LECHE MATERNIZADA NIÑOS CON VIH - CONEXION VIDA
LECHE MATERNIZADA NIÑOS CON VIH - CONEXION VIDA

Denuncias provienen de hospitales Sergio Bernales y Lanfranco La Hoz donde se incumple a lo establecido en norma técnica del Ministerio de Salud para evitar transmisión vertical en lactantes, la cual llega a los 40 casos este año.

Escribe: Renato Arana Conde – Conexión Vida 

Lima, Perú.- Desde inicio de este año hasta el 13 de octubre, de acuerdo a información del Ministerio de Salud (MINSA), cuarenta niños contrajeron el VIH a través de sus madres. La transmisión se produce durante la gestación, el contacto de fluidos durante el parto o por la lactancia al ingerir leche materna contaminada con el virus. Sin embargo, en hospitales capitalinos, el MINSA expone a los recién nacidos a la transmisión de VIH al forzarlos a lactar directamente del pecho de sus madres por no entregarles el sustituto de leche materna hasta por periodos de un mes.

Gladys (su verdadero nombre se mantiene en reserva por respeto a su confidencialidad de diagnóstico) es una madre de 23 años que vive con VIH y se atiende en el hospital Carlos Lanfranco La Hoz (Puente Piedra), donde recibe tratamiento antirretroviral. Al nacer su bebé, hace ya dos meses, el establecimiento de salud solo le entregó solo ocho latas de 400 gramos de sustituto de fórmula láctea marca Similac.

¿Cuál es la irregularidad? Según la norma técnica de salud para la prevención de transmisión materno infantil de VIH, sífilis y hepatitis B del Ministerio de Salud, para el primer mes de vida del recién nacido le corresponde recibir nueve latas de 400 gramos; el segundo mes, once latas; el tercero, doce; el cuarto y quinto, catorce; y en el sexto, quince. Del séptimo mes hasta el primer año de vida, las raciones se reducen de nueve a siete latas, debido a que el bebé ya puede alimentarse con papillas.

Norma Técnica de Atención a personas con VIH
Norma Técnica de Atención a personas con VIH

En farmacia, le indicaron a Gladys que ‘le debían’ una lata, aunque en el documento de recepción figuraban nueve latas entregadas. Nueve u ocho latas, “¡qué más da!”, pensaba la madre ya que, de acuerdo a su experiencia con su anterior hijo, la cantidad que el hospital le entrega es insuficiente y solo “ayuda” a la hora de alimentar. Pero Gladys no es adivina e ignoraba, hasta ese momento, que ocho latas son mejor que ninguna.

“La Unidad Ejecutora a la que pertenezca el establecimiento de salud debe garantizar a través de la cobertura del Seguro Integral de Salud (SIS), la entrega de sucedáneos de la leche materna gratuita de acuerdo a lo establecido en la presente norma técnica de salud. El Seguro Integral de Salud es responsable de financiar la entrega gratuita de sucedáneos de la leche materna para sus asegurados”, reza la norma técnica bajo la premisa de un escenario ideal.

No recibir leche en lata, por casi un mes, es un escenario desastroso el que vive Gadys. El primero de este mes, le indicaron, simplemente, que no había latas.

Concisos. El hermetismo para con esta usuaria es absoluto, puesto que años atrás denunció públicamente falta de infectólogos en el Lanfranco La Hoz. Madre soltera, sin trabajo estable.

Hasta la fecha ha debido gastar más de 240 soles en seis latas de Similac, para compensar las dos latas de 400 gramos que, por insistencia, le entregó el hospital y que, a lo mucho le duran tres días. Además ahí, a modo de caridad, le entregaron dos latas más, pero de 180 gramos de marca Enfamil (de las latas de muestra que obsequian las transnacionales que las fabrican). El cambio constante de leche en polvo está causando estragos en el tracto del bebé: vómitos, cólicos, estreñimiento por días. El pediatra (particular) que ignora el diagnóstico de la madre, le recomendó hoy suspender la ingesta de estos sustitutos.

