Seis reconocidos activistas por los derechos en salud, perdieron la vida durante la crisis sanitaria mundial por el Covid-19. Recordamos parte de su indesmayable trabajo por mejorar un sistema de salud que no alcanzó el nivel para generarles atención en sus últimos días.
Escribe: Marlon Castillo Castro.
Lima, Perú.- “El VIH está en mi sangre, pero nadie lo ve”, es lo que siempre decía Carolina Chávez, una de las primeras mujeres que públicamente dio a conocer su diagnóstico de VIH en un spot de televisión que realizó la ONG Via Libre con el Ministerio de Salud por el año 1996.
El testimonio de Chávez fue clave en la prevención del VIH en el Perú, quitando el estigma social a esta condición crónica de salud. Carolina, dos años antes había sido diagnosticada con el VIH, tras conocer que su esposo también vivía con la misma condición de salud.
La activista de 58 años, logró superar años sin tratamiento (el tratamiento para el VIH recién se inició en el 2004), pero no pudo soportar el Covid-19 y el colapso de los dos sistemas de salud más importantes del país. El seguro social y el Ministerio de Salud.
Asegurada en EsSalud, pasó sus últimos días en su casa porque no había cupo para acceder a una cama en un hospital. Tenía recetas acumuladas que debía comprar y oxígeno que conseguir durante una escasez y precios elevados. Ella murió a inicios del mes de agosto en su casa, frente a la mirada de su hija.
Raúl Isidro Mantilla, era el vocero de los problemas de salud de las personas con VIH en la ciudad de Chimbote. Formó una organización comunitaria donde brindaba información y participó en la Coordinadora Regional Multisectorial de Salud – COREMUSA de su región.
Era uno de los que daba aviso a las organizaciones sobre los desabastecimientos de medicamentos para el VIH. Isidro murió días después de la muerte de Carolina. Semanas antes estuvo repartiendo víveres a las personas que necesitaban producto del desempleo y el confinamiento.
Consejera por muchos años en el hospital San Bartolomé de Lima, María Yapo, fue una activista que participó de marchas y eventos para prevenir el VIH en mujeres gestantes. De pocas palabras, pero de grandes gestos, pasó sus últimos días en el hospital Edgardo Rebagliati del Seguro Social de Lima. No soportó las complicaciones de salud por el nuevo virus que contrajo.
Al dar a conocer sobre su fallecimiento en el mes de setiembre, el colectivo GIVAR la recordó “por ser una persona luchadora comprometida y vigilante de los derechos en salud”.
El 12 de setiembre, la comunidad de defensores de los derechos en Salud y de la comunidad de personas trans, lesbianas, gays, bisexuales e intersexuales (TLGBI) volvió a perder a uno de sus integrantes. Rafael Rosas Castillo, falleció en el hospital Alberto Sabogal del Callao.
El exvicepresidente de la CONAMUSA en el 2017, estuvo hospitalizado por complicaciones de salud. Sus amigos hicieron colectas de ayuda y de donación de sangre para lograr reanimarlo, pero pereció, dejando un gran dolor en la comunidad.
En el mes de noviembre, Luis Alberto Bolognesi, también perdió la vida, debido a complicaciones con su salud. Su fallecimiento fue repentino, tras conocer que tenía una neoplasia. “Pancho Bolognesi”, como varios lo conocían, participó de marchas y plantones para exigir cambios en el sistema de salud, gritando a viva voz “No más corrupción en Salud”.
Sin embargo, uno de las primeras personas que murió durante la pandemia, fue Pedro Salvador, integrante de Sí, da Vida. Estuvo internado en el hospital del Callao en la quincena de julio, pero no resistió al Covid-19.
Semanas antes también estuvo repartiendo alimentos y acondicionando las instalaciones de Sí, da Vida para el reinicio de actividades mediante teletrabajo.
Una mención especial, se le debe hacer a Giovanny Romero Infante, expresidente del Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) que, a inicios de año, dejó de existir en el hospital Arzobispo Loayza. No murió en medio de la pandemia, pero sí en medio de una lucha por conseguir derechos para la comunidad TLGBI que es esquiva en el Perú.
El trabajo de los activistas defensores de los derechos en salud, son reconocidos en Conexión Vida. Seguimos sus huellas para luchar por tener un sistema de salud humano, que se adapte a las necesidades de los usuarios y que sea fortalecido para el beneficio de todos y todas.