Defensoría del Pueblo muestra su profunda preocupación por la actual crisis política que, en un contexto de emergencia sanitaria y de recesión económica, no contribuye a construir el clima de estabilidad que requiere el país.
Lima, Perú.- Perú está en medio de una nueva y grave crisis política, después de que el Congreso, de forma inesperada y tras un debate de más de veinte horas, le negara la confianza al gabinete del primer ministro Pedro Cateriano, tan solo 19 días después de haber asumido su gestión.
Mientras la decisión se daba en el parlamento, el Ministerio de Salud (MINSA) informaba que que la cifra de fallecidos por COVID-19 (coronavirus) se incrementó a 20 007 ciudadanos en el país, existiendo un subregistro que podría reportar más de 50 mil muertes.
Nuevo gabinete
Horas después de conocerse la negativa del Legislativo, el presidente Martín Vizcarra aceptó en un pronunciamiento, los hechos consumados y anunció que conformará un nuevo gabinete en el plazo que ordena la ley.
Vizcarra remarcó que Perú, el séptimo país en el mundo y tercero en Latinoamérica con más casos de la COVID-19, afronta «uno de los más difíciles» desafíos de su historia y que la lucha contra la adversidad «sólo se hará realidad si la democracia y la política recuperan su verdadero sentido».
«El objetivo es común: sacar adelante al país superando la adversidad», sostuvo antes de decir que su Gobierno requería de la confianza del Congreso «para seguir trabajando por el país». El gobernante lamentó que en días previos «todas las bancadas mostraron su disposición para deponer y trabajar por el Perú», pero luego «lastimosamente dicha disposición sólo quedó en palabras».
«Largas horas de debate demostraron, una vez más, a todos los peruanos, que para la mayoría de nuestros representantes los intereses particulares priman por encima de los del país», aseguró.
Denuncia chantaje
Vizcarra dijo que durante el debate del pedido de confianza, los congresistas se mostraron «de manera abierta y desafiante, pero no desafiante ante el Gobierno, sino ante la nación» y «sin decirlo, hacían prevalecer exigencias particulares».
Sostuvo que «el cálculo político no será aceptado» por su régimen, que seguirá impulsando la reforma de la educación universitaria que, según acotó, «no se negocia», con lo que aludió a las versiones de que grupos parlamentarios pidieron la salida del ministro de Educación, Martín Benavides, para dar un voto favorable a Cateriano.
Un sector de parlamentarios ha decidido interpelar a Benavides sobre el manejo de su sector durante la epidemia, aunque muchos de esos legisladores mantienen vínculos con universidad privadas a las que se les retiró la licencia durante la gestión del actual ministro al frente de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
El presidente del parlamento, Manuel Merino desmitió un posible chantaje para darle el voto de confianza a Cateriano y se excusó al incidir en una política a favor de la salud.
“No vamos a permitir que pongan al Congreso como una banda de delincuentes», expresó Merino de Lama, acusado por políticos y periodistas de negociar votos a cambio de sacar de la lista al ministro de educación.
La Defensoría del Pueblo emitió un comunicado, implorando diálogo y unidad para superar la crisis política actual.
El virus no entiende de política
El 3 de agosto en el Perú se realizaron 22 327 pruebas moleculares y rápidas de diagnóstico de coronavirus, de las cuales 3797 resultaron positivas. Durante los últimos siete días se han confirmado 2993 casos positivos adicionales.
El 4 de agosto se tienían 13 798 pacientes hospitalizados con la COVID-19, de los cuales 1418 se encuentran en UCI con ventilación mecánica y muchos en espera de camas y oxígenos en los hospitales y sus alrededores.
La situación es dramática que, la ciudadanía espera empatía de sus representantes y trabajo para vencer la crisis sanitaria nacional.