
Inseguridad y salud mental: «el precio emocional de la ola de violencia en el Perú»
Lima, Perú. – Desde hace meses, los peruanos viven bajo una creciente sombra de temor. La inseguridad ciudadana ha escalado a niveles críticos y ha transformado el día a día en varias regiones del país, especialmente en Lima y Callao, la espiral de violencia ha sido protagonizada por bandas criminales que extorsionan a empresarios, pequeños negocios y, más recientemente, a trabajadores del transporte público; situación que ha detonado no solo protestas sociales, sino también un daño silencioso «el deterioro de la salud mental colectiva».
Esta creciente ola de extorsiones y la inseguridad ciudadana en Perú han tenido un impacto significativo en la salud mental de la población, debido a la constante exposición a amenazas y actos violentos, que están generado un ambiente de temor y ansiedad que afecta tanto a las víctimas directas como al público en general.

Incremento de la violencia y extorsiones
Las cifras oficiales reflejan un preocupante aumento en los delitos violentos. En 2024, se registraron 2,059 homicidios, un incremento significativo respecto a los 1,508 casos de 2023, solo en el primer trimestre de 2025, ya se han reportado 562 asesinatos. Particularmente, más de una docena de trabajadores del transporte han sido asesinados en lo que va del año, evidenciando la vulnerabilidad de este gremio.

Paro de transportistas como medida de protesta
Ante esta situación, diversas empresas de transporte público han suspendido sus servicios en Lima y Callao, miles de usuarios se han visto afectados por esta medida, que busca llamar la atención sobre la falta de seguridad en el sector. Los gremios de transportistas han solicitado la implementación de un plan conjunto entre los poderes del Estado para enfrentar las extorsiones y la violencia que los afecta; aunque el gobierno declaró un estado de emergencia en marzo y desplegó fuerzas militares para combatir la delincuencia, los resultados han sido insuficientes hasta el momento.

Impacto en la salud mental de los ciudadanos
La sensación de vulnerabilidad y el miedo constante han llevado a un aumento en los niveles de estrés, ansiedad y depresión entre los peruanos. Según el Instituto Guestalt de Lima (IGL), el 80% de la población experimenta estos trastornos debido a la percepción de inseguridad; distritos con altos índices de criminalidad como San Juan de Lurigancho y Villa El Salvador, también registran un mayor número de atenciones por problemas de salud mental.
Además, la exposición repetida a actos violentos puede generar estrés tóxico, impactando negativamente en el desarrollo neurológico y emocional de niños y adolescentes, aumentando los riesgos de ansiedad, depresión y dificultades de aprendizaje desde la infancia.
Clases suspendidas
En el ámbito educativo, las amenazas han obligado a varios colegios a suspender las clases presenciales y optar por la modalidad virtual para proteger a estudiantes y docentes. Sin embargo, incluso en este formato, los extorsionadores han irrumpido en clases virtuales, generando un impacto negativo en la salud mental de los alumnos y sus familias.
La psicóloga Katia Cánepa explicó que la violencia, los asesinatos y las extorsiones que enfrenta el país tienen un impacto directo en la salud mental de la población, generando miedo y ansiedad.
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