Tumbes: Detectan deficiencias críticas en medicamentos para VIH y tuberculosis en hospital de Tumbes

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Un informe de la Contraloría expone alarmantes carencias en el programa presupuestal TBC-VIH/SIDA del Hospital Regional de Tumbes, incluyendo la falta de medicamentos esenciales, infraestructura deficiente y personal especializado insuficiente. Estas irregularidades, sumadas al uso indebido de recursos, ponen en riesgo la atención de pacientes y el cumplimiento de metas críticas de salud pública en una región que enfrenta altos índices de vulnerabilidad.

Tumbes – Perú.- La Contraloría General de la República ha emitido un preocupante informe sobre la gestión del Programa Presupuestal 0016: TBC-VIH/SIDA en el Hospital Regional José Alfredo Mendoza Olavarría, (JAMO), revelando serias irregularidades que ponen en riesgo la vida y salud de cientos de pacientes con tuberculosis y VIH en la región.

Principales hallazgos del informe

  1. Falta de medicamentos esenciales:

    • 1,631 unidades faltantes de Dolutegravir + Lamivudina y Tenofovir, tratamiento antirretroviral clave.
    • 144 unidades de Rifapentina 150 mg, indispensable para prevenir la tuberculosis en pacientes con VIH.
      Estas carencias impactan directamente en la capacidad del sistema para prevenir complicaciones graves y detener la progresión de las enfermedades.
  2. Inconsistencias estadísticas:
    El informe detectó discrepancias alarmantes entre los registros del programa y la Unidad de Epidemiología del hospital:

    • El programa reporta 60 defunciones por VIH, mientras que Epidemiología registra 89, una tasa de letalidad del 20.2 %, muy superior al promedio nacional.
    • Estas inconsistencias generan una mala programación presupuestal, dificultando la atención integral a los pacientes.
  3. Infraestructura precaria y falta de recursos:
    Los consultorios destinados al programa presentan puertas dañadas, mobiliario en mal estado y equipos informáticos obsoletos. Además, el personal reportó la falta de insumos como folletos informativos, aire acondicionado y pruebas rápidas de diagnóstico, que solo se consiguieron mediante gestiones con DIRESA Tumbes.


  4. Carencia de personal especializado:
    El comité multidisciplinario exigido por la normativa NTS N.º 169-MINSA/2020 no cuenta con profesionales clave como un químico farmacéutico, un psicólogo o un médico infectólogo a tiempo completo, lo que afecta gravemente la calidad de atención.

  5. Uso indebido de recursos:
    La Contraloría reveló el uso de S/ 56,210.47 del presupuesto del programa para fines ajenos a sus objetivos, comprometiendo aún más el cumplimiento de metas críticas como los 1,300 despistajes de tuberculosis en sintomáticos respiratorios, de los cuales solo se ha logrado el 55.46 % al cierre de septiembre.

Un llamado urgente a la acción

Las deficiencias señaladas no solo comprometen la salud de los pacientes, sino que exponen al hospital a la pérdida de incentivos presupuestales por incumplimiento de metas. Además, estos problemas podrían agravar el estigma y las barreras de acceso que ya enfrentan las personas con VIH en el país.

Críticas y preocupación social

El informe ha generado preocupación entre expertos en salud pública y organizaciones sociales. La falta de planificación adecuada y el uso indebido de recursos reflejan, según críticos, una indiferencia hacia una población históricamente vulnerada. “La atención integral para personas con VIH es un derecho básico. Estas carencias son un retroceso inaceptable para el sistema de salud,” señaló un representante de una ONG local que trabaja con pacientes con VIH.

La Contraloría ha exigido al hospital y a las autoridades regionales presentar en un plazo máximo de cinco días hábiles un plan de acción preventivo y correctivo. De no hacerlo, podrían enfrentarse a sanciones administrativas y legales.

Una problemática que trasciende fronteras regionales

Según datos del Ministerio de Salud (MINSA), en el Perú aproximadamente 91,000 personas viven con VIH (PVVS), de las cuales más del 50 % depende del sistema público de salud para recibir tratamiento y monitoreo de su condición. La región Tumbes, al ser una zona fronteriza y de tránsito migratorio, enfrenta desafíos adicionales en la atención de esta población vulnerable, agravados por las deficiencias detectadas.

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