No obstante, este fenómeno parece más probable en bebés de sexo masculino

Australia.- El tratamiento antirretroviral durante el embarazo podría conllevar que cierto porcentaje de los niños nacidos con el VIH mantengan controlada la carga viral sin tratamiento antirretroviral, es decir, serían controladores post-tratamiento, según las conclusiones de un estudio sudafricano presentado en la XII Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre la Ciencia del VIH (IAS 2023), que está siendo celebrada en Brisbane (Australia). Sin embargo, el sexo del bebé podría jugar algún papel en dicha circunstancia, ya que solo se observaron casos de control post-tratamiento en bebés de sexo masculino.

En general, los niños pueden ser buenos candidatos a las estrategias encaminadas a la cura funcional de la infección por el VIH, ya que suelen ser diagnosticados al poco tiempo de infectarse y la inmadurez de su sistema inmunitario hace que cuenten con pocas células con el potencial de convertirse en reservorios del VIH. De hecho, uno de los primeros posibles casos de curación de la infección por el VIH fue el de la conocida como la “niña de Mississippi” (véase La Noticia del Día 11/07/2014) que logró mantener carga viral indetectable del VIH sin tratamiento durante dos años, momento en el que experimentó rebote virológico.

Bajo la hipótesis de que el control de la infección post-tratamiento sería más frecuente de lo que se cree en niños con el VIH que estuvieron expuestos al tratamiento antirretroviral durante el embarazo, los autores del presente estudio analizaron los datos de una cohorte longitudinal de 281 bebés nacidos con el VIH. El estudio se inició en el año 2015 y sigue en marcha.

Dos tercios de las transmisiones verticales (de madre a hijo) del VIH del estudio se dieron en madres que no sabían que tenían el VIH cuando se quedaron embarazadas. En algunos casos iniciaron el tratamiento antirretroviral al final del embarazo, incluso en el parto. El tercio restante habían recibido el diagnóstico antes del embarazo, pero habían tenido lugar problemas de adherencia que habían impedido la supresión virológica.

Todos los bebés iniciaron el tratamiento antirretroviral al nacer, pero la mayoría lo comenzaron a recibir antes de nacer, ya que hasta en un 92% de los casos recibieron los antirretrovirales que tomaban sus madres durante el embarazo por vía transplacentaria.

Inicialmente tanto madres como bebés recibieron tratamientos basados en lopinavir potenciado por ritonavir (especialidad farmacéutica genérica [EFG], Kaletra®). Desde el abril de 2020 el tratamiento de primera línea en estos casos tuvo como base dolutegravir (Tivicay®, y también presente en diversas coformulaciones). Las cargas virales promedio al nacer fueron de 6.950 copias/mL con lopinavir y de 1.700 copias/mL con dolutegravir. En bebés de sexo masculino, el promedio con dolutegravir fue más bajo, inferior a 1.000 copias/mL. Solo el 10% de los bebés tenían carga viral indetectable al nacer (8% en bebés de sexo femenino y 12% en aquellos de sexo masculino). Sin embargo, dicho porcentaje aumentó hasta el 24% con dolutegravir (16% en bebés de sexo femenino y 33% en aquellos de sexo masculino).

Treinta y seis meses después del nacimiento, el 37% de las parejas madre-bebé ya no seguían en el estudio. Del 63% restante, el 36,5% (el 23% del grupo original) tenían carga viral detectable persistente, pero el 63,5% (40% del grupo original) tenían carga viral indetectable y casi la mitad (19% del grupo original) tenía carga viral indetectable de forma persistente sin experimentar repuntes temporales de la misma (lo que se conoce como blips)

Un total de 5 bebés, todos ellos de sexo masculino, mantenían cargas virales por debajo de 20 copias/mL a pesar de no tomar tratamiento antirretroviral desde, al menos, dos meses después del nacimiento, con unos periodos de carga viral indetectable sin tratamiento de entre 3 y 19 meses.

El niño que lleva más tiempo con carga viral indetectable sin tratamiento dejó de tomar el tratamiento a los 40 meses (3 años y 4 meses) y actualmente acaba de cumplir 5 años. Los otros cuatro volvieron a comenzar el tratamiento antirretroviral, pero actualmente se encuentran en una interrupción estructurada del tratamiento.

El niño con mayor tiempo con carga viral indetectable sin tratamiento obtuvo resultados negativos a la prueba de anticuerpos Western blot a los 18 y 24 meses, pero sí que obtuvo un resultado positivo a los 37 meses (a pesar de tener carga viral indetectable). Ello indicaría que se produjo cierta replicación viral en ese momento, pero que podría tratarse de virus defectivos o pequeños blips no detectados en las analíticas.

En un análisis de los virus de los participantes, se observaron diferencias entre el VIH en función del sexo. Así, las niñas tendían a tener cepas menos sensibles a interferón de tipo 1, mientras que en niños se daba el fenómeno contrario. La sensibilidad a interferón de tipo 1 facilita una respuesta inmunitaria efectiva frente al VIH. A pesar de ello, de forma paradójica, los virus de las niñas parecían tener una menor capacidad replicativa que los de los niños.

En todo caso, los investigadores apuntan a que los bebés de sexo femenino suelen producir más interferón de tipo 1 antes de nacer que los bebés de sexo masculino. Este hecho podría explicar una menor selección de virus resistentes a interferón en bebés de sexo masculino y podría facilitar el posterior el mayor control del VIH en ausencia de tratamiento observado en niños.

Los hallazgos del presente estudio podrían ser útiles en el manejo del VIH de bebés nacidos. También en el desarrollo de estrategias encaminadas a la obtención de la cura funcional de esa infección.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).

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