Foto: Difusión

Reos de segunda categoría:  Jonatan Palomino de 28 años de edad, murió en la prisión de Arequipa, esperando que Presidente Kuczynski le otorgase un indulto humanitario debido a una tuberculosis avanzada. Otros 5 internos se les rechazó el indulto. 

Escribe: Lino Mamani A. / Diario El Pueblo de Arequipa 

Arequipa, Perú.- No era de ascendencia oriental, ni de una familia políticamente poderosa, tampoco apellidaba Fujimori, ni existía una multitud de gente que deseaba verlo en libertad. No tenía esas ventajas, pero sí reunía los requisitos para que le concedieran el indulto por razones humanitarias. Pero esta gracia nunca le abrió las puertas del penal hacia la libertad.

El reo Jonathan Palomino Motta murió el domingo 17 de diciembre, a sus 28 años de edad, una semana antes de que le dieran el indulto humanitario al ex presidente de la República, Alberto Fujimori Fujimori y nuevamente se lo negarán a él. Llama la atención que ambos hechos fueron pasadas las 18:00 horas.

Cumplía prisión en el penal de varones de Socabaya por el delito de lesiones graves, aunque la mayor parte de su permanencia la pasó en el tópico del establecimiento penitenciario. Padecía de meningoencefalitis tuberculosa en fase terminal, enfermedad de nombre raro causada por una bacteria que pasó de sus pulmones y se alojó en su cerebro. Estar confinado hizo que su mal se agrave y lo aniquiló.

El indulto es el perdón de la pena (no del delito) que cumple un prisionero. Se concede generalmente por razones humanitarias, es decir, cuando el confinado padece una enfermedad terminal o no terminal en estado avanzado, o un trastorno mental crónico, las cuales podrían complicarse por las condiciones carcelarias donde convive. El Presidente de la República tiene la decisión de concederlo o no.
Durante el año, solamente en este establecimiento penitenciario arequipeño, seis presos solicitaron el indulto por razones humanitarias, según información de la Oficina Regional Sur – Arequipa del Inpe. La junta médica del reclusorio recomendó la liberación de los reos debido a que sufren de graves males degenerativos, incurables y progresivos.

Como es el trámite regular, los expedientes fueron elevados a la Comisión de Gracias Presidenciales, que evalúa si recomiendan al presidente Kuczynski otorgar este beneficio. Lamentablemente, para los internos solicitantes, los requerimientos fueron rechazados, a pesar que existen casos más urgentes que del expresidente Fujimori y por delitos menos graves.

No les dieron indulto 

Esperaban pasar la navidad junto a su familia, fuera de la penitenciaria que alberga a 2 mil internos y que cada día se torna menos espacioso. Pero una vez más, no les será posible.
Carlos Enrique Álamo Crisanto tiene 72 años de edad, sufre la secuela de un accidente cerebro vascular y de hipertensión arterial. Su avanzada edad y la enfermedad, intentó solicitar esta gracia presidencial, pero no lo admitieron.

Deberá permanecer recluido en Socabaya cumpliendo su pena por tráfico ilícito de drogas. En setiembre del 2010, los efectivos lo detuvieron cuando manejaba una camioneta por la carretera Panamericana Sur, a la altura de Acarí. 67 kilos de clorhidrato de cocaína ocultaba en el vehículo.
Aunque su delito sea atroz, Faustino Lucio Lazarinos solicitó en varias ocasiones que se le concediera el indulto humanitario. El 2015, fue sentenciado a 30 años de prisión por violar y embazar a una menor de 13 años. Ironías de la vida, este reo ahora carga el peso de una enfermedad terminal (insuficiencia renal y diabetes), teniendo que estar obligado a realizarse diálisis con frecuencia, para sobrevivir. Su requerimiento también fue archivado.


En espera del beneficio de liberación también se encuentra Germán Arisaca Zárate (53), recluido por hurto agravado. El interno cumple por ahora su condena internado en el hospital regional Honorio Delgado Espinoza donde está internado al sufrir de osteomielitis crónica de fémur derecho.

Clemente Revilla Morán (53) y Jesús Alfonso Mayta La Torre (28), siguen esos pasos. El primero es un expolicía que intentó estafar a un trabajador de la comuna de Miraflores, hace cinco años. Pidió la gracia de Kuczynski debido a que sufre de hipertensión e insuficiencia renal, desprendimiento de la retina por efectos de la diabetes. El segundo está privado de su libertad por robo agravado y también sufre de insuficiencia. Ambos fueron rechazados.

En el reclusorio arequipeño existen otros tres internos que tienen enfermedades de gravedad y quienes estarían alistando su expediente para que al próximo año formalicen su requerimiento. Uno fue operado de peritonitis, otro sufrió quemaduras de segundo grado y al tercero se le complicó una apendicitis.

Mientras resisten a la enfermedad, los internos- pacientes aguardarán nuevamente la ocasión de insistir en que el Jefe de Estado les dé luz verde a su libertad, tal como lo hizo con Alberto Fujimori, quien fue condenado a 25 años de prisión por abuso de los derechos humanos y corrupción. Anhelan que su espera no sea demasiado tarde, como ocurrió con Jonathan Palomino Motta, el símbolo de su lucha tras los barrotes.

 

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