Muchas propuestas de los candidatos a nivel nacional, pero pocas explicaciones de cómo se lograría, por ejemplo, garantizar la cobertura total a las vacunas covid-19 o como luchar contra la falta de oxígeno medicinal. Este es un resumen de estos planteamientos bastante gaseosos que refleja el poco interés real en cuanto a salud pública y que más es usado como anzuelo electoral.
Escribe: Renato Arana Conde – Conexión Vida
Lima, Perú.- Esta semana, el principal punto en la serie de sesiones de debate entre candidatos presidenciales cuando se aborda el tema de salud es la lucha contra el Covid-19. Para los aspirantes al sillón de Pizarro, basándonos en sus exposiciones, no existen los pacientes con condiciones crónicas de salud como diabetes, VIH, problemas renales, tuberculosis o cáncer. Sus propuestas se han centrado en la compra de vacunas contra la Covid-19 y el acceso a oxígeno medicinal por medio de varios mecanismos.
Verónika Mendoza (Juntos por el Perú), por ejemplo, prometió vacunación universal a través del Estado y rechazó que el sector privado se involucre en el proceso de inmunización para evitar que la vacuna se convierta en un negocio y que se rompa el proceso establecido por el Ministerio de Salud.
Por su parte, Yonhy Lescano (Acción Popular) insiste en que los laboratorios que producen este bien cedan sus derechos de propiedad intelectual e iniciar su producción a nivel nacional. Para ello, agregó que las empresas transnacionales productoras traigan a nuestro país la tecnología para su fabricación.
Para los candidatos Daniel Salaverry (Somos Perú) y Rafael López Aliaga (Renovación Popular) la solución no está en la liberación de las patentes, la cual -por lo que se ha visto hasta ahora- no es tema de interés de estos laboratorios pese a las discusiones en la Organización Mundial del Comercio y los pedidos de la Organización Mundial de la Salud.
Ambos candidatos coinciden en desarrollar una vacuna de factura nacional e incluso López Aliaga prometió, en un eventual gobierno suyo, otorgar apoyo económico al director y fundador del Laboratorio Farvet, Manolo Fernández, para su desarrollo. No sin antes, contradictoriamente prometer, la importación de 40 millones de vacunas desde Estados Unidos sin explicar cómo lo haría teniendo este producto una escasez debido a la sobredemanda de los países del primer mundo.
Daniel Urresti (candidato de Podemos Perú) prometió vacunar al total de la población del país contra el coronavirus al 30 de diciembre de este año. No descartó aliarse con el sector privado para lograr la cobertura a nivel nacional.
Más plantas de oxígeno o tomarlas de los privados
Lescano también ha prometido la compra de plantas de oxígeno, propuesta similar a la del candidato César Acuña (Alianza por el Progreso) quien detalló que instalará una planta en cada distrito del país. Aunque hay que recordarle al señor Acuña que existen 1845 distritos en un plazo de seis meses y que tome en cuenta la experiencia que se tuvo al encargarle a la UNI la construcción de 47 plantas, tarea que demostró ser un fracaso.
Keiko Fujimori (Fuerza Popular) habló de construir cien de estas plantas productoras que se distribuirán de manera gratuita a través de las Fuerzas Armadas.
Por su parte Verónika Mendoza prometió tomar el control temporal de la producción y distribución de oxígeno medicinal, amparándose en la Ley General de Salud. A esto, se comprometió a que por lo menos mil centros de salud tengan concentradores de oxígeno
El primer nivel de atención
El candidato presidencial de Victoria Nacional, George Forsyth, propuso reforzar el primer nivel de atención, y la compra de más camas para las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Ollanta Humala (Partido Nacionalista) también propone lo mismo, pero llevando los balones de oxígeno y personal de salud al primer nivel de atención.
En respuesta a la no saturación de los centros hospitalarios durante la pandemia, Julio Guzmán (Partido Morado) postuló que el 95% de todas las enfermedades deberían tenderse en el primer nivel de atención y no en los hospitales, aunque le faltó explicar como se logrará volcar toda esa infraestructura necesaria a estos centros de atención que han sido los grandes olvidados de la pandemia.
Sin duda, las propuestas se quedan en el marco de las promesas debido al ajustado tiempo de exposición y al número de candidatos para debatir (18 postulantes), que lejos de disipar dudas y ayudar a decidir a los electores, los deja más insatisfechos y poco informados a la hora de estar frente a las urnas.