Lima – Perú.- La depresión afecta a millones de personas en todo el mundo, pero en aquellos que viven con VIH, el riesgo de desarrollar trastornos emocionales es significativamente mayor. Según estimaciones, aproximadamente el 35% de las personas con VIH experimentan depresión, una tasa que supera considerablemente la de la población general. Este problema de salud mental no solo impacta la calidad de vida, sino que también puede interferir en el tratamiento antirretroviral y la adherencia médica.
La depresión: más que tristeza
A menudo se utiliza el término «depresión» para describir momentos de tristeza o desesperanza asociados a problemas específicos. Sin embargo, la depresión clínica es diferente y requiere tratamiento. La mayoría de las personas pueden superar sentimientos temporales de tristeza, pero si estos persisten o son abrumadores, es fundamental recibir una evaluación psicológica.
El VIH y la vulnerabilidad emocional
Vivir con VIH puede generar estrés crónico debido al estigma, los desafíos de adherencia al tratamiento, la incertidumbre respecto al futuro y posibles complicaciones de salud. Estos factores aumentan el riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos mentales.
Además, algunos tratamientos antirretrovirales, como el efavirenz, pueden causar efectos secundarios psicológicos. Si notas un cambio en tu estado emocional tras iniciar o modificar tu tratamiento, coméntalo con tu médico para evaluar alternativas.
Cómo identificar una depresión grave
Los especialistas utilizan criterios específicos para diagnosticar la depresión grave, los cuales incluyen síntomas emocionales, físicos y conductuales que persisten durante al menos dos semanas. Algunos de los síntomas principales son:
Sentirse deprimido la mayor parte del día, todos los días.
Pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras.
Fatiga persistente, dificultad para concentrarse y cambios significativos en el apetito o el sueño.
Pensamientos persistentes sobre la muerte o el suicidio.
En el caso de las PVVS, estos síntomas pueden amplificarse por la carga emocional asociada al diagnóstico y la gestión diaria del tratamiento.
El tratamiento como una herramienta de empoderamiento
Recibir ayuda profesional es fundamental. La combinación de psicoterapia y medicación antidepresiva ha demostrado ser efectiva tanto en la población general como en las personas que viven con VIH. Este enfoque no solo alivia los síntomas depresivos, sino que también mejora la calidad de vida y la adherencia al tratamiento antirretroviral.
El apoyo importa
No enfrentes estos desafíos en soledad. Rodearte de una red de apoyo, ya sea a través de amigos, familiares o grupos comunitarios, puede marcar una gran diferencia en tu bienestar emocional. En nuestra ONG SI,DA VIDA , ofrecemos un servicio gratuito de psicología dirigido especialmente a PVVS. Contáctanos al +51 986 492 730 y da el primer paso hacia un mejor bienestar emocional y calidad de vida.
Recuerda, cuidar de tu salud mental es tan importante como cuidar de tu salud física. No estás solo en este camino.
ONG Sí, da Vida brinda el servicio de psicología gratuito a personas viviendo con VIH (PVVS)