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Su esposa se separó, fue privado de la relación con su hija por el temor de la madre a que le pudiese «contagiar» y se sumió en una «fuerte depresión», con varios intentos de suicidio

Galicia, España.- El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número uno de Vigo ha condenado al Hospital Povisa a indemnizar en 60.000 euros a un ciudadano español de 32 años diagnosticado erróneamente de VIH y hepatitis B, lo que se mantuvo durante 15 años y supuso que «su vida personal, social y laboral se desmoronó».

Tal y como consta en la sentencia, en el año 2000 este varón acudió a Povisa –su centro de referencia en virtud del convenio con el Sergas– por una herida en la pierna derecha tras una caída accidental en la vía pública. Al día siguiente se le dio el alta en el servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica, y en el apartado `otros diagnósticos` del informe se escribió que tenía VIH y Hepatitis B.

No obstante, en septiembre de 2015 se le realizó otro informe en el servicio de microbiología de la Gerencia de Gestión Integrada de Pontevedra y O Salnés -al que estaba inscrito por su internamiento en A Lama-, en el que dio resultado negativo de VIH, VHC y Hepatitis B.

Como resultado, la Consellería de Sanidade reconoció «un claro error de diagnóstico mantenido durante 15 años», ante lo que estimó parcialmente la reclamación del demandante, «declarando la responsabilidad del centro concertado Povisa», al que impuso que abonase al varón una indemnización de 19.172 euros, si bien el hombre presentó un recurso ante el juzgado.

Daños morales

Así, el ciudadano considera que los daños morales derivados del error de diagnóstico han de valorarse en 400.000 euros, lo que argumenta en que, «tras serle comunicado el diagnóstico» a su familia, «su vida personal, social y laboral se desmoronó, quebrándose todo su proyecto vital».

De hecho, su esposa se separó, fue privado de la relación con su hija por el temor de la madre a que le pudiese «contagiar»; se sumió en una «fuerte depresión», con varios intentos de suicidio; y recayó en el consumo de estupefacientes, que, «unido a lo que él creía una corta esperanza de vida, hizo que comenzase una espiral delictiva por la que entró en prisión en 2002».

Discriminación en el ámbito laboral.
Discriminación en el ámbito laboral.

Añade a todo esto que en el año 2000 «la mera infección de VIH prácticamente suponía una condena a muerte, y así lo vivió él», que además sufrió «el estigma y discriminación que conllevan el VIH y la hepatitis».

Incrementa la indemnización

A partir de todo ello, el juez sostiene que «la equivocación se dilató innecesaria y dolorosamente en el tiempo, por cuanto los servicios sanitarios pudieron comprobar en diversos momentos que los resultados de la serología eran negativos, y aún así ni se corrigió documentalmente ni se comunicó al interesado».

Ante esta situación, estima en parte el recurso interpuesto frente al Sergas y a Povisa, figurando como interesada una aseguradora, y anula parcialmente la resolución administrativa, de forma que condena a Povisa a pagarle una indemnización que asciende a 60.000 euros. Contra la resolución cabe recurso de apelación.

Fuente: Diversas fuentes de diarios españoles. 

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