Fotocomposición: Marlon Castillo

No es el único bebé que sufre por su consumo. Javier, venezolano y padre de un menor de dos meses, cuenta que esta leche le provoca a su hijo estreñimiento hasta por tres días. Es eso o dejarlo pasar hambre. Y más cuando su acceso a la leche maternizada fue accidentado. Recuerda que cuando su esposa (con VIH al igual que él) dio a luz en el hospital Sergio Bernales (Comas), el 30 de agosto, ningún trabajador de salud le informó que tenía derecho a recibir sus nueve latas de leche. Se enteró cinco días más tarde, al conversar con activistas en VIH. Tras insistir en el hospital, recibió sus nueve latas. Al siguiente mes, el 30 de setiembre, cuando le correspondía su nueva dotación, esta vez de once latas, la situación cambió. Ese día caía un jueves, pero el pediatra solo atendía los días miércoles. En esa ocasión, sus reclamos no surtieron efecto. Desempleado, una lata en farmacia particular estaba fuera de su alcance. La otra opción era darle de pecho de su madre. Ambos rechazaron esa posibilidad para evitar que su bebé forme parte de las estadísticas de epidemiología referente a VIH.

Querían evitar que se una a esos 40 niños que adquirieron por vía materno-infantil este año en Perú. Una cantidad menor en comparación con las de años anteriores como el 2019 que reportó 112 casos o 2016, 224 casos. Cuarenta “escasos” casos que ni siquiera deberían aliviar si tomamos en cuenta que hace apenas seis años atrás, Cuba fue el primer país en eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH, tal como lo reconoció oficialmente la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Madre con bebé no recibe leche / Foto: Marlon Castillo

Javier recién recibió sus latas el 13 de agosto, casi dos semanas de la fecha que le correspondía. En ese lapso, se vio forzado a alimentar al bebé de más de un mes de edad, alternando entre leche en polvo (donada por la ONG Sí, da Vida) y papilla de zapallo. Sí, leyó bien, alimento sólido a un lactante. No era de esperarse que esa dieta, fruto de la desesperación ante la escasez, afectara físicamente al niño. El pediatra por poco se desvaneció al oír lo de la papilla de zapallo y les reprendió con un sermón. “Era que se sienta mal unos días o que se muera de hambre”, se justifica Javier. Ahora, la incertidumbre atormenta de nuevo a esta pareja de padres inmigrantes: si tendrán sus 13 latas para el tercer mes, este 30 de octubre, como dicta la norma técnica… en el papel.

De acuerdo Decreto Supremo 009-2006 del Minsa, el personal de salud, público o privado que reciba dádivas, regalos o incentivos financieros de la industria láctea será sancionado de manera administrativa.
De acuerdo Decreto Supremo 009-2006 del Minsa, el personal de salud, público o privado que reciba dádivas, regalos o incentivos financieros de la industria láctea será sancionado de manera administrativa.

La llegada de la pandemia tampoco podría excusar este maltrato a los usuarios del Seguro Integral de Salud con VIH y sus bebés. Solo en 2019, el grupo de vigilancia de abastecimiento para medicamentos antirretrovirales, GIVAR, recogió hasta cinco denuncias colectivas por falta de entrega de sustitutos lácteos en hospitales como Cayetano Heredia, Daniel Alcides Carrión o el Hospital Amazónico.

Fuentes confiables del hospital Lanfranco La Hoz, señalaron que las madres con VIH, ante el desabastecimiento por problemas en la compra de leche, entregan leches donadas para los bebés, lo cual vulnera lo establecido en el Reglamento de Alimentación Infantil, aprobado con el Decreto Supremo 009-2006 del Minsa. «Es la única manera de alimentar a los niños hasta que llegue la leche», explicó una informante contactada por Conexión Vida.  

 

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