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¿Prevenir el VIH es responsabilidad de una persona? «Corresponsabilidad sexual y VIH: más allá de los prejuicios sociales»

Lima, Perú. – El Ministerio de Salud (Minsa) reportó 8,055 nuevos casos de VIH y 1,255 diagnósticos de SIDA en Perú durante 2024, según datos del Centro Nacional de Epidemiología (CDC Perú). El informe, que analiza la distribución territorial y demográfica de la epidemia, destaca que 7 regiones (Lima, Loreto, Amazonas, La Libertad, Ucayali, Piura y Callao) agrupan el 74.7% de los casos de VIH y el 79% de los casos de SIDA se ubican en Lima (46%), Loreto (9%), Callao (7%), Lambayeque (6%) y Arequipa (6%).

Perfil demográfico

Del total de casos de VIH notificados en 2024 los hombres representan el 76.6%​ y las mujeres el 23.4%, indicando que por cada 3.7 hombres que adquieren el VIH hay una mujer afectada. Siendo que el grupo etario más afectado en hombres es de 20 a 34 años, siendo esta edad el 55% de los casos totales, mientras que en mujeres es de 15 a 34 años; asimismo, el informe también señala que el 2% de los casos notificados durante el primer semestre de 2024 presentaron coinfección con tuberculosis (TBC).

Poblaciones más afectadas

​En los últimos años, el Perú ha experimentado un incremento preocupante en los casos de VIH entre adolescentes y jóvenes. Durante el primer semestre de 2024, se notificaron 3,334 nuevos casos de VIH, de los cuales el 47% correspondió a personas de entre 15 y 29 años. Además, hasta el 31 de marzo de 2025, se registraron 7,128 casos actuales de VIH en la población de 10 a 19 años en el país, según datos del Centro Nacional de Epidemiología del Perú, siendo la Amazonía peruana una región que concentra el 40% de los casos de VIH en niños y adolescentes, con 721 nuevos diagnósticos entre 2019 y 2023 en regiones como Loreto, Amazonas, San Martín, Ucayali y Madre de Dios. ​

Estos datos resaltan la vulnerabilidad de la población adolescente y joven peruana frente al VIH, enfatizando la necesidad urgente de reforzar las estrategias de prevención, educación en salud sexual y reproductiva, y acceso a servicios de salud adecuados para este grupo etario.​

PreP como método de prevención

La Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) es una estrategia efectiva para prevenir la infección por VIH, especialmente en poblaciones con mayor vulnerabilidad de adquirirlo. En Perú, su implementación ha sido progresiva, pero enfrenta desafíos significativos que limitan su alcance y efectividad.​

El Ministerio de Salud (Minsa) ha informado que, hasta mayo de 2023, más de 2,000 personas reciben PrEP en más de 100 establecimientos de salud a nivel nacional. Además, 96,643 personas viviendo con VIH reciben tratamiento antirretroviral gratuito. Sin embargo, a pesar de estos avances, el acceso a PrEP sigue siendo limitado. La cobertura actual es insuficiente para la demanda existente, y se han reportado dificultades en la disponibilidad y distribución de este medicamento en diversas regiones del país.

Desabastecimiento y estrategias de prevención débiles

Informes del Grupo de Vigilancia del Abastecimiento de Antirretrovirales (GIVAR) indican que, hasta septiembre de 2023, se recibieron 143 denuncias relacionadas con la provisión de medicamentos para el VIH, siendo junio el mes con mayor número de quejas. Estas denuncias reflejan problemas persistentes en la cadena de suministro y distribución de antirretrovirales, incluyendo la PrEP.

Además, las estrategias de prevención del VIH en Perú han mostrado debilidades. Aunque se han realizado esfuerzos para implementar intervenciones de prevención combinada, como la oferta fija, móvil y comunitaria, estudios piloto de auto testeo y notificación asistida, aún existen brechas significativas en la cobertura y acceso a estos servicios. Es fundamental fortalecer las políticas públicas, mejorar la gestión de suministros y ampliar la cobertura de servicios preventivos para reducir la incidencia del VIH en el país.

Desabastecimiento de ARV afecta el Indetectable = Intransmisible

El Grupo de Vigilancia de Abastecimiento de Antirretrovirales (GIVAR) registró 304 denuncias por desabastecimiento de medicamentos para el VIH hasta noviembre de 2024, siendo los fármacos más afectados Raltegravir, Truvada, Dolutegravir, Lamivudina, Tenofovir (TLD) y Atripla, una situación que persiste en 2025, con 22 denuncias adicionales hasta enero.

La falta de medicamentos y recursos ha debilitado las estrategias de prevención del VIH en Perú. En 2024, se registraron 6,656 nuevos casos de VIH, reflejando la necesidad de fortalecer las políticas de prevención. Además, recortes presupuestarios han afectado programas esenciales, limitando el acceso a servicios de prevención y tratamiento.

¿El aumento de los casos de VIH es por las personas infieles?

En los últimos días ha estado corriendo una información publicada por el Diario La Industria de Chiclayo, Lambayeque, donde en una entrevista realizada a la obstetra Juana Luzmila Pisco Ochoa, coordinadora regional de la Estrategia ITS VIH/SIDA y hepatitis en la región de Lambayeque, se mencionó que el aumento de casos de VIH en la Región Lambayecana es porque la infidelidad ha aumentado.

Reducir la transmisión del VIH a la “infidelidad” perpetúa el estigma, invisibiliza realidades diversas y genera miedo en lugar de conciencia, son narrativas que hacen mucho daño. El VIH no es un castigo moral ni un resultado de “malas decisiones”, es una infección transmisible que puede afectar a cualquiera si no se toman medidas adecuadas y esas medidas no son solo individuales, también son estructurales: educación sexual integral en colegios, acceso a pruebas, condones, PrEP y tratamiento.

El Estado debe garantizar esas herramientas, pero como sociedad, debemos dejar de juzgar y empezar a acompañar. El rol del Ministerio de Salud es promover políticas basadas en derechos humanos y evidencia científica. Eso significa dejar atrás enfoques moralistas o culpabilizadores y avanzar hacia intervenciones que empoderen a las personas, además, trabajar de la mano con organizaciones de la sociedad civil, porque ellas conocen de cerca las barreras que enfrentan muchas personas.

La corresponsabilidad sexual es esencial porque reconoce que el cuidado de la salud sexual no recae en una sola persona, sino en todas las partes involucradas en una relación o encuentro sexual, hablar de corresponsabilidad es pasar del juicio al compromiso, y del estigma a la prevención real y efectiva.

Prevenir el VIH no es solo usar condón o hacerse una prueba, sino generar espacios de diálogo, confianza, respeto y toma de decisiones informadas entre personas. El VIH se puede prevenir, tratar y vivir plenamente con él con adherencia al tratamiento antirretroviral, pero para lograrlo, necesitamos dejar de señalar con el dedo y empezar a hablar con responsabilidad y empatía.

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