021), personas de etnia no negra (p= 0,0029) y personas que no tomaban antidepresivos (p <0,001).
Los análisis multivariable y de interacción entre variables hallaron que el uso de dolutegravir se asociaba en mayor medida a síntomas depresivos en mayores de 60 años, no usuarios de antidepresivos y/o en personas de etnia no negra.
Los autores del estudio concluyeron que dolutegravir puede aumentar la sintomatología depresiva en personas con el VIH mayores de 60 años, de etnia no negra y/o que no toman antidepresivos, pero que dicha asociación no se daría en personas con el VIH que no cumplieran alguna de estas características adicionales.
Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).