Es necesario implementar intervenciones adaptadas a los distintos subgrupos de población con el VIH y que tengan en cuenta la gran proporción de casos asintomáticos.
Suiza.- Un estudio suizo, publicado en la revista Open Forum Infectious Diseases, analizó los datos procedentes de más de 10.000 personas con el VIH a lo largo de un periodo de dos años y descubrió que más del 10% de los participantes fueron diagnosticados de alguna infección de transmisión sexual (ITS), registrándose un total de 1.634 nuevos casos (algunas personas fueron diagnosticadas de más de una infección). La ITS más habitual fue la sífilis, seguida por la gonorrea y la clamidia, que en un gran número de ocasiones fueron asintomáticas.
El estudio también puso de relieve la mayor vulnerabilidad de determinados grupos de población. Así, se observó que los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) menores de 50 años se vieron afectados de forma desproporcionada por las ITS, ya que a pesar de constituir el 21% de la población del estudio, registraron el 61% de las ITS que se produjeron. Además de los hombres GBHSH, el estudio reveló que otros grupos de población en situación de mayor riesgo fueron las personas que habían tenido «parejas [sexuales] ocasionales» y las que tenían un historial de uso de drogas inyectables.
En el estudio, que se llevó a cabo entre abril de 2017 y noviembre de 2019, se recopilaron datos procedentes de 22 hospitales y clínicas comunitarias. La decisión de no considerar los datos de 2020 se debió a que la pandemia de COVID-19 supuso una alteración en el funcionamiento habitual de estos centros y, probablemente, se habría producido una disminución del acceso a los mismos o interrupciones del tratamiento de las ITS, por no mencionar los cambios en las pautas de comportamiento social que habrían afectado a la posibilidad de encontrarse con parejas sexuales.
El análisis contó con datos procedentes de 10.140 personas con el VIH con una media de 51 años de edad. El 73% eran hombres y el 27%, mujeres, con un 77% de personas de raza blanca, un 15% de raza negra, un 4,2% de origen asiático y un 4% de origen hispano. La media del recuento de CD4 fue de 670 células/mm3 y el 15% de las personas presentaron una carga viral detectable en algún momento del estudio. En general, unas 1.029 personas (algo más del 10% de los participantes) protagonizaron 1.634 diagnósticos de una ITS (a algunas personas se les diagnosticó más de una ITS), siendo las más frecuentes sífilis (573 casos), gonorrea (497 diagnósticos) y clamidia (418 casos). Las tasas de ITS registradas en el estudio fueron mucho más elevadas que las de la población general sin el VIH de Suiza (más de 500 veces superiores en el caso de la sífilis, 70 veces superiores en el de la gonorrea y 18 veces superiores en el de la clamidia).
En el estudio se comprobó que en algo más de la mitad los diagnósticos de ITS (51%) las personas no presentaban síntomas. De hecho, entre las tres ITS diagnosticadas con mayor frecuencia, no se apreciaron síntomas en el 55% de los casos de clamidia, en el 54% de los casos de sífilis y en el 46% de los casos de gonorrea. A este respecto, el equipo de investigadores destacó que el elevado porcentaje de casos de ITS asintomáticas pone de relieve la necesidad de implementar pruebas de ITS que no se limiten a [personas con] infecciones sintomáticas.
Al analizar los datos más en detalle, se comprobó que había determinadas subpoblaciones del estudio cuyo riesgo de adquirir una ITS era mayor: hombres, hombres GBHSH, personas entre los 18 y 34 años, personas que habían tenido una o varias parejas sexuales ocasionales y personas con historial de uso de drogas inyectables.
Entre las limitaciones del estudio, los autores afirmaron que, como parte de la atención continuada en sus clínicas, solo se realiza de forma rutinaria el cribado de la sífilis, independientemente de si una persona presenta o no síntomas propios de esta enfermedad. Esto significa que el estudio puede haber subestimado las tasas de gonorrea y clamidia, porque el cribado puede haberse realizado únicamente si una persona tenía síntomas que sugerían la presencia de una ITS.
Estos resultados están en consonancia con los hallazgos de otro estudio realizado recientemente en la ciudad de Nueva York (EE UU), en el que participaron casi 2.500 hombres y que reveló que los hombres con el VIH corrían un mayor riesgo de contraer sífilis que los hombres sin el VIH. El estudio no halló diferencias en la distribución de otras ITS entre los dos grupos de hombres.
Los datos de estos estudios mencionados ponen de relieve la situación de vulnerabilidad que tienen algunos hombres GBHSH sexualmente activos frente a las ITS, sobre todo a la sífilis, lo que subraya la necesidad de implementar programas que trabajen con estas poblaciones para ayudar a reducir la incidencia de estas ITS. Precisamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado un llamamiento a los países y regiones mundiales para que reduzcan los nuevos casos de sífilis e ITS comunes en un 90% entre 2018 y 2030.
Fuente: Gtt – VIH