Pandemia impactó en mortalidad de personas con VIH y la cifra tiende a aumentar, informó el viceministro de Salud, Gustavo Rossel. Enrolamiento al tratamiento antirretroviral también se vio afectado considerablemente, el año pasado, por priorizar la lucha contra el covid-19.
Escribe: Renato Arana Conde- Conexión Vida
Lima, Perú.- En plena pandemia por covid-19, un total de 479 personas que vivían con VIH (PVV) murieron durante los primeros tres meses de este año, una cifra con tendencia a la alza, informó el viceministro de Salud Gustavo Rosell en el evento “Las desigualdades en la respuesta al VIH bloquean el progreso hacia la erradicación del Sida” organizado por el Organismo Andino de Salud- ORAS.
“A pesar que este año no se ve un exceso de mortalidad, hay una tendencia a incremento como resultado de las dificultades que hemos tenido en 2020 (por la pandemia) y que seguimos teniendo este año. El impacto del covid-19 en la mortalidad de personas que viven con VIH ha sido significativa y no solo en este grupo: se ha incrementado un 30 % de mortalidad en las personas con cáncer, la mortalidad materna también se elevó”, declaró Rosell.
Las 479 vidas perdidas en lo que va del año superan al del primer trimestre del 2020 en el que se reportaron 424 decesos y el del 2019 con 413.
El viceministro también informó que en 2020 –producto de la emergencia sanitaria por covid-19– la cantidad de tamizajes que se realizó en 2020 fue 34% menor de los que se lograron realizar en el año que precedió a la pandemia. El número de personas recién diagnosticadas que debieron iniciar su tratamiento antirretroviral durante 2020 se redujo en 40% (a diferencia de 2019) y se incrementó en 16% la cantidad de usuarios que abandonaron la terapia el año pasado.
La pandemia también tiene repercusión negativa, por ejemplo, en el monitoreo de las personas que viven con VIH. Rosell reconoció que existe desabastecimiento de reactivos para pruebas de CD4 y carga viral, frente a lo cual fue incapaz de dar una fecha límite a la resolución de esta problemática. “Se va a regularizar (el abastecimiento). No quiero poner fechas porque depende de cuestiones de compra, pero nos comprometemos a agilizarlo para reactivar nuevamente los sistemas de diagnóstico”, fue su respuesta.
MINSA ADOLECE DE UNA COMUNICACIÓN EFECTIVA
Para Fernando Cisneros, de la Alianza Liderazgo en Positivo (ALEP), la situación antes descrita es fruto de la insuficiencia de las estrategias –en especial la de comunicación– desarrolladas por el Minsa para las personas con VIH. Recuerda que, en diversas ocasiones durante la pandemia, solicitaron en vano al este ministerio que se comparta con las comunidades involucradas la estrategia de comunicación y, así, poder mantenerlos informados sobre lugares y horarios para entrega de antirretrovirales, por ejemplo, o qué acciones tomar en caso de efectos adversos medicamentosos ante cambio de esquemas, etcétera.
“Cómo no ha habido respuesta del Minsa a estas inquietudes, y muchos establecimientos del primer nivel de atención dejaron de funcionar, muchos usuarios dejaron de tomar sus medicamentos. Eso se evidencia por esta falta de comunicación. Mucha gente ha caído en depresión, angustia, en estos meses. Por eso también es importante difundir los servicios que ya tiene el Minsa con los centros de salud mental comunitarios para diagnosticar una situación, pero a ello será difícil de acceder sin una estrategia de comunicación”, explicó Cisneros en diálogo con Conexión Vida.
El representante de ALEP también cuestionó que el viceministro no mencionara en su informe sobre la prioridad en el acceso a la vacuna covid-19 para las personas con VIH, dado que en otros países de la región, como Chile, ya se viene vacunando a esta población desde febrero. “Aquí se ha hablado de que hay una guía en la que se está trabajando. Esa respuesta genera zozobra porque se especula pero no se dice nada concreto”, lamentó Cisneros y agregó: “vamos a hacer incidencia para que eso suceda (la vacunación) y (las personas con VIH) ya inmunizadas puedan ir a sus controles y recibir tratamiento antirretroviral sin inconvenientes”.