La ganadora del Premio Goldman dijo que fue golpeada por trabajadores de la empresa minera
Cajamarca, Perú .- La hija de la líder campesina Máxima Acuña denunció que su madre fue víctima de agresión por parte de trabajadores de la empresa minera Yanacocha.
Esto se dio luego que trabajadores, ingresaron al terreno de la ganadora del premio Goldman, ubicado en la zona de Tragadero Grande en Cajamarca.
Según reportó la ONG Grufides, organismo cajamarquino que trabaja temas sociales y medio ambiente, la agricultora y defensora ambiental fue trasladada en vehículo a la ciudad tras recibir un severo golpe.
Aparentemente Máxima Acuña y su esposo Jaime, reclamaron a la empresa por la invasión, sin embargo, no obtuvieron resultado. Impedirles avanzar provocó que los ataquen violentamente.
Ysidora Chaupe, hija de la pareja agredida, explicó que la empresa entró al terreno sin ninguna autorización. El terreno fue alterado con herramientas lo cual generó la molestia en los esposos. No llegar a un acuerdo ni al diálogo habría originado la violencia.
Asimismo, se conoció que el celular del señor Jaime no funcionaba. Al promediar las 12:00 p.m llegó la delegación policial de Huasmín tras una inspección de rutina. Luego de eso recién pudieron comunicarse con Ysidora para hacer la denuncia.
Comunicado
Mediante un comunicado la empresa Yanacocha relató lo sucedido. «Lamentablemente, Máxima Acuña y su esposo, Jaime Chaupe Lozano, quisieron impedir esta acción legal arrojando piedras con hondas, e incluso utilizaron una vara con clavos para golpear a quienes en ese momento estaban encargados de realizar la defensa», señalaron.
También dijeron que «La empresa está actuando dentro de su propiedad, en firme defensa de sus derechos, y protegiendo la integridad física y los derechos humanos de nuestros trabajadores y los miembros de la familia Chaupe, que no cuentan con autorización judicial para expandir sus actividades en los terrenos de Yanacocha, por lo que la actividad realizada hoy responde al cumplimiento estricto de la ley», concluyeron.
Con información de diversas fuentes
Qué se puede esperar de esas prostitutas que por un sol venden su alma, la de los hijos, de los papás y hasta de los abuelos? No son humanos, son solo máquinas carentes de conciencia y del mínimo de inteligencia, programadas para hacer los que sus jefes indiquen, cosa que es más que obvia, duele ver una verde montaña convertida en un desierto espeluznante.
Estimada Jenny, apreciamos tu comentario, pero esperamos que se usen términos no ofensivos para evitar censurar los mensajes.
Saludos-