Hoy se conmemora el Día Nacional de la Salud y del Buen Trato al Paciente, sin embargo, no hay nada que celebrar y mucho que cuestionar durante la emergencia sanitaria por covid-19.
Lima, Perú.- Hace seis años por insistencia de la sociedad civil se promulgó el reglamento de la ley 29914 que establece los derechos de los pacientes y usuarios de los servicios de salud, derechos que, de haberse cumplido, hubieran evitado la mortandad que acaeció sobre la población durante la pandemia. ¿Cuáles son esos derechos y quien los protege?
La protección de los pacientes recae sobre la Superintendencia Nacional de Salud, Susalud, organismo al que le compete la promoción de los derechos, la vigilancia de su cumplimiento y sancionar a las prestadoras de servicios de salud que las incumplan. Lamentablemente, durante la pandemia, se vulneraron estos derechos en cinco puntos.
El derecho al acceso a los servicios de salud. Se tiene derecho a recibir atención médica adecuada y oportuna, así como atención por emergencia sin que se exija algún tipo de documentación o pago alguno. Un caso que indignó a la opinión pública tuvo lugar en el hospital María Auxiliadora, a fines de junio, cuando un paciente con VIH fue internado, pero se le apartó del resto y terminó postrado en una cama en el patio del este establecimiento, totalmente a la intemperie. Sus familiares denunciaron que sufría maltratos de este tipo durante su primera hospitalización a inicios del mes de junio. Lamentablemente falleció el 31 de julio en su hogar.
Derecho al acceso a la información, la cual debe ser clara y comprensible cuando se trate de servicios, traslados, reglamentos del hospital, como conocer el nombre del médico y del personal que brinde atención. El caso anterior (del María Auxiliadora) calza para este tipo de vulneración, puesto que el personal de salud no informó a los familiares la real situación de salud de este hombre con VIH, enviándolo a su casa. Producto de esta omisión, recayó y debió recibir atención médica privada, lo cual le generó costosos desembolsos de dinero extra.
Otra situación sobre este derecho se ha dado recientemente en plena campaña de vacunación contra el coronavirus para PVV quienes se enteran que no accederán a la vacunar al estar ausentes en los padrones nominales del Ministerio de Salud. Ante el reclamo de esta exclusión, no reciben respuesta. Incluso, en julio, un usuario acudió a la comisaria de Alfonso Ugarte cuando se topó con la misma situación.
Derecho a la atención y recuperación en salud, para lo cual se debe ofrecer atención de salud con respeto, sin discriminación y bajo tratamiento adecuado de acuerdo a la condición de salud del usuario. Un claro ejemplo es el ocurrido en el Hospital de Ayacucho, en mayo de este año, a un paciente en recuperación a quien el personal, en lugar de poner su nombre o datos de historia médica en su cama hospitalaria, colocaron un cartel con las siglas PVV (persona viviendo con VIH). De esta forma se vulneró su derecho a la confidencialidad del diagnóstico, diferenciándolo del resto de pacientes.
Derecho al consentimiento informado para aceptar o negarse a acceder a pruebas o intervenciones de riesgo, excepto cuando se trate de una emergencia. Pero la gran mayoría de usuario que firman este documento muchas veces ignoran los verdaderos alcances de los procedimientos a los que se someten.
Protección a los derechos en salud. En este punto el usuario que esté inconforme con el servicio tiene derecho a expresar su queja/reclamo, recibir la respectiva respuesta y a tener acceso a su historia clínica. Sucedió en el hospital Carlos Lanfranco La Hoz en el distrito de Puente Piedra (Lima), luego que treinta usuarios, en octubre de 2020, acudieran en vano a su cita al enterarse allí de la falta de medicamentos antirretrovirales y servicio del infectólogo. Cuando se dirigieron al libro de reclamaciones, se enteraron que el hospital no lo colocaba al alcance del usuario y de esta manera no pudieron dejar constancia de este abuso en la atención.
“Desde antes de la pandemia, los pacientes y usuarios estábamos desamparados ante malos tratos, retrasos de citas médicas, desabastecimientos de medicamentos, problemas de infraestructura, etc. Ahora la situación es mucho más crítica, por lo que necesitamos que se fortalezca la Superintendencia Nacional de Salud, Susalud”, indicó Julio César Cruz, representante de la Red Peruana de Pacientes y usuarios.
Otro de los cuestionamientos es que tenemos un sistema de salud segmentado, el mismo que presenta serias brechas que imposibilitan atender la demanda ciudadana para las atenciones de salud.
Por su parte Susalud ha brindado más de 378 mil atenciones entre consultas, pedidos de intervención y denuncias a través de sus canales de atención.
