Advierten que se debe evitar todo tipo aglomeraciones en el pico de casos de Covid-19 y escasez de camas UCI a nivel nacional. Proponen que fecha de sufragio sea en el mes de julio.
Lima, Perú.- La preservación de la vida versus el ejercicio democrático. Expertos en salud pública proponen que las elecciones generales del 11 de abril se posterguen por varios meses, debido al incremento de casos de Covid-19 en este inicio de la segunda ola de la pandemia del coronavirus.
La situación es tal que, el 19 de este mes, la ocupación de camas UCI superó el 95% del total disponible en Lima Metropolitana, Áncash, Arequipa, Cusco y Huánuco. Asimismo, el exceso de fallecidos al día bordea los 300 casos (probablemente asociados al Covid-19), de acuerdo al Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF).
“Si esta tendencia crece (…), sería inviable realizar unas elecciones en pleno incremento del brote. Las olas no duran cuatro ni ocho semanas. La primera ola duró casi cinco meses, exactamente coincide con las elecciones y creo que no habría ningún protocolo cuando ya los hospitales hoy colapsan, el Seguro (Social) no alcanza, el Minsa no alcanza y las regiones están colapsadas”, declaró Ciro Maguiña, vicedecano del Colegio Médico del Perú.
Maguiña propone que las elecciones generales 2021 deberían desarrollarse en julio y que el cambio de gobierno sería en ese mismo mes.
Para el médico infectólogo y ex asesor del Ministerio de Salud, Hugo Manrique, el gobierno debe de inmediato convocar a líderes políticos y sociales y llegar a un acuerdo para postergar las elecciones. Señaló que, para esta segunda ola, lo ideal sería aplicar una nueva cuarentena, pero a estas alturas sería inviable, dada la situación económica que atraviesa el país a causa de la primera cuarentena de 2020.
“Entonces ya que no puede realizar una cuarentena, lo mínimo que puede hacer el gobierno es evitar las aglomeraciones… y en eso se incluye a las elecciones del 11 de abril”, declaró Manrique a Conexión Vida.
Señaló que, si bien se podría -en el papel- mantener el distanciamiento social dentro de los locales de votación; nada garantiza que las aglomeraciones se den en las calles, medios de transporte, y alrededores de los centros de sufragio.
“Es la misma situación que se da con el aforo ‘controlado’ en las playas. Se puede controlar, pero en la realidad es que miles de personas para ir a las playas se trasladan en grupos, en transporte público o privado, y es ahí donde se producen los contagios”, explicó el infectólogo Manrique.