La muerte del expresidente Alan García Pérez, pone sobre la mesa el debate la prevención del suicidio como estrategia de salud mental.

Escribe: Marlon Castillo Castro // Conexión Vida

Tras la repentina muerte del expresidente de la República, Alan García Pérez a consecuencia de un acto suicida momentos en los que se ordenaba su detención preliminar, muchos militantes del partido del líder Aprista denominaron al atentado contra su vida como un “honor” y “dignidad”.

Al margen de los calificativos, debemos evidenciar que los actos de suicidio corresponden a un asunto de salud.

La organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado la importancia de promover espacios y servicios de salud mental para la prevención del suicidio en todo el planeta, reduciendo la tasa en un 10%.

Se calcula que cada 40 segundos una persona se quita la vida en el mundo, es decir 800 mil personas se suicidan anualmente y en el Perú las estadísticas superan las mil por año. 

En una entrevista realizada por la Agencia Andina al médico psiquiatra Freddy Vásquez Gómez, jefe del Departamento de Emergencia y jefe del Programa de Prevención de Suicidio del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi (INSM HD-HN), señaló que la depresión, el bullyng y el ciberbullyng son sus principales causas en jóvenes y adolescentes.

Los establecimientos de salud ponen énfasis en la detección temprana de casos de depresión, a través de la aplicación de tamizajes de salud mental oportunos.

En ese sentido, el Ministerio de Salud (Minsa) ha proyectado la implementación de 281 Centros de Salud Mental Comunitarios (CSMC), donde niños, jóvenes y adultos pueden recibir atención ambulatoria para sus trastornos o problemas emocionales o enfermedades mentales.

Gráfica ilustrativa / Imagen internet

El psicólogo y director de la organización no gubernamental Sí, da Vida, Victor Sotelo Reyes, sostiene que los propios familiares, deberían realizar una constante evaluación de sus miembros, para detectar de manera oportuna indicios de desequilibrio emocional o conductas piscopáticas.

“Recomiendo a los familiares evaluar el comportamiento de sus integrantes. Existen signos que nos harán dar cuenta que una persona no se encuentra bien en su salud mental o emocional, como cuando por ejemplo se aleja de las reuniones familiares, no socializa o se torna violento. La observación de las conductas y la comunicación, es clave para ello” refiere Sotelo Reyes.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí