Ejecutivo y Legislativo tienen delicadas responsabilidades en crisis Magisterial
Escribe: Diego Quispe Sanchez / Conexión Vida
Lima, Perú.- El presidente Pedro Pablo Kuczynski anunció que el jueves estará dispuesto a dialogar con los dirigentes regionales del SUTEP. Tal decisión ha generado la incertidumbre de, ¿con qué facción realmente se reunirá? Cabe recordar que actualmente el Magisterio se encuentra dividido en tres facciones: CONARE (vinculado al Movadef), Puka Llacta y el Comité Ejecutivo Nacional (de Patria Roja). Este último no acató la huelga, pero realizó un paro el 13 de julio que conllevó a firmar un acta con el Ministerio de Educación.
En dicho documento, el CEN presidido por Alfredo Velásquez puntualizó que el aumento de sueldos a docentes no conllevaría el incremento de horas de trabajo, propuesta inicial del Minedu. Sin embargo, el veredicto fue minimizado por las bases de provincia, quienes durante los últimos meses se han enfrascado en solicitar que el sueldo base del profesor sea de 1UIT (4050 soles) y que el presupuesto para la educación sea del 10% del PBI.
La pelea del gremio abarca además, el dominio de la Derrama Magisterial, entidad que anualmente recibe 58 millones de soles.
Los maestros en huelga han apuntado al Ejecutivo como principal responsable de la coyuntura que atraviesan no dando énfasis en el papel del Legislativo. Lo cierto también, es que la situación actual de los docentes mediante las protestas, refleja también la pugna interna que atraviesa el SUTEP. Su secretario general, Velásquez – de Patria Roja – es llamado traidor por los titulares del CONARE y Puka Llacta, Pedro Castillo Terrones y Ernesto Meza Tica. La pelea del gremio abarca además, el dominio de la Derrama Magisterial, entidad que anualmente recibe 58 millones de soles. Según Meza Tica, los aportes a la DM son obligatorios, mientras que los del CEN dicen lo contrario.
El ministro del Interior, Carlos Basombrío, ha señalado que existen más de 4 mil docentes que firmaron a favor de la inscripción del Movadef. Para la dirigencia del CEN, Castillo Terrones está ligado al movimiento subversivo. De igual forma, en la región Callao, la huelga se vio impulsada por el FUDEPP, organización que tienen de cabezas al abogado de Abimael Guzmán, Alfredo Crespo y Manuel Fajardo. Ambos, antes de la paralización participaron en reuniones con integrantes del CONARE. Lo acontecido en los últimos dos meses, refleja una estrategia – bajo la línea maoísta – de ir contra el sistema. Es decir, movilizar masas del campo a la ciudad para derribar el orden vigente.
En este caso, el sistema no solo abarca aspectos financieros, sino dos legislaciones: la Ley de Educación y la Ley de Reforma Magisterial. Los docentes aluden a que ambas normas plantean evaluaciones punitivas y por eso exigen al Gobierno que lo deroguen. Pero una decisión así escapa de las manos del Ejecutivo. A principios del mes, el congresista de Acción Popular, Yonhy Lezcano, presentó un proyecto de Ley para derogar el artículo 23 de la RM. ¿La razón? Dicho inciso, establece la Evaluación de Desempeño dividida en tres etapas. Si los maestros no aprueban ninguna fase, son despedidos. “Las evaluaciones no pueden ser punitivas”, expresó Lezcano.
Por su parte, el CONARE Y Puka Llacta ha recibido el respaldo de la bancada de Frente Amplio, pero obviando un factor importante y que sus colegas de Patria Roja si tomaron en cuenta para salir o no a las calles: la mayoría fujimorista del Parlamento.
Es la bancada naranja quien decidirá el futuro – al fin y al cabo – de la permanencia laboral. ¿Logrará convencer CONARE a Fuerza Popular? Una agrupación que mediante sus integrantes, como Héctor Becerril, dinamitó la actitud del FA al recibir a los docentes en paralización.
Hasta hoy, los únicos fujimoristas en reunirse con los maestros fueron Lucio Ávila y el primer vicepresidente del Congreso, Mario Mantilla. Durante la marcha de ayer, donde el Legislativo quedó rodeado, la presidenta de la Comisión Lava Jato, Rosa María Bartra, intentó hablar con el Magisterio, pero fue rechazada. Por lo demás, la agrupación de Keiko Fujimori se ha escondido para que toda la artillería de la huelga socave en Palacio de Gobierno, haciendo oídos sordos a que modificar las legislaciones que demandan los profesores está en su cancha. ¿Podrá Fuerza Popular verse tentada a ayudar al CONARE y Puka Llacta con fines proselitistas? Desde un principio, para los del CEN, esa posibilidad era ínfima. “El Parlamento actual no da confianza para nuestros requerimientos. Por eso no nos sumamos a la huelga”, apuntó Velásquez el 14 de julio.
Pero mañana, Velásquez tendrá que sumarse – a raja tabla – a la comitiva que irá a conversar con Pedro Pablo Kuczynski. Mientras que modificar la Reforma Magisterial, “o mejorarla” según Mantilla, depende del fujimorismo. Frente Amplio y Acción Popular se ha mostrado a favor, pero sus curules no bastan.
La otra interrogante es: ¿podrán verse la cara el CEN, Puka Llacta y CONARE? ¿PPK reconocerá a los tres sindicatos? ¿Influirá las acusaciones que hay contra dirigentes vinculados al tentáculo de Sendero? Basombrío incluso, ha recibido solicitudes de garantías de vida para la dirigencia de Patria Roja, quienes fueron amenazados durante la huelga por anunciar el reinicio de clases el 07 de agosto.
Será la primera vez en que un presidente reciba en Palacio a las facciones radicales del SUTEP. Lo mismo pasa con el Legislativo – con el fujimorismo en sí – que aún piensa que solucionar la huelga escapa de sus manos. Falso. Quizá mañana salga humo blanco de la casa de Pizarro y en la Plaza Bolívar. En algunas guerras, los enemigos se dan tregua.