Más de 10 millones menos tendrá la partida presupuestal destinada para la prevención, atención y tratamiento en VIH y tuberculosis para el 2023 de aprobar el Congreso el proyecto de ley del presupuesto de la nación.
Escribe: Marlon Castillo Castro / Conexión Vida
Lima, Perú.- De nada sirvió que un grupo de activistas por los derechos de las personas con VIH mantuvieran reuniones con el despacho del más alto nivel del Ministerio de Salud (Minsa), para asegurar una mejor programación presupuestal para la prevención, atención y tratamiento de las personas con VIH y tuberculosis, cuando el Poder Ejecutivo sigue reduciendo el presupuesto.
De acuerdo con el Proyecto de Ley 02907/2022 enviado por el Ejecutivo al Congreso de la República el 26 de agosto en el que consigna el Presupuesto Público para el año fiscal 2023, la partida presupuestal 0016 concerniente a VIH y tuberculosis (TB), se reduce en más de 10 millones de soles con respecto al 2022.
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Es así que para el 2023 se plantea dotar de 593 millones de soles, mientras que en el 2022 hubo 604 millones. Incluso ambos montos son inferiores a los del 2021 en donde se contó con un Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) de 712 millones, según el portal del Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas.
Reuniones no sirvieron de mucho
El pasado 19 de julio, tras diversas cartas enviadas por el Grupo de Vigilancia del Abastecimiento de Medicamentos para VIH – GIVAR, autoridades de Salud, como el Viceministro de Salud Pública, Joel Candia; Alexis Holguín, Director General de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública; así como el Director de Prevención de VIH, ITS y Hepatitis Carlos Benites y asesores del despacho del Minsa, se reunieron con integrantes de GIVAR y Onusida para abordar la situación de la reducción de la partida presupuestal 0016 para el VIH y TB.
Los técnicos del Minsa, indicaron que para el presupuesto del 2023, la situación iba a regularizarse, indicando que hubo modificaciones debido a políticas y proyectos planteados por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
En dicha reunión, el Minsa informó que durante el año, han gestionado pedidos adicionales de presupuesto ante problemas de financiamiento para la compra del tratamiento antirretroviral para el VIH, teniendo en cuenta que de los 29 productos farmacológicos, 24 son para el VIH. En total se han destinado 22 millones adicionales redistribuidos del mismo sector (13 y 9 millones) para compras y garantizar el abastecimiento de este año.
Ello significa que el presupuesto de apertura de este año, no fue suficiente para asegurar la compra de medicamentos antirretrovirales, lo que pone en serio riesgo el tratamiento de aproximadamente 98 mil personas con VIH que viven en el Perú, según fuentes de Onusida.
Otra de las adecuaciones al presupuesto fue la que se realizó a inicios de año (10 de febrero) mediante resolución secretarial (027-2022/MINSA), transfiere 15 millones 527 mil soles al Cenares para la compra de medicamentos, pero dicho dinero provenía del rubro de monitoreo, supervisión, evaluación y control del VIH/Sida contemplado en la misma categoría presupuestal (la 0016: TBC-VIH/Sida).
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Hace unos dias, el Minsa distribuyó el medicamento ritonavir que había estado desabastecido por varias semanas. El Cenares – entidad que se encarga de hacer las compras no se ha pronunciado por este faltante.
En agosto del presente año, Integrantes de GIVAR estuvieron en una mesa junto al ministro Jorge López y le solicitaron no disminuir el presupuesto. La máxima autoridad sobre temas de salud indicó que el Minsa estaría pendiente de tener un presupuesto que tuviera la cobertura necesaria.
Proyecto en manos del Congreso
Como se conoce, el presupuesto aún no está aprobado. El Congreso de la República deberá debatir su aprobación y lo más probable es que se admita como todos los años lo realizan, sin modificaciones importantes a la propuesta de ley.
Según GIVAR, se corre riesgo del desfinanciamiento del programa en VIH y tuberculosis y el abastecimiento oportuno al tratamiento antirretroviral, considerando que en Perú tiene serias brechas que cerrar sobre el VIH y los compromisos asumidos al 2030 para erradicar el Sida del país.
