Inspección de la Contraloría reveló que en hospital Dos de Mayo no se no cuenta con cifra sobre cuántas personas con VIH realmente deben inmunizarse contra el covid-19, hay falta de personal para seguimiento de casos y, a esto, se suma falta de vacunas pese a citas programadas. Situación se estaría replicando en otros establecimientos de salud público.
Escribe: Renato Arana Conde: Conexión Vida
Lima, Perú.- Tras mes y medio de iniciada la campaña de vacunación contra covid-19 a nivel nacional para las ochenta y siete mil personas que viven con VIH (PVV) aún no se logra cubrir a este total. Solo una muestra de esta crisis: En el hospital Dos de Mayo, uno de los mayores establecimientos de salud en la capital, de dos mil ciento cuenta y ocho usuarios con VIH empadronados para recibir la vacuna, un total de mil doscientos cincuenta y nueve no accedieron a ella por problemas con la programación a los cuales no se les hizo seguimiento.
La información (revelada en una visita de la Contraloría General de la República al hospital y publicada el 3 de agosto) detalla que, de los dos mil ciento cincuenta y ocho usuarios incluidos en el padrón nominal, solo a mil seiscientos treinta y seis se les programó para vacunarse del día 7 al 16 de julio. Sin embargo, solo ochocientos noventa y nueve acudieron a su cita. Al final, no accedieron a la vacuna un total de mil doscientos cincuenta y nueve usuarios (entre los inasistentes y los que no fueron programados inicialmente).
Lejos de resolver el problema, el personal de la Estrategia Local de Prevención y Control de VIH-ITS-Hepatitis B-C del hospital, declaró el 22 de julio que no se rastreó a los usuarios que se ausentaron a su vacunación prevista. Además, de dos mil ciento diez personas con VIH observados en la lista inicial (debido a que su DNI no coincide con el nombre brindado o, en otros casos porque el usuario está empadronado en varias entidades prestadoras de salud a la vez), apenas se resolvieron cuatrocientos casos.
La cadena de responsabilidad no culmina aquí. El lento ritmo del inmunización contra el covid-19 para PVV en este centro hospitalario del Minsa se debe a que solo tres trabajadoras conforman actualmente la Estrategia, ya que cuentan con el recurso humano incompleto: el hospital –increíblemente– carece de información de cuántos ya deberían estar vacunados y, por lo tanto, listos para volver a la labor de campo en las instalaciones del Dos de Mayo.
No todo se concentra a la problemática de la programación. Muchos usuarios que sí cumplen con la programación designada, acuden a las instalaciones donde reciben tratamiento antirretroviral; lugar donde, de acuerdo al protocolo de vacunación para PVV, recibirán la vacuna a fin de mantener en reserva su condición crónica de salud. No obstante, una vez allí, deben retornar a casa sin su segunda dosis a causa del desabastecimiento… y esta vez no se trata de antirretrovirales.
“Soy paciente con VIH y hoy, en el hospital Dos de Mayo, me tocaba mi segunda dosis de vacuna contra la covid-19. Sin embargo, al llegar, me informaron que no tenían vacunas y que ellos se comunicaran conmigo cuando las tengan, pero sin fecha promedio alguna”, informó un usuario (cuya identidad se mantiene en reserva) al comunicarse con el grupo de vigilancia de abastecimiento de antirretrovirales (Givar).
Cómo solución los envían al vacunatorio general, donde se vulnera su derecho a la confidencialidad.
La solución tampoco es enviarlos como el resto de ciudadanos a inmunizarse de acuerdo al orden de edad, para contrarrestar la deficiente campaña de vacunación para PVV. Cabe recordar que más del 55% de esta población vulnerable, se encuentra entre los 19 y 35 años de edad, lo cual los relega a las últimas fechas de la campaña general de vacunación. Una espera, un lujo que no se pueden dar y más con la presencia de variantes más virulentas y potentes del virus, como la delta.
Falta cruce de información
De acuerdo a Julia Campos Guevara, directora de la Red Sida Perú, queda demostrado que los hospitales públicos no están preparados para recibir tal afluencia de personas con VIH y que, por fuentes confiables, existen establecimientos en los que atienden usualmente a treinta usuarios con VIH, para la vacunación solo han logrado inmunizar apenas a once. ¿La razón? Están ausentes en la data.
“No hay un sinceramiento de las cifras, puesto que tenemos una gran cantidad de PVV que fueron vacunados por edad, los cuales –cuando se dio, finalmente, la campaña de vacunación para PVV–, no acudieron ya. Entonces, si los hospitales o la Estrategia Nacional tuvieran una data se sabría a cuántos realmente necesito vacunar como PVV considerando las diferentes edades: porque si en el país se vacunó ya a personas mayores de cincuenta años, entonces tengo que considerar a las PVV de menor edad”, describió Campos para Conexión Vida.
Indicó que de tener información cruzada para este fin, se hubiera podido recolectar la data de todas las personas con VIH y transferido al programa Pongo el Hombro y así cualquier PVV tuviera prioridad en la inmunización, incluso antes del lanzamiento del programa de vacunación para los usuarios con esta condición crónica de salud.
“Hay una gran debilidad que se debe corregir porque, si no, nos va a traer problemas en general. Lo del Dos de Mayo es el modelo de lo que está pasando en la mayoría de hospitales o centros de salud donde se va a vacunar PVV. Está faltando un sistema, o un equipo, que pueda pensar en cómo solucionar estos problemas”, advirtió la directora de la Red Sida Perú.
