Tribunal Supremo tumbó sentencia que validaba ley británica de más de 150 años, que castiga actos «contra natura» y criminaliza con cárcel las relaciones gays.
India.- Ya no podrán ser arrestados diez años en la cárcel por ser homosexual en la India. Los cinco jueces que componen la sala, encabezada por el presidente del Supremo, Dipak Misra, decidieron pronunciar de manera individual sus sentencias, en las que todos coincidieron en anular la validez del artículo 377 del Código Penal indio en lo que se refiere a la penalización de las relaciones homosexuales.
«El artículo 377 es arbitrario. La comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) posee los mismos derechos que los demás. La visión mayoritaria y la moralidad general no pueden dictar los derechos constitucionales», aseguró el juez Misra al leer su sentencia.
El presidente del Supremo, que redactó su sentencia con el juez J Khanwilkar, añadió que «la discriminación en base a la orientación sexual es una violación de la libertad de expresión».
En la sentencia de 2013, el Supremo había ratificado la validez del artículo 377 del Código Penal indio, que establece penas de cárcel a «cualquiera que voluntariamente tenga relaciones carnales en contra del orden de la naturaleza».
Esta norma, una antigua ley británica que data de la época victoriana y tiene más de 150 años de antigüedad, había sido tumbada previamente en 2009 por la Corte Superior de Nueva Delhi al considerarla inconstitucional.
El procedimiento que revisó la validez del artículo 377 comenzó el pasado 10 de julio, y al día siguiente el Ejecutivo conservador del primer ministro indio, Narendra Modi, dijo que no recurriría la decisión que tome la máxima instancia judicial sobre la constitucionalidad de la norma.
El controvertido artículo del Código Penal indio prohíbe «las relaciones carnales contra el orden de la naturaleza con cualquier hombre, mujer o animal», lo que se había interpretado como el sexo homosexual.
La decisión inapelable del máximo tribunal no implica la derogación de la norma que se mantiene para castigar los actos sexuales con animales, pero dicta jurisprudencia para la legalización de la homosexualidad, al excluir relaciones entre personas de cualquier tipo de los hechos «contra natura».
El juez D.Y. Chandrachud, que formó parte de los cinco magistrados de la sala, ya había dictado una sentencia el pasado agosto por la que se declaró la privacidad un derecho fundamental de los ciudadanos y la orientación sexual como un atributo esencial de la privacidad, lo que hacía prever hoy una sentencia favorable.
Chandrachud subrayó además que el tratamiento de la homosexualidad como una enfermedad supone un impacto en la salud mental de esas personas.
«La historia debe una disculpa a las personas (de la comunidad) LGTB por el ostracismo y la discriminación» sufridos, sentenció la jueza Indu Malhotra en su sentencia.
Homosexualidad en el mundo
Con la despenalización en India, son ya son 124 los estados del mundo en los que los actos homosexuales no están penalizados.
Por contra, hay, al menos, otros 71 países que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo e incluso ser gay o lesbiana puede costar la vida en 8 de ellos.
Según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGTBI) la protección y el reconocimiento a los homosexuales está presente en la mayor parte de Europa, el norte y parte del sur de América y Australia, países a los que ahora se suma India.
En cambio, la criminalización a estos colectivos se extiende por buena parte de Europa del Este, África -a excepción de Sudáfrica, Seychelles y Cabo Verde-, parte de Centroamérica y América del Sur y el continente asiático.
La pena de muerte para las relaciones homosexuales está vigente en ocho estados: Irán, Arabia Saudí, Yemen y Sudán la aplican en todo el territorio; Somalia y Nigeria, en algunas provincias; y la organización terrorista Estado Islámico castiga con la muerte a esas minorías sexuales en los territorios que controla en el norte de Siria y el noroeste de Irak.
En otros cinco países -Pakistán, Afganistán, Emiratos Arabes Unidos, Catar y Mauritania- la pena de muerte está técnicamente permitida por una interpretación de la ley islámica (Sharia), aunque no se aplica.
En países como Uganda, Zambia, Tanzania, Barbados o Guyana las relaciones homosexuales se castigan con penas que van desde los 14 años de prisión hasta la cadena perpetua. Y en naciones del norte de África como Libia, Argelia o Marruecos, las leyes contemplan penas de entre tres y siete años de prisión.
Con la expansión del Estado Islámico, además, han proliferado las leyes de moralidad o propaganda, que tienen una base religiosa y existen ya en, al menos, 19 estados.