Río de Janeiro, Brasil.- Una bacteria que se encuentra naturalmente en la vagina puede llegar a ser una nueva alternativa para prevenir el VIH y otras infecciones de transmisión sexual. Así lo asegura un estudio publicado en la revista mBio de la Sociedad Americana de Microbiología.
Según la investigación, el moco-cervical vaginal de las mujeres tiene un tipo particular de bacterias que actúa como un bloqueo naturales infecciones,pues son capaces de capturar eficazmente las partículas del VIH. Sin embargo, los investigadores advierten que el bioma vaginal varía entre las mujeres e incluso entre las diferentes etapas en la vida de una persona.
«Las superficies de las mucosas, como en los pulmones, el tracto intestinal y el sistema reproductor femenino, son donde se producen la mayoría de las infecciones»,indica Sam Lai, profesor de Farmacia de la Universidad de Carolina del Norte, EE.UU. y autor del estudio. «Nuestros cuerpos secretan más de seis litros de moco todos los días como una primera línea de defensa», destaca.
Los investigadores recolectaron muestras de moco cervical vaginal de 31 mujeres en edad reproductiva y midieron diferentes propiedades del material. Entre las pruebas, partículas de VIH se introdujeron, y fue posible separar las muestras en dos grupos distintos: los que capturan las partículas y que dejaron el patógeno circule libremente.
Una de las diferencias entre los dos grupos fue el alto nivel de ácido láctico D en las muestras que capturan el VIH. Como los seres humanos no producimos esta sustancia, los científicos sospechaban que los microbios que viven en la capa mucosa fueron los responsables de la diferencia en la cantidad de ácido láctico D.
Con la secuenciación genética de las bacterias, los investigadores concluyeron que el moco que puede bloquear el virus tenía altas concentraciones de la bacteria Lactobacillus Crispatus. En contraste, el esputo no pudo capturar el VIH pues tiene otra especie de Lactobacillus, la L. Iners, o tenían múltiples especies de bacterias, incluyendo Gardnerella vaginalis. Estas dos condiciones se asocian a menudo con la vaginosis bacteriana.
«Yo estaba muy sorprendido de las pequeñas diferencias entre las especies Lactobacillus que proporcionan diferencia sustanciales en las propiedades de barrera de moco», destaca Lai, recordando que históricamente ginecólogos que investigaron el microflora vaginal considerado como saludable si estuviera dominado por cualquier tipo de Lactobacillus.
Con esta búsqueda, trabajadores de la salud deberían preocuparse más por las mujeres que tienen poblaciones de Lactobacillus Iners. Por otro lado, la microflora dominada por Lactobacillus Crispatus brindaban más protección contra el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual que se pensaba.
El análisis mostró que la función de barrera de moco en las partículas de VIH, sino también con otros virus. Según Lai, el moco cervical-vaginal puede ser pensado como un «condón biológico», que se puede mejorar cambiando en bioma vaginal de las mujeres.
«Si encontramos una manera de inclinar la batalla a favor de L. Crispatus en las mujeres, podemos mejorar las propiedades de la barrera natural del moco y mejorar la protección contra las enfermedades de transmisión sexual», concluye Lai.
Fuente y foto: O Globo/GDA / Michael Freeman