Mientras Moreno demuestra que legalmente tiene la razón para continuar en el cargo, el Ministerio de Salud y el Ejecutivo pudieron apartarlo del sector, si actuaban con mayor eficiencia.
Escribe: Marlon Castillo / Conexión Vida
Lima, Perú.- Como una “burla ejemplar a la corrupción”, calificó el experto en temas de salud, Mario Ríos Barrientos el reingreso a la práctica médica del ex asesor presidencial en temas de salud Carlos Moreno, protagonista del primer gran escándalo de corrupción del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, que le ocasionó caer varios puntos en las encuestas y creó un clima de inestabilidad en el sector salud.
Aunque el gobierno se ufana en mencionar que actuó con rapidez en el caso, lo cierto es que todo hace indicar que existe ineficiencia en el aparato estatal para abordar el tema a profundidad, evitando que Moreno siga haciendo de las suyas en el hospital Arzobispo Loayza y en el sector Salud, donde es un funcionario nombrado y por lo tanto, pareciera inamovible.
Conexión Vida dialogó con Mario Ríos del colectivo Dignidad en Salud quién dio luces de lo que pudo hacer el Ministerio de Salud, el Ejecutivo y el propio Colegio Médico del Perú para evitar que Moreno Chacón siga atendiendo dentro de un hospital, como si nada hubiera pasado.
“Moreno pudo ser separado del sector, si el Minsa lo hubiera denunciado por falta extremadamente grave ante el Colegio Médico, amparado en los artículos 8 y 12 del código de ética y haber solicitado el cese del ejercicio profesional”, sostuvo Ríos.
De acuerdo con el Código de ética vigente desde el 2007, en el artículo 8 del capítulo 2 refiere que: “El médico no debe participar en la comercialización de productos diagnósticos, terapéuticos o materiales médicos, salvo situaciones especiales demostrables en beneficio del paciente”. Este párrafo es aplicable en el caso que mencionó Moreno que le beneficiaba que el densitómetro estuviese malogrado para enviar a los pacientes a las clínicas privadas y que allí estaba el negocio.
Además, en el artículo 12 del código deontológico, indica de manera clara que “el médico no debe hacer uso indebido o abuso de los planes y seguros de prestaciones de salud del paciente”, que es en la práctica lo que hizo Moreno y pretendía realizar a mayor escala con los convenios entre el Seguro Integral de Salud (SIS) y una clínica privada, por intermedio de un convenio con el Arzobispado de Lima.
Sin sanción ejemplar
El hecho que Moreno, siga atendiendo en un consultorio del Ministerio de Salud, pese a las evidencias que demostraron que intentó hacer un “negociazo” aprovechándose de los más pobres, demuestra impunidad y un mal manejo político- legal, advierte Ríos.
Aparte de la investigación del órgano de Control Interno, también se debió aplicar el reglamento de ético del funcionario público, refiere Ríos Barrientos.
Para el conocedor en temas de salud, el Ejecutivo debió asegurarse bajo todos los mecanismos existentes que Moreno sea un ejemplo que cualquier acto de corrupción en la esfera pública debió sancionarse. «En lugar de ser un ejemplo de sanción ejemplar, es la burla ejemplar a la corrupción», manifiesta.
Sin embargo, incluso si administrativamente es sancionado Moreno, este podría ir al Tribunal del Servicio Civil y hasta llegar al Poder Judicial si es necesario, por lo que el proceso podría durar años, es decir que Moreno tiene más de ganar que de perder, lo que demostraría su poder.
Incluso asegura que fue quien renunció y como en la resolución de cese, se le da las gracias por los servicios prestados, puede apelar a esta mala práctica de encubrir el caso, a su beneficio personal.
Demora en el Colegio Médico
Mientras tanto el Colegio Médico del Perú (CMP) en el mes de Octubre se pronunció tras estallar el escándalo de los audios y anunció una investigación que ya van más casi 3 meses y no hay respuestas.
Si el Colegio Médico aplicara los artículos de su código basándose en las evidencias y los audios, ya hubiera inhabilitado de la profesión a Moreno. Sin habilitación del colegio profesional, el gastroenterólogo no podría ejercer el puesto que hoy ostenta y cobrando un sueldo que millones de peruanos estarían ansiosos de tener. Más de 6 mil nuevos soles mensuales.
Por lo pronto, todo hace indicar que Moreno tiene a todos atados de mano para actuar contra él, amparándose en la presunción de inocencia y lentitud de las autoridades, que demuestran que nuestra justicia tarda injustamente.