La confianza, la familiaridad con las parejas, las creencias erróneas sobre el VIH y la búsqueda del placer serían algunos de los motivos comunicados en un estudio australiano
Desde que se introdujo la PrEP en Australia, esta herramienta preventiva ha tenido muy buena acogida entre los hombres GBHSH, sobre todo por su efectividad y gratuidad, hasta el punto que la PrEP y el tratamiento como prevención (o TaSP, por sus siglas en inglés) han modificado las estrategias preventivas frente al VIH.
En el estudio australiano cuyos resultados ahora se publican, los investigadores analizaron los factores que contribuyen al poco o ningún uso de estrategias efectivas de prevención del VIH entre los hombres GBHSH a pesar del aumento de las opciones disponibles. Para ello, realizaron entrevistas en profundidad a 24 hombres GBHSH residentes en el área metropolitana de Sydney. Estas encuestas se realizaron entre octubre de 2017 y mayo de 2018 donde el uso de la PrEP estaba expandiéndose rápidamente en Australia.
La mayoría de los participantes (n=22) eran angloaustralianos, la mitad tomaba PrEP y dos indicaron tener el VIH. Menos de la mitad mantenía una relación estable con una pareja y todos informaron haber tenido periodos donde no usaron ninguna estrategia de prevención del VIH. Las entrevistas duraron una hora en promedio y se centraron en los relatos de los participantes sobre la no utilización de estrategias de prevención del VIH. Los usuarios de PrEP reflexionaron sobre sus experiencias de no usar preservativos antes de empezar a tomar la PrEP.
Entre los factores que los participantes indicaron como clave a la hora de no usar estrategias preventivas frente al VIH fue la familiaridad y confianza con la que trataban a sus parejas sexuales, ya fuera construyéndose con el tiempo o estableciéndose la relación de una manera más rápida. Algunos participantes manifestaron que la necesidad de encontrarse cómodos para mantener relaciones sexuales con una pareja era motivo suficiente para sentirse igual a la hora de no usar preservativo.
Si bien la mayoría de los hombres dijeron que tenían la intención de utilizar una estrategia de prevención del VIH, les resultaba difícil hacerlo durante las relaciones sexuales, sobre todo por las dificultades para hablar de su uso durante el acto sexual.
Algunos participantes indicaron que en sus relaciones sexuales aceptaban la posibilidad de un diagnóstico del VIH; otros que no percibían que estuviesen en una situación de alto riesgo de VIH; y algunos asumían, debido a la cada vez mayor aceptación de la PrEP, que sus parejas sexuales estarían recibiendo esta estrategia de prevención. Pese a todo, algunos de ellos se tranquilizaban cuando recibían los resultados negativos frente al VIH en las pruebas de detección. Entre los encuestados que habían dejado de usar los preservativos se encontraban aquellos que preferían parejas que estuviesen tomando PrEP o que tuvieran el VIH indetectable.
El desconocimiento sobre el VIH fue otro motivo por el que los participantes no escogían estrategias preventivas adecuadas. Aunque algunos conocían el mensaje de I=I, muchos creían poder identificar a simple vista a las personas con el VIH. Además, algunos consideraban que, para que se produjese una transmisión tenían que producirse signos físicos, como, por ejemplo, un sangrado.
Entre los hombres que habían comenzado recientemente a tomar PrEP, el motivo que lo había propiciado eran cambios en el estado de su relación o el haber recibido el diagnóstico de una infección de transmisión sexual (ITS). Entre sus reflexiones indicaron que, antes de tomar PrEP, usaban de manera inconsistente las estrategias de prevención del VIH.
Los autores destacan en sus conclusiones la necesidad de intervenciones de promoción de la salud sexual que puedan afrontar estos factores que influyen en la reducción de las estrategias de prevención del VIH en hombres GBHSH. Aunque la confianza y la familiaridad con las parejas pueden fortalecer los aspectos positivos de las relaciones sexuales, la falta de conversaciones significativas sobre salud sexual podría suponer una mayor exposición frente al VIH para muchos hombres GBHSH.
Algunos hombres en el estudio describieron estar atrapados en el ‘calentón del momento’ durante el sexo como la razón por la que no usaron consistentemente una estrategia de reducción de riesgos. Según los investigadores, la racionalización del ‘calentón del momento’ destaca la necesidad de intervenciones de promoción de la salud sexual, tanto a nivel individual como comunitario, que involucren a los hombres GBHSH en la planificación de sexo seguro antes de las relaciones sexuales. Este hallazgo también sugiere que estrategias como PrEP y TasP, que eliminan la imposición de que las personas piensen en el riesgo de VIH durante las relaciones sexuales, podrían promoverse de manera efectiva como una solución a esta necesidad.
Fuente: Aidsmap / Elaboración (gTt-VIH)