El presidente y consejero delegado, Albert Bourla, ganó 33 millones de dólares el año pasado y el director financiero, 24 millones.
Internacionales.- la vacunas han sido un factor clave en la batalla contra la pandemia. Al tiempo, se han convertido en un negocio muy rentable para las empresas fabricantes y sus directivos, con el gigante farmacéutico Pfizer a la cabeza. La compañía estadounidense pulverizó en 2022 su récord de beneficios gracias a las ventas de Comirnaty (la vacuna desarrollada y producida junto a BioNTech) y de Paxlovid, su píldora para quienes han contraído la enfermedad. Y esos beneficios se han traducido en retribuciones también récord para los directivos de la compañía.
El presidente y consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, ganó 33 millones de dólares (unos 31 millones de euros) en 2022, frente a los 24 millones del año anterior, según la documentación registrada por la compañía en la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC, por sus siglas en inglés). Es la retribución más alta pagada por la empresa a su primer ejecutivo en su historia.
Pfizer resalta algunos de los logros del pasado ejercicio: “En 2022, tratamos a más de 1.300 millones de pacientes (en todo el mundo) con nuestros medicamentos y vacunas. Alcanzamos una cifra récord de ingresos de 100.300 millones de dólares, lo que representa un crecimiento de los ingresos operativos del 30%”, explica. También subraya sus esfuerzos en investigación, el próximo lanzamiento de nuevos productos, las operaciones de compra de otras empresas, la iniciativa para ayudar a cerrar la brecha de equidad sanitaria para 1.200 millones de personas que viven en 45 países de renta baja y la mejora de la reputación de la empresa.
Amenazas a directivos
Esa mejora en la reputación no ha impedido que algunos de los directivos sean objeto de amenazas: “Debido al aumento de los riesgos de seguridad, incluidas las amenazas contra nuestros ejecutivos, se ha proporcionado protección de seguridad adicional, de conformidad con un estudio de seguridad independiente y el asesoramiento de otros expertos en seguridad, a determinados ejecutivos, cuando se ha considerado oportuno”, asegura la compañía.
En el caso de Bourla, la factura de seguridad asciende a 800.000 dólares. Dentro de su retribución, la mayor parte pagada en acciones y opciones, se incluyen 188.000 dólares por uso personal del avión de la empresa y 18.000 dólares por uso de coche. El primer ejecutivo de Pfizer tiene un blindaje de cerca de 90 millones de dólares en caso de despido sin causa o por cambio de control de la empresa.
Tras Bourla, el ejecutivo mejor pagado es el director financiero, David Denton. Pese a que se incorporó a la empresa a principios de mayo del año pasado, su retribución fue de 24,4 millones de dólares.
Polémica
La compañía farmacéutica Pfizer se ha visto envuelta en una polémica por un vídeo en el que aparece Jordon Trishton Walker, director de Investigación y Desarrollo en Pfizer y planificador científico de ARNm (la tecnología de ARN mensajero que utilizan las vacunas), confesando que la farmacéutica está “explorando” cómo lograr mutaciones en el virus del Covid para “generar nuevas vacunas”, informó La Razón.
Walker realizó dicha confesión al ser grabado con una cámara oculta de un periodista encubierto de la organización Project Veritas (que hace investigaciones desde 2011, bajo la dirección del periodista James O´Keefe). Muy pocos medios periodísticos publicaron el vídeo, según recoge el medio digital Memo.
El vídeo tuvo más de 32 millones de visualizaciones en pocos días. Sin embargo, O’Keefe volvió a buscar a Walker para preguntarle ya no de forma oculta si lo que había dicho era así, y el directivo de Pfizer respondió de forma violenta, rompiendo la Tablet del periodista, empujando al cámara y gritando que fue agredido.
Luego de conocerse el video con la confesión de cómo el laboratorio pensaba buscar la “mutación directa” del virus, varios políticos de Estados Unidos se hicieron eco y enviaron peticiones de explicaciones tanto a la empresa como al mismo Congreso para que inicie una investigación oficial.
Fuentes: El País / Hispanidad