Escribe: Marlon Castillo Castro / Conexión Vida
Recordamos el natalicio de la estrella de Hollywood, ganadora de dos premios Óscar que fundó una organización a favor de la investigación sobre el VIH y se enfrentó al senado de los Estados Unidos por su desinterés frente al tema.
Lima, Perú.- Era julio del año 1996, cuando la famosa actriz Liz Taylor (Elizabeth Rosemond Taylor) se despedía del auditorio donde se había desarrollado la onceava Conferencia Mundial sobre Sida, en Vancouver, Canadá y un joven activista peruano le tomó una fotografía con su cámara de rollo en blanco y negro.
«Burlé el cordón de seguridad y grité lo más que pude: Liz, Liz; hasta que ella volteó y logré tomarle una foto», narra con entusiasmo Julio César Cruz, director de la ONG PROSA, que en aquellos tiempos ya vivía con el VIH y conocía por las noticias que la actriz de mayor popularidad y mejor pagada de Hollywood le había saludado desde lo lejos, levantando una de sus manos, ya que en la otra llevaba a su mascota, tan famosa como ella.
«Es una foto que guardo con mucho cariño,ya que era una de las pocas actrices que en aquellos años hablaba del VIH«, recuerda Cruz, quién logró viajar hasta Canadá, gracias a una beca que logró ganar y donde recién se daban a conocer los primeros tratamientos para el control del virus.
Para Cruz, era un gran sueño haber estado cerca de la actriz y saber que era una de las pocas que donaba dinero y demandaba a los gobiernos investigar y financiar servicios de salud para las personas con VIH. La estrella del cine, protagonista de Cleopatra cofundó la Fundación Estadounidense para la Investigación sobre el sida (amfAR) y la Fundación Elizabeth Taylor del sida (ETAF).
Los fondos otorgados a sus organizaciones benéficas, contribuyeron para realizar las investigaciones para el desarrollo de cuatro de los seis clases de medicamentos vitales contra el VIH, según reportan revistas de investigaciones médicas.
A inicios de la pandemia por VIH, el único medicamento para el control de la condición de salud era la zidovudina, conocida como «AZT», la misma que luego de investigaciones se comprobó que, retrasa la progresión temprana de la infección, pero no era de mucho beneficio si no se combinaba con otras drogas.
Cumpliría 90 años
La diva del celuloide, nació un 27 de febrero en Inglaterra y hoy cumpliría 90 años. Las personas con VIH en todo el mundo, la recuerdan como la primera famosa activista a favor de sus derechos y defensora de la no discriminación. «El sida aún es un tabú y mucha gente cree erróneamente que es una enfermedad sólo de homosexuales. Y no es verdad», pronunció Taylor, durante una conferencia en 1992.
Además fué protagonista de una campaña en 1986 para la fundación amfAR, un año después del fallecimiento del actor y amigo Rock Hudson, el 2 de octubre de 1985, muerte que conmocionó al mundo y que acentuó la discriminación del VIH en la comunidad homosexual.
Biógrafos señalan que Taylor donó varios millones de dólares en la investigación contra el VIH y logró recaudar 100 millones de dólares en donaciones, así como puso en subasta joyas y prendas de vestir para financiar campañas y entrega de medicamentos. Es así que por un valor de 167,500 dólares se vendió en subasta el vestido que lució en la gala de los Óscar de 1969.
La actriz con más de 70 películas, ganadora de dos premios Óscar (1960-1966) y galardonada con el premio a la labor en causas humanitarias (1993) se presentó en el Senado de los Estados Unidos como testigo a favor de una adolescente que tenía hemofilia y que contrajo el VIH por transfusión de sangre contaminada. Su testimonio y procesos sirvió para que en 1990 el Congreso apruebe la Ley Ryan White CARE, como caso emblemático de la adolescente y lograr financiar un programa de ayuda a personas con VIH de bajos recursos en los Estados Unidos, que funciona hasta la actualidad.
La criticada vida de Taylor, por sus 8 matrimonios, tuvo eco en el propio Vaticano en los años 60 nombrándola como «bagabundeo erótico» a su relación con el actor Richard Burton, con quien se casó dos veces, pero lejos de los escándalos mediáticos, logró generar conciencia sobre el VIH, sumándose a campañas junto a Magic Johnson, exbaloncestista estadounidense, considerado uno de los mejores de la historia, que un 24 de octubre de 1991 dio a conocer que tenía VIH, dejando atónito a todo el mundo que presagió equivocadamente su muerte, ya que aún se mantiene saludable a sus 62 años.
Cuando Julio Cruz tomó la foto de Elizabeth Taylor, ella tenía 64 años de edad. Quince años después, (79 años) moriría en un hospital de Los Ángeles, donde estuvo internada por un problema cardíaco. Su cumpleaños del 2011 lo celebró en el hospital, así como logró ver los premios Óscar desde ese mismo lugar.
Probablemente la historia de la respuesta a la pandemia del VIH hubiera sido otra sin la incursión de Liz Taylor. Hoy la recordamos como la mujer que aprovechó su fama, para ser solidaria con los demás